Invertir en renta fija en el contexto actual es sinónimo de flexibilidad, de diversificación y de pensar en el largo plazo. Esas son, al menos las recetas de la mayor gestora de renta fija de Europa con cerca de 660.000 millones de euros bajo gestión en esta clase de activos. En palabras de Eric Brard, director global de renta fija de Amundi, “unas condiciones desfavorables del mercado no significan pobres resultados”.
Brard apuesta por fondos flexibles que ofrezcan una elevada diversificación que “permitan moverse con rapidez y libertad por este mercado”. Sus productos, en este sentido, son por un lado el Amundi Euro Aggregate que ha obtenido una rentabilidad anualizada en los últimos cinco años del 4,94% y, por otro, el Amundi Global Aggregate con un retorno entre 2012 y 2018 del 6,06%.
Brard se muestra convencido de que la búsqueda de rendimientos decentes requiere una cobertura completa del universo de renta fija ya que “la porción de retornos por encima del 2% representa solo el 14% del universo total de bonos”. Por eso, este experto cree que el inversor en renta fija no puede obviar los préstamos apalancados en su credit allocation. “El volumen de emisión de estos instrumentos alcanza los 120.000 millones de euros y excede el volumen de emisión de bonos high yield que se sitúa en 94.000 millones de euros”, explica. De hecho, según los datos de Amundi, una parte de esos bonos high yield se están refinanciado precisamente con préstamos apalancados (leveraged loans).
Por último, Brard cree que hay que saber identificar las oportunidades de crédito con cupones atractivos. En conclusión, estrategias “buy & hold” que el inversor pueda mantener a vencimiento y de las que se pueda beneficiar vía cupones.