Según señala el último informe de Lazard, los inversores activistas realizaron 173 campañas a nivel mundial en 2021, lo que supone un descenso del 6% en comparación a 2020 y manteniendo la tendencia de descenso de los últimos años. No obstante, la firma recalca que la actividad de las campañas se aceleró a finales de 2021 con 50 campañas emprendidas y un fuerte repunte del capital desplegado en el último trimestre, «lo que da lugar a numerosas situaciones vivas» para 2022.
El comercio minorista y la tecnología, con un 16% y un 15% del capital total desplegado a nivel mundial, fueron los sectores más atacados por activistas con el 31% del capital desplegado en 2021.Los grandes nombres del activismo inversor impulsan la mayor parte de las iniciativas en 2021. El fondo activista Elliott sigue siendo el agitador más productivo en términos de actividad y capital desplegado con 17 campañas iniciadas.
Estados Unidos y Europa
Las nuevas campañas activistas emprendidas en Estados Unidos registraron un aumento del 14% interanual. La actividad estadounidense representa así el 55% de todo el activismo mundial (frente al 45% en 2020) y el 49% del capital desplegado.
Por su parte, Europa ha registrado 50 nuevas campañas activistas en 2021, un 12% menos que en el año anterior, aunque con un “fuerte repunte” en el cuarto trimestre con 16 nuevas campañas. Los principales activistas de gran capitalización han vuelto a ser el centro de atención en Europa, llevando a cabo el 26% de todas las campañas (frente al 16% en 2020). Asimismo, Elliott representa el 18% del total de campañas europeas.
Los sectores sensibles a la recuperación, como financieras, industria, sanidad y comercio minorista, han sido los principales objetivos de campañas impulsadas por activistas. Por países, Reino Unido estuvo en el punto de mira de los principales activistas de gran capitalización y atrajo más del 40% de las campañas europeas en 2021. No obstante, empresas de Alemania y de los Países Bajos también son objetivos de los activistas.
Cambios en los consejos de administración
Los activistas lograron influir en los consejos mediante pactos que les han permitido conseguir más del 90% de los puestos, en lugar de obtenerlos por delegación de voto. De los 89 obtenidos en consejos de administración en 2021, 50 siguen en juego de cara a 2022.
Además, los cambios en los consejos de administración reflejan una mayor diversidad de género, lo que sugiere que los activistas están ampliando el perfil de candidatos.
En 2021, las operaciones de M&A y los cambios en el consejo siguen siendo los objetivos más demandados por los activistas. En Europa, la rotación de directores generales se produce con “mucha frecuencia” tras la presión de los activistas.
Fusiones y adquisiciones
Según señala el informe, el 43% de las campañas activistas de 2021 incluyeron una tesis vinculada con demandas de fusiones y adquisiciones, cifra por encima de la media de varios años del 39%.
Las operaciones de oposición fueron el objetivo más común con el 19% de todas las campañas activistas. Dentro de las campañas de oposición, las que buscaban condiciones más favorables para las transacciones han logrado mayores tasas de éxito que las campañas que pretendían anular operaciones.
El informe también afirma que los criterios ESG se convirtieron en 2021 en el pilar fundamental de las plataformas de los activistas. En este sentido, Lazard recalca que los ataques estratégicos centrados en criterios medioambientales y de gobernanza “dejan de ser el dominio de un pequeño grupo de activistas”.
Nueva regulación
Por último, Lazard centra su atención en la nueva normativa de voto adoptada por la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) en noviembre y que entrará en vigor a partir del 31 de agosto de 2022. La nueva regulación pretende reducir las barreras de entrada exigiendo la presentación nominal de todos los candidatos disponibles para contrarrestar el modelo binario actual de delegación de voto.
De esta forma, los activistas podrían empezar a solicitar el uso de poderes universales en la próxima temporada de representación. La SEC ha calificado este cambio como un «aspecto importante para la democracia de los accionistas», ya que pone a los inversores que votan en persona y por delegación en «igualdad de condiciones».
Asimismo, también serán relevantes los cambios anunciados por BlackRock respecto de su política de voto, que permitirán devolver los derechos de votos a sus inversores finales, pudiendo incentivar a otras instituciones a seguir el ejemplo.