A la espera de la ansiada inclusión de Argentina en el índice índice MSCI de Emergentes, los anuncios de las agencias de notación tienen en vilo a los agentes del mercado, estos días con dos nuevos informes de S&P y Fitch.
El miércoles, S&P Global incluyó a Argentina en la lista de países frágiles, por su exposición a las perturbaciones que puedan surgir en las grandes potencias mundiales. Además de Argentina figuran en la lista Turquía, Pakistán, Egipto o Qatar.
La agencia de notación considera que la subida de las tasas de interés en Europa y Estados Unidos, así como el final de los programas de estímulos, suponen el riesgo de que aumenten los costes de endeudamiento de los “cinco frágiles”.
En la montaña rusa de informes de la semana, Fitch subió la la perspectivade la nota soberana «B» de Argentina a «positiva” debido al resultado de las elecciones legislativas que reforzaron al presidente Mauricio Macri, creando ambiente más propicio para las reformas.
«Las recientes elecciones de medio término (legislativas) mejoraron la confianza en la persistencia del actual cambio de políticas, lo que es un buen augurio para la inversión y para la capacidad del soberano de mantener un acceso favorable al financiamiento», anunció la agencia de notación, que no mejoraba la perspectiva de Argentina desde mayo de 2016.
Pero Fitch también advirtió que los desequilibrios fiscales eran la asignatura pendiente del país latinoamericano.
A finales de octubre, S&P había subido la nota de la deuda soberana argentina de «B» a «B+». La calificadora ya había mejorado su perspectiva crediticia en el mes de abril, cuando el paso de “B-” a “B” había sido celebrado como una salida del default técnico en el que se encontraba el país.