La calificadora Fitch publicó su resumen del crédito soberano latinoamericano 2T21 y describió un panorama con viento a favor de la economía y un alto endeudamiento que harán necesarias medidas fiscales estructurales.
Alta proporción de perspectivas negativas a pesar de varias rebajas en 2020
Casi la mitad (47%) de los bonos soberanos calificados por Fitch en América Latina están en Perspectiva Negativa, la participación más alta entre las regiones de mercados emergentes. Las presiones negativas en las calificaciones han persistido desde el panorama general soberano de América Latina 4T20, con tres rebajas de calificación (Chile, Panamá y Surinam) y un cambio en la perspectiva a Negativa (Perú). Chile fue degradado en un nivel, con la perspectiva revisada a Estable. Bajamos la calificación de Panamá en un nivel y mantuvimos su Perspectiva Negativa. Surinam fue degradado a «RD» mientras continúan las negociaciones con los acreedores y el FMI.
La vacuna es vital para la recuperación económica
Fitch pronostica una recuperación económica del 4,6% en 2021, luego de la significativa contracción del 6,7% del año pasado. Los vientos a favor del fuerte crecimiento de China y EE. UU. (este último en parte debido a la reciente aprobación del paquete fiscal de 1,9 billones de dólares), los precios más altos de las materias primas y el contexto externo todavía acomodaticio son favorables para la región.
Los riesgos externos pueden emanar de un endurecimiento repentino y rápido de las condiciones de financiación. El alcance y el ritmo de la recuperación también dependerán de la evolución del virus, la velocidad y eficacia de los lanzamientos de vacunas y la eventual flexibilización de las medidas de distanciamiento social. El progreso de la vacunación ha sido desigual y lento en gran parte de la región, con la notable excepción de Chile.
Cicatrices fiscales de la pandemia
Los déficits y la carga de la deuda aumentaron en toda la región debido al COVID-19, a pesar de que la respuesta fiscal ha sido desigual. Los precios más altos de las materias primas, las recuperaciones cíclicas y una retirada parcial del estímulo del año pasado respaldarían cierta consolidación este año.
La persistencia de la pandemia está presionando a algunos países para que extiendan las medidas de socorro hasta este año. Una estabilización permanente y la eventual reducción de la deuda pública requerirían la implementación de medidas fiscales estructurales.
El enfoque de Fitch se desplazará hacia el análisis de planes de consolidación fiscal a mediano plazo, aunque estos no se han detallado completamente en la mayoría de los países incluidos en este informe. La implementación de medidas fiscales en algunos de los soberanos de baja calificación también dependerá de las metas establecidas en sus respectivos programas del FMI. Los resultados de las elecciones tendrán implicaciones para la política fiscal.