La renta variable europea viene gozando del favor de los inversores de todas las partes del planeta desde hace meses. A pesar del rally ya vivido, desde UBS Global Asset Management defienden que aún supone una oportunidad de inversión atractiva, gracias a una mayor fortaleza en el crecimiento económico en el Viejo Continente y el sentimiento de los inversores, al potencial alcista de los beneficios de sus empresas y a la continuidad de sus atractivos niveles de valoración.
Según explicó Kevin Barker, estratega de renta variable de la gestora en una reciente presentación en Madrid, en primer lugar el escenario económico está mejorando, a nivel mundial pero especialmente en Europa, algo que se nota al comparar las tasas de crecimiento del año pasado con las previstas para 2014. Las perspectivas mejoran mucho en Reino Unido pero también en la eurozona: así, aunque en Alemania su demografía no es favorable, el crecimiento anual estimado a largo plazo se sitúa en el 1,1%.
De países como Italia o España destaca la vuelta a un superávit presupuestario primario, tras años de austeridad y sobre todo ve muy positivo que, tras la intervención de Draghi en sus mercados, con poco más que su retórica, los spreads de su deuda se hayan reducido hastan niveles previos a la crisis, lo que implica que se ha producido una gran mejora en sus costes de financiación, tanto a nivel público como privado.
Como consecuencia de ello, el sentimiento acompaña y los flujos siguen llegando a las bolsas europeas desde mayo del año pasado, y ahora con más fuerza que entonces. Estrategias como la renta variable que ofrece altos dividendos son muy valoradas por los inversores, según explica Barker. La llegada de capital también viene de otros segmentos del mercado, como el crédito: existe un gran gap entre las valoraciones de acciones europeas frente a sus bonos, lo que está motivando una rotación desde la deuda corporativa hacia la renta variable, que aún tiene mucho potencial. Aproximadamente la mitad de las firmas europeas ofrece una mayor rentabilidad de los dividendos en sus acciones que en su deuda; algo que, unido a la posibilidad de que se produzca un sell-off en renta fija ante un escenario de subidas de tipos, apoya el atractivo bursátil.
Potencial de beneficios
Como tercer factor positivo, el estratega menciona el fuerte potencial alcista para los beneficios de las empresas europeas. Los beneficios llevan tres años estancados y a pesar de ello los mercados se han comportado con fortaleza pero ahora, dice el experto, los inversores necesitan ver una subida de beneficios para seguir apoyando las alzas bursátiles a lo largo de 2014 y 2015. También hay que tener en cuenta que existe una gran diferencia entre los beneficios de las empresas estadounidenses, que han crecido a lo largo de los últimos años, y el de las europeas, estancados, lo que da mayor fuerza a su argumento.
Además de unos beneficios empresariales que pueden ponerse al nivel de los de EE.UU., también existe potencial para que las valoraciones de la bolsa europea alcancen a las de la estadounidense. Así, mientras en Estados Unidos las valoraciones están al nivel de sus medias históricas, en Europa cotizan con descuento a largo plazo, tanto con respecto a su propia historia (un 31% de media) como con respecto a la bolsa americana (un 43%). Por eso, si al potencial de crecimiento de beneficios se une el potencial de re-rating como resultado de las bajas valoraciones, el resultado es muy beneficioso para la renta variable europea.
Los riesgos
Barker dibuja un escenario en el que los mercados bursátiles europeos estarán dominados por las compañías pero apoyados por un crecimiento macroeconómico y también por la continuidad de políticas monetarias acomodaticias. De hecho, el mayor riesgo que ve es el de la desinflación o la deflación y afirma que, si la recuperación económica es más débil de la prevista, el Banco Central Europeo actuará, tomando medidas como por ejemplo un QE.
Con respecto a otros potenciales temas de riesgo como las elecciones europeas, el experto descarta que puedan tener un impacto significativo en los mercados, en los que hay una cierta calma a pesar también de eventos geopolíticos como las tensiones en Ucrania. En su opinión, el segundo mayor riesgo es la salida de las políticas de relajación monetaria en EE.UU. y el inicio de las subidas de tipos al otro lado del Atlántico, aunque por el momento vislumbra un escenario de políticas acomodaticias que apoyan las bolsas.
Dos estrategias para aprovechar el momento
Para aprovechar el positivo momento en el que se encuentra el activo, Barker menciona su estrategia de renta variable de gestión activa y sin restricciones (European Opportunity Unconstrained), gestionada por una boutique independiente, con más de 1.000 millones de euros bajo gestión, menor volatilidad que sus comparables y con la posibilidad de tomar, de forma limitada, posiciones cortas que han contribuido a añadir alpha a lo largo de los años. Su proceso de selección de valores se centra en tres factores: los fundamentales, clave para la generación de ideas; los cuantitativos, clave para determinar el momentum de inversión y la estabilidad de la cartera; y los cualitativos, que prestan atención a factores como el gobierno corporativo o la estabilidad a largo plazo de los negocios en los que se invierte. Actualmente sus gestores encuentran en los bancos oportunidades para tomar posiciones cortas y en el sector de seguros o el farmacéutico –donde prevén consolidación- oportunidades para tomar posiciones largas. Novartis o Bayer figuran entre sus 10 mayores posiciones.
Otra estrategia para jugar la renta variable europea son las compañías de pequeña capitalización, que ofrecen mayores rentabilidades a largo plazo y pueden hacerlo muy bien en un escenario de mayores beneficios –suelen ver crecer sus beneficios más rápido que las grandes empresas- y mejoría del sentimiento. También cuentan con el atractivo añadido de tener menos cobertura, lo que ofrece mayores oportunidades de generar alpha, y tienen menor apalancamiento y riesgo financiero. Las mayores salidas a bolsa y operaciones corporativas también ayudan. Aunque Barker reconoce que su precio no es tan barato como en el pasado, cree que la base de valoración aún es buena y que, teniendo en cuenta el más rápido crecimiento de sus beneficios, suponen una buena oportunidad para generar alpha en 2014. En la cartera figuran nombres como Jazztel (por su fuerte potencial de crecimiento y la prevista consolidación en el sector), Unione Di Banche Italiana o Wirecard.