Los temores a una escalada del conflicto entre Estados Unidos y sus socios comerciales coparon en junio los titulares y provocaron un aumento de la volatilidad en los mercados. Pese a la estabilización de los precios del petróleo tras la reunión de la OPEP, las materias primas fueron la clase de activo con peor comportamiento.
A estas alturas, los expertos de NN Investment Partners tienen claro que el riesgo de conflicto comercial dominó en junio la marcha de los mercados y perjudicó la cotizacion de los activos de riesgo, especialmente en los casos de las materias primas y los activos de deuda basados en diferenciales.
Sin embargo, escriben en su informe semanal, los valores sensibles a la evolución de los tipos de interés sacaron buen partido de la estabilización o leve caída de los rendimientos en los bonos del Estado.
Así está afectando a cada tipo de activos la guerra comercial de Trump, según NN IP:
Renta variable
La renta variable cerró el mes en los niveles de partida, pero con una gran divergencia entre los sectores cíclicos y defensivos. Estos últimos, dicen, se beneficiaron de rendimientos de la deuda pública estables o ligeramente menores y de la mayor aversión al riesgo en la segunda quincena del mes.
Algo que también contribuyó a la rentabilidad de los activos inmobiliarios, que encabezan las ganancias en lo que va de año. Los diferenciales de los valores de deuda continúan atravesando por dificultades, dejando especialmente que desear la deuda de mercados emergentes.
Por regiones, los mercados emergentes fueron los que peor llevaron la persistencia de factores adversos como la mayor fortaleza del dólar, el encarecimiento del petróleo, una Fed más propensa a subir tipos y la inquietud ante el conflicto comercial, o de factores idiosincrásicos en algunos países. El mercado estadounidense, al ser considerado un activo seguro, lo tuvo más fácil en este entorno de incertidumbre.
Hubo una brecha clara entre los sectores cíclicos, afectados por los temores a la guerra comercial y la aversión al riesgo, y los defensivos. La gestora explica que los suministros colectivos y productos de primera necesidad exhibieron los mejores resultados, así como los productos de consumo discrecional, que incluyen medios de comunicación, también tuvieron un comportamiento satisfactorio, mientras que el sector financiero tiene que seguir lidiando con el menor rendimiento de los bonos y el aplanamiento de la curva de tipos.
Renta fija: Bonos del Estado
En el mes de junio los bonos del Estado oscilaron entre la estabilidad y cierta caída, resultado del tira y afloja entre fuerzas contrapuestas. Por una parte, afirman los expertos, los conflictos comerciales y el riesgo político indujeron una huida hacia activos más seguros. Por otra, el gradual proceso de normalización monetaria presiona al alza sobre los rendimientos.
Los bonos del Estado alemán con vencimiento a 10 años fueron los más beneficiados, mientras que el rendimiento de los bonos de EE.UU. se mantuvo sin cambios. En consecuencia, el diferencial de rendimiento entre los bonos estadounidenses y alemanes continuó ampliándose durante el mes.
Como resultado del entorno de mayor aversión al riesgo, esta clase de activo registró una ampliación adicional de los diferenciales en junio. La tendencia a hacerlo ha sido generalizada en todas sus categorías desde febrero, habiéndose intensificado en junio en el caso de la deuda de países emergentes.
Materias primas
Las materias primas cotizaron con fuerza a la baja en junio conforme se intensificaban los anuncios de medidas proteccionistas. El sector más expuesto a las tensiones comerciales entre EE.UU. y China fue el agrícola, que registró un rendimiento muy inferior al esperado.
Por su parte, apuntan, los metales industriales se depreciaron como consecuencia del deterioro de la coyuntura macroeconómica en China.
“Prevemos que la economía global proseguirá en el medio plazo su moderada recuperación, mientras la Fed avanza en el ajuste de su política y el BCE elimina gradualmente las compras netas de activos después de septiembre. En este entorno preferiríamos a medio plazo activos de riesgo a los que entrañan bajo riesgo, pero los impredecibles virajes en la política comercial del gobierno estadounidense hacen que nos ciñamos a una ponderación neutral”, explican los analistas de la gestora.
De esta forma, el posicionamiento en la asignación táctica de activos, ha llevado a la firma a inclinarse por aquellas clases de activos que se benefician del crecimiento, como la renta variable y los valores inmobiliarios, en detrimento de la renta fija.