La recuperación económica tras la crisis del coronavirus que traerá 2021 supondrá un impulso para el euro, lo que extenderá la dinámica alcista que inició durante 2020. Tal y como refleja Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, en su informe de perspectivas, las políticas económicas, la inflación, las tasas de ahorro y desempleo, y el calendario de vacunación frente al COVID-19 serán los principales factores que influirán en la marcha de la moneda única este año.
“La recuperación económica de la Eurozona será un factor decisivo en el ritmo de apreciación de la moneda única, teniendo en cuenta el contundente apoyo de la política monetaria y fiscal en el área. Crucialmente, el Banco Central Europeo (BCE) extendió su programa de compras de bonos de emergencia hasta el 2022, mientras que la Comisión y el Parlamento europeos ratificaron la creación de un mercado de deuda conjunta por primera vez en la historia de la Unión. Estos pasos colocan a la Eurozona en una posición favorable frente a otros rivales, especialmente en un contexto de recuperación progresiva de la demanda externa. No obstante, los pronósticos alcistas para la moneda única serán susceptibles a la evolución de la situación sanitaria y la efectividad y rapidez con que se desarrollen los planes de vacunación en las distintas economías avanzadas el próximo año”, afirma la experta de Monex Europe.
Desde diciembre, el par euro/dólar se ha apreciado más de un 2% en apenas dos semanas. Según explica Álvarez, el rally del euro en la primera quincena del mes coincidió con el anuncio de varias noticias alentadoras sobre el éxito clínico de las vacunas de Pfizer y Moderna, que animó una operativa galopante de la moneda única y otras divisas del G10 frente al dólar. “Con el optimismo por la llegada de los fármacos, los inversores han ignorado la implementación de nuevas medidas de confinamiento en Alemania y otras localidades europeas. Otros eventos claves han favorecido esta dinámica en el sentimiento general del mercado. Entre ellos, la ratificación de Biden como presidente electo, el avance de las negociaciones bipartidistas para un paquete de estímulo fiscal en los EE.UU. y una probable vía de acuerdo de salida para el Brexit. A la luz de estos acontecimientos, nuestros nuevos pronósticos reflejan la reciente apreciación del par sobre la senda alcista prevista para el próximo año”, añade.
En su opinión, las políticas macroeconómicas están sosteniendo la fortaleza del euro. Según su valoración, la creación de un mercado de deuda conjunta permitirá a las economías europeas con un débil perfil crediticio respaldar su endeudamiento con el aval europeo, reduciendo críticamente sus costos de financiamiento.
“Los esfuerzos de política monetaria complementan la presión alcista de los estímulos fiscales sobre el euro. La estrategia del BCE, basada fundamentalmente en el programa de compras de emergencia (PEPP), ha sido un paso clave en la reducción de las primas de riesgo soberano en la Eurozona”, sostiene.
Ahora bien, ¿habrá que preocuparse por la fortaleza del euro en 2021? En opinión de la analista de Monex Europe, es pronto para ello. Muestra de ello es que el propio BCE no ha mostrado intención de recortar los tipos de interés ni llevarlos a terreno negativo, algo que se plantearía si realmente le preocupara la apreciación excesiva del euro. Según explica Álvarez, “el avance de la moneda única en los últimos meses suscitó cierta especulación sobre si el BCE podría intervenir en el mercado cambiario ya que, en teoría, un euro excesivamente fuerte podría contrarrestar sus esfuerzos inflacionistas. Sin embargo, estimaciones del propio banco indican que el efecto de traspaso del tipo de cambio sobre la inflación doméstica es pequeño y poco significativo. Esto se debe a que existe una sólida resistencia a la baja de los precios de los productores, aun cuando el costo relativo de los bienes intermedios importados es muy sensible a las variaciones del tipo de cambio nominal”.
De cara al año que acabamos de empezar, la fortaleza del euro estará ligada a la recuperación económica y a la carrera por vacunar a la población. En este sentido, la analista de Monex Europe pone la atención en dos aspectos: “El desempeño del mercado laboral doméstico es crucial en la senda de recuperación económica proyectada, dado que un 55% del PIB europeo está compuesta por el gasto del consumo privado. Además, el panorama de las divisas el próximo año estará fuertemente signado por la celeridad y efectividad de las vacunas en las distintas economías avanzadas”.
Por último, en su informe, la analista reconoce que el mercado confía en la apreciación del euro, lo cual ha quedado reflejado en el mercado de futuros. “Los datos consolidados de la CFTC muestran que las posiciones largas en euro de inversores especulativos apuntan a una consistente tendencia alcista de la moneda única. Dado que estas posiciones son altas en comparativa histórica pero aún no son extremas, la convicción alcista del mercado de futuros debería impulsar gradualmente la apreciación del euro en la operativa al contado. Una mirada a la volatilidad implícita en los precios futuros del euro revela que la presión alcista de la divisa está distribuida de manera heterogénea a lo largo de toda la estructura temporal”, afirma.
Según indica en su análisis, aunque la divisa se mantiene netamente demandada a lo largo de todo el período, en el horizonte de muy corto plazo (1m) y a partir de mediados de 2022, la presión de compra de euros parece más relajada que durante el 2021. “En el mediano y largo plazo, Europa aún enfrenta importantes desafíos que podrían desvirtuar la percepción del mercado sobre la moneda única en su debido curso. Algunos de estos retos, relacionados con el crecimiento de los mercados de deuda soberana, cobrarán una mayor importancia en el panorama de la divisa tras el paso de la crisis. Mientras tanto, el euro deberá seguir disfrutando de las estrechas brechas de rendimientos relativos con activos norteamericanos, reforzando su senda alcista en los próximos meses”, concluye Álvarez.