Desde enero, uno de los grandes temas sobre la mesa es la rotación de las carteras desde la renta fija, que viene ofreciendo rentabilidades más exiguas desde que hace un año el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se comprometiera a hacer lo necesario para la supervivencia el euro, hacia la renta variable, con un teórico mayor potencial de rentabilidad en un contexto de progresiva recuperación económica en el mundo desarrollado. Esos movimientos en las carteras, que nunca se llegaron a materializar de forma contundente, podrían llegar a partir de ahora, cuando la posible retirada de estímulos cuantitativos por parte de la Reserva Federal estadounidense -que según los expertos comenzará en septiembre- está provocando pérdidas en los activos refugio al elevar las rentabilidades en la renta fija soberana y cuando los signos de la recuperación económica son también más evidentes.
Y el movimiento se podría materializar hacia la bolsa europea, según indica la última edición (la tercera) del índice Invesco de sentimiento de los inversores europeos, que muestra que un 44% de los selectores de fondos en Europa prevé incrementar su exposición a la renta variable europea en los próximos 12 meses. Aunque por debajo del 66% que indicaba esta convicción en noviembre pasado, esto convierte a este activo en el favorito, por encima de los fondos de retorno absoluto (43%), renta variable estadounidense (39%) y renta variable de mercados emergentes (35%).
«Los problemas en la Eurozona siguen siendo la principal preocupación, pues el 36% de los selectores creen que serán su principal influencia a la hora de tomar decisiones de inversión -por debajo del 55% del año pasado-, pero más del 40% se muestra dispuesto a aumentar su exposición», comenta Sergio Trezzi, director de Ventas y Servicio al Cliente de Invesco para Europa Continental. «Mientras la economía global todavía ofrece muchas alternativas interesantes para invertir, Europa no debe ceder en sus esfuerzos para recuperar la confianza de los inversores y soy optimista acerca de una revitalización del interés de los inversores hacia Europa», afirma. «Entre los clientes de Invesco vemos apetito por las soluciones de renta variable de alto dividendo y la obtención de rentas», apostilla.
En total, entre los cuatro activos más favorecidos, tres son de renta variable de distintas regiones, pues los selectores confían en la recuperación económica. El 52% de los encuestados se declaran optimistas o muy optimistas respecto a la economía global. Un año antes, solo un 17% tenía esa misma posición. Con todo, en Invesco se preguntan si esa confianza en la salida de la recesión es real o fruto del buen comportamiento de los mercados bursátiles a lo largo de la primera mitad de 2013, teniendo en cuenta la ausencia de datos económicos contundentes en el mundo desarrollado y la desaceleración económica en China. Sea como fuere, el sentimiento negativo se ha reducido desde el 40% al 10% en el último año.
Menos renta fija en las carteras
En contraste, el 26% de los selectores planean reducir su exposición a los bonos soberanos europeos, seguido de deuda corporativa europea (22%) y bonos del Tesoro estadounidense (21%). También se muestran partidarios de reducir su exposición a los mercados emergentes, sobre todo de renta fija.
El índice, elaborado para Invesco por Citywire Global mediante una encuesta a 100 selectores de fondos líderes de toda Europa, ofrece una visión completa de sus puntos de vista acerca del mercado y del entorno económico actual.
El índice también muestra que los selectores vuelven progresivamente a estar dispuestos a adoptar un enfoque de largo plazo, pues el 58% estima en cinco años el periodo apropiado para calificar a un gestor de fondos. Y son menos partidarios de la inversión temática, desde el y 65% al 56%: entre los temas favoritos están las infraestructuras, el agua y el consumo en Asia, mientras se ha reducido el interés por el tema del lujo. Por vehículos, más de la mitad afirma invertir en hedge funds y haber aumentado su uso de ETF en el último año.