La popularidad de los fondos temáticos ha crecido de forma considerable durante la pandemia. Muchos de estos fondos han obtenido rentabilidades destacables y han atraído importantes flujos de inversión. Para ayudar al inversor a adentrarse en este complejo universo, desde Morningstar han elaborado un exhaustivo estudio que ha resultado en la configuración de una taxonomía de los fondos temáticos.
Según define José García Zárate, Associate Director of Passive Strategies for Morningstar, los fondos temáticos invierten en tendencias seculares con el potencial de cambiar la estructura macroeconómica o de las sociedades. Para concretar qué fondos pertenecen a la categoría de temáticos, García Zárate nos invita a identificar la verdadera intencionalidad de los fondos.
Con esto en mente, han incluido en su taxonomía a fondos de renta variable. “Pensamos que otros activos, como la renta fija, no se prestan a capturar la esencia de lo que son estos temas seculares”, argumenta García Zárate. También han incluido aquellos de inversión sostenible, siempre y cuando el mandato de inversión sea explícito. Además, el universo incluye fondos de gestión activa y pasiva.
Por otro lado, en su clasificación no entran fondos con estilo generalista growth, ya que no tienen esa intencionalidad de capturar un tema específico de la que habla García Zárate. Asimismo, excluyen fondos que, a priori, podrían parecer temáticos pero que realmente no lo son, como, por ejemplo, los fondos de perspectiva de género. “Lo que realmente hacen es elegir empresas en función de las representaciones en consejos de dirección, pero lo importante es lo que hace la empresa, no cómo se gestiona”, argumenta. También excluyen fondos sectoriales. “Solo incluimos fondos que tienen un mandato de inversión muy explícito”, insiste.
La inversión en temáticos: una apuesta triple
La lista de factores para tener en cuenta a la hora de aproximarse a este mercado es, según describe García Zárate, compleja. Cuando se invierte en temáticos se hace una apuesta triple, en primer lugar, porque apostamos a que el tema será el correcto y no es fácil. “¿Hay una narrativa convincente detrás de ese tema o solo está de moda?, ¿hay estudios y datos que los respaldan?, ¿tiene una capacidad transformadora?”, reflexiona el experto.
En segundo lugar, apuestan a que el gestor elige las empresas correctas a la hora de expresar su convicción. Por último, la tercera parte de la apuesta sería saber si el gestor ha entrado en las empresas en el momento adecuado. “Es una apuesta, por tanto, muy difícil de ganar”, advierte.
Es más, al analizar la probabilidad de ganar a largo plazo y la capacidad de batir a un índice de renta variable global, los expertos han observado que, a medida que pasa el tiempo, el número de fondos que lo consiguen se reduce considerablemente.
Peligro de saturación y concentración
Además, desde Morningstar creen que puede existir un riesgo de saturación en el mercado. “Cuando hablo de ello no solo hablo de los flujos de inversión, sino de su efecto en las empresas en las que estos fondos invierten”, matiza García Zárate. Para verlo han realizado un análisis comparativo de las carteras tratando de identificar características comunes. Una de las cosas que han comprobado es que los fondos temáticos tienen una tendencia notable a invertir en empresas de muy pequeña capitalización (micro y small caps), algo que se ve en todas las regiones.
Otro de los riesgos que identifican es el de concentración, ya que según ha identificado Morningstar en su estudio, muchos fondos invierten en la misma empresa. “Cuando hablamos de empresas de pequeña capitalización eso puede ser un problema”, advierte el experto. “A finales del primer trimestre de 2021 vimos cómo solo 28 fondos temáticos controlaban el 30% del valor de capitalización de una empresa de impresión 3D (Stratasys). Puede ser que estén haciendo la apuesta correcta, pero hay que tener en cuenta este grado de concentración”.
Un mercado en crecimiento: cuánto, quién y cómo
En los tres primeros trimestres ha habido más lanzamientos de fondos temáticos que en 2020. Según explica García Zárate, cerca de 360 fondos temáticos, mientras que el año pasado se lanzaron 250, pero insiste en que en el futuro perdurarán muy pocos.
Para poder analizar mejor los fondos, los han dividido en cuatro categorías: tecnología, mundo físico, social y de amplio espectro. “A través de la clasificación desarrollaremos unas herramientas para ayudar en la selección y navegación de este mercado que es creciente, complicado y está en constante evolución”, explica.
Asimismo, el patrimonio gestionado en los últimos tres años ha experimentado un crecimiento muy importante. A finales de septiembre, era de 600.000 millones de dólares, estando la mayor parte gestionado en Europa. “Los flujos de inversión se han acelerado a raíz de la pandemia. Ha sido una tragedia, pero ha fomentado la implementación de tendencias que quizás hace tres años eran teóricas y con poco recorrido práctico y ahora son una realidad”, explica García Zárate. Como ejemplo, el experto señala al teletrabajo, el cual puede cambiar la manera en la que medimos la productividad de un país.
En cuanto a las gestoras, encontramos nombres muy conocidos, siendo Pictet AM la líder del mercado. “Los fondos de Pictet AM han tenido recorrido a lo largo del tiempo y no es una cuestión baladí en un mercado en el que se lanzan y cierran muchos fondos”, ha destacado García Zárate.
En el mercado europeo, la mayoría del patrimonio está en energías renovables, impulsado por la agenda europea que persigue la descarbonización. Algo que se puede ver tanto en patrimonio gestionado como en los flujos netos de inversión. “Destaco que la mayoría del patrimonio está en fondos de gestión activa, los de pasiva representan solo un 12%, pero esas cifras se invierten si miramos el mercado americano quienes prefieren la pasiva, con los ETFs como el vehículo de inversión preferido”.