Si hace un año la sensación de vuelta a la normalidad y la mejora de la situación causada por la crisis sanitaria del COVID-19 impulsaban el optimismo de los pequeños ahorradores e inversores particulares, hoy el impacto provocado por el conflicto en Ucrania, la inflación y una creciente percepción negativa de la situación económica han deteriorado definitivamente la confianza de los españoles en los mercados. Así lo recoge el Índice de Confianza de la gestora internacional JP Morgan Asset Management correspondiente al segundo trimestre de 2022.
El detalle del análisis sobre la percepción de inversores y ahorradores españoles, que la gestora realiza trimestralmente en nuestro país desde 2007, muestra que los niveles récord de confianza en el alza de las bolsas que se dieron a lo largo de todo 2021, y que tuvieron su máximo precisamente en el segundo trimestre de ese año, han desaparecido. Se cierra así un excepcional período de elevada confianza y optimismo que se ha alargado durante seis trimestres consecutivos.
La confianza en las bolsas pareció remontar ligeramente en los meses de abril y mayo. Una recuperación lógica tras el enorme shock que supuso en marzo la invasión de Ucrania (una caída que dejaba ese mes el índice de JP Morgan AM en uno de los niveles más bajos de toda su historia). Como se aprecia en el gráfico anterior, desde que el índice de JP Morgan AM tocara su máximo histórico en el segundo trimestre de 2021 (4,02), gracias al optimismo generado por la buena marcha del proceso de vacunación y la vuelta a la normalidad, las perspectivas de los inversores sobre el comportamiento de las bolsas a medio plazo han ido empeorando poco a poco, hasta ser mayoritariamente negativas.
“La tendencia al pesimismo en la renta variable era clara desde el máximo histórico alcanzado por el índice hace justo un año”, apunta Francisco Márquez de Prado, Sales Executive de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal, que añade que “la caída en junio de hasta un punto en la confianza ha sido suficiente para que la estimación para el conjunto del trimestre resulte ya negativa (-0,21), rompa con seis trimestres excepcionales en cuanto a confianza en los mercados, e inaugure un período que probablemente verá más volatilidad y mayores niveles de pesimismo”.
El coronavirus “desaparece” de las preocupaciones
Pasado el impulso optimista de 2021, cuando el índice de confianza estuvo por encima de 2,0 en todos y cada uno de los trimestres, el temor a la persistencia y subida de la inflación, junto con una percepción de una situación económica más difícil, van ganando peso en las consideraciones de los ahorradores e inversores españoles.
De hecho, los efectos del COVID-19, que seguía siendo una de las grandes preocupaciones, prácticamente ha desaparecido de las respuestas recogidas por la encuesta de la gestora de JP Morgan, que se rigen de nuevo por criterios puramente financieros y económicos.
El número de inversores que se declara pesimista con respecto a la evolución de las bolsas supone ya el 38% del total, 14 puntos más que hace seis meses y 20 puntos más que hace un año.
Los optimistas, cada vez lo tienen más difícil para mantener su confianza en los mercados. Hace tres meses ésta se sostenía en los efectos positivos que la remisión del COVID-19 tendría sobre los mercados, la esperanza de una breve resolución de la guerra en Ucrania, y la percepción de una mejora de la situación económica general.
Mercados mundiales
En cuanto a la preferencia por las áreas geográficas donde las bolsas experimentarán mejor comportamiento en los próximos meses, se registra una evolución muy similar a la de los últimos trimestres. Así, Europa sigue siendo considerado por el 30,7% de los inversores que lo consideran el mercado más proclive a subir, con una diferencia positiva de 1,8% con respecto al trimestre anterior. El mercado estadounidense se posiciona de nuevo en segundo lugar con un porcentaje del 24,2%, (+ 2,3% frente al primer trimestre del año), seguido el español con un total del 21,3%, (+ 0,7%).
El mercado asiático, continúa perdiendo atractivo para los inversores españoles. Entre el segundo trimestre de 2020 (crisis del coronavirus) y este trimestre de 2022 ha caído 16 puntos. Los mercados emergentes pierden también atractivo, registrando una bajada de hasta el 1,9%, con respecto al trimestre anterior en el primer caso, y de más de 3 puntos en el segundo.
Retroceso en la intención de inversión futura
La encuesta de JP Morgan Asset Management facilita una fotografía detallada de la intención de compra de productos financieros por parte de los pequeños ahorradores e inversores particulares. En general, el cambio de escenario, de optimista a pesimista, empieza a plantear ya una serie de caídas en ciertos productos, aunque aún no especialmente significativas.
Así, con respecto al primer trimestre del año, descienden la intención de inversión directa en bolsa (-1,6 puntos); en fondos de inversión (-1,5); en planes de pensiones (-1,2); y en activos inmobiliarios (-1,2). Sube en cambio (+2,4 puntos) el atractivo de los depósitos y las libretas o cuentas de ahorro remuneradas. Y también el número de personas que dice que no invertirán en nada en los próximos seis meses, que pasan a ser casi el 21% del total, cuando en 2021 este dato se mantuvo en niveles inferiores al 18%.
Por último, en relación con la previsión de inversión a largo plazo para la jubilación, el estudio de JP Morgan AM vuelve a poner en evidencia el escaso interés de un amplio número de ahorradores e inversores españoles por ahorrar o invertir para completar su futura jubilación. Hasta un 45% dice no ahorrar nada para ello. Del 55% que sí lo hace, la mayoría se decanta por planes de pensiones privados. Los fondos de inversión son la segunda opción más elegida, seguida de los planes de pensiones de empresa.