El informe “Situación Latinoamérica: Cuarto trimestre de 2016”, elaborado por BBVA Research, revisa la evolución favorable de los activos financieros latinoamericanos en los últimos meses de 2016, hasta el inicio de noviembre, cuando la volatilidad reemplazó a la calma una vez más tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos; y la incertidumbre sobre las políticas del gobierno recién elegido empezó a afectar los mercados de América Latina.
Así, la región registró una expansión del 9,1% en los mercados bursátiles (medido por el indicador MSCI Latam), una caída del 7,3% en los diferenciales soberanos (EMBI Latam) y una apreciación cambiaria del 0,7% en promedio desde el inicio de agosto hasta la fecha de las elecciones en Estados Unidos. Si bien las ganancias en dicho período fueron generalizadas, destacaron positivamente los avances bursátiles en Argentina y en Brasil, influidos también por el optimismo con respecto a sendos ajustes económicos, así como la caída de los diferenciales soberanos en Argentina, Colombia y Perú.
En contraste, desde el día de las elecciones estadounidenses hasta finales de diciembre (fecha en la que se cierra el informe), el precio de los activos de la región en general se redujo, borrando parte de las ganancias registradas previamente. De manera agregada, los mercados bursátiles de la región retrocedieron un 13,1%, el diferencial soberano aumentó un 4,1% y las divisas se depreciaron un 5,3% en dicho período.
Cabe notar que la volatilidad en los mercados de la región ha repuntado en los primeros días después de las elecciones y ha empezado a moderarse gradualmente desde entonces. Sin embargo, este proceso de moderación de volatilidad fue de cierta manera interrumpido por la subida de los tipos de interés por la Fed, el 14 de diciembre, y principalmente por la visión expuesta de que los ajustes alcistas el próximo año podrían ser tres en lugar de dos.
En todo caso, las pérdidas acumuladas desde el inicio de noviembre han sido más fuertes en Argentina, en Brasil y principalmente en México. En el caso de Brasil el cambio del tono de los mercados globales coincidió con un menor optimismo sobre las perspectivas de recuperación de la actividad y con una nueva ola de tensiones políticas, asociada al posible envolvimiento de miembros del gobierno de Temer en episodios de corrupción. Por su parte, en Argentina la aprobación en la cámara de diputados del proyecto de la oposición para reducir el impuesto a las ganancias acrecentó las dudas sobre la solvencia fiscal. Con respecto a los mercados mexicanos, han sido claramente los más afectados, dado que el país sería el más expuesto a eventuales medidas de carácter proteccionista y de restricciones a la inmigración adoptadas por su vecino del norte.
Si el impacto en México de la incertidumbre sobre las políticas a ser adoptadas por la nueva administración en Estados Unidos ha sido significativo, el efecto sobre los demás miembros de la Alianza del Pacífico, Chile, Colombia y Perú, ha sido relativamente pequeño. Además de su menor dependencia de la economía de Estados Unidos, estos países se beneficiaron de algunos factores idiosincráticos, como la conclusión de las negociaciones para alcanzar la paz con las FARC en Colombia, y el aumento de precio de las materias primas.
Con respecto a este último factor, el precio del petróleo, que ya exhibía una clara tendencia alcista desde el inicio de este año, ha sido impulsado por la reciente decisión de los países productores de recortar la oferta, lo que parece haber primado sobre las perspectivas de menores exigencias legales y ambientales para las nuevas inversiones productivas en el sector energético en Estados Unidos. Así, el precio del barril de petróleo alcanzó 55 dólares a mediados de diciembre, un 19% más alto que en el precio al inicio de noviembre y un 48% más que el precio registrado al cierre de 2015. Hacia adelante, seguimos esperando que el precio del crudo converja a 60 dólares por barril (véase la tabla de previsiones al final de este informe).
Con respecto al cobre, su precio aumentó un 8% tras conocerse el resultado de las elecciones en EE.UU., por la perspectiva de mayores inversiones en infraestructuras y también por mayor actividad especulativa, y ahora se encuentra un 17% más alto que al cierre de 2015. Dado el fuerte aumento de la actividad especulativa de naturaleza transitoria, desde BBVA Research creen que parte de este aumento se revertirá hacia niveles de 2,30 dólares por libra en promedio para 2017, con espacio para que, a partir de esos niveles, siga ajustándose ligeramente al alza en los siguientes años.
Por fin, el precio de la soja se encuentra actualmente muy próximo al registrado antes de las elecciones estadounidenses y un 15% por encima del valor de cierre de 2015. En este caso, las buenas perspectivas con respecto a la producción, hacen probable una moderación de su precio en el corto plazo.
Hacia adelante, habrá tres factores que harán poco probable que las pérdidas recientes se sostengan: (i) las perspectivas de gradual aumento de los precios de las materias primas; (ii) los escenarios base para las economías de China y EE.UU. elaborados por BBVA Reseach, que incluyen la visión de que el ajuste monetario de la Fed será gradual; y (iii) el pronóstico de que la actividad económica en América Latina se recuperará en los próximos meses.
En particular, con respecto a los mercados cambiarios, por lo que anticipa una cierta estabilidad o depreciaciones acotadas en los próximos meses, de manera que los tipos de cambio se deberían apreciar en términos reales en los próximos meses en la mayoría de los países. Sin embargo, las turbulencias recientes relacionadas con el resultado de las elecciones en EE.UU. y el tono menos acomodaticio empleado por la Fed han contribuido a que ahora se espere que el tipo de cambio se mantenga en un nivel más depreciado que lo anteriormente previsto, principalmente en México.
En todo caso, la incertidumbre acerca del proceso de moderación del crecimiento en China y sobre la política económica en Estados Unidos sugiere que no se debería descartar la posibilidad de que los mercados latinoamericanos registren nuevos episodios de volatilidad.