Finalmente se cuenta con un acuerdo para extender el techo de la deuda y re-abrir el gobierno. La economía y los mercados se libran así del peor escenario de un impago. Sin embargo, la incapacidad de Washington de dar con una negociación más sustancial tendrá repercusiones negativas, tanto en el corto como largo plazo.
En este sentido, el estratega jefe de Inversiones de BlackRock, Russ Koesterich, apunta que «se trata de una historia muy familiar: algunas experiencias de vida o muerte seguidas por una solución minimalista que evita la catástrofe, pero no consigue abordar el problema subyacente. Los sucesos en Washington han seguido dicho patrón de nuevo».
Estos son algunos de los comentarios que Koesterich apunta en su blog bajo el título «Las implicaciones a corto y largo plazo de un acuerdo minimalista sobre el techo de la deuda», en donde subraya que si bien previenen lo peor, «la incapacidad de Washington de alcanzar una solución más permanente se suma al efecto corrosivo de los debates recientes por el presupuesto, a corto y largo plazo».
En cuanto a las implicaciones, Koesterich subraya que “este acuerdo evita el peor escenario de un impago técnico de la deuda, pero también compra algo de tiempo extra y significa que probablemente estemos de regreso en el punto de partida en unos cuantos meses.”
El estratega de BlackRock, añade que “la demora y condición temporal del acuerdo generará un modesto obstáculo en la economía y probablemente en las ganancias corporativas al cuarto trimestre mientras eleva también la volatilidad del mercado», mientras que «un punto a favor de todo el drama generado es que la Fed probablemente mantendrá su postura acomodaticia por más tiempo de lo que lo hubiera hecho. No esperamos que el banco central empiece el “tapering” en su reunión de octubre.”
Por último y sobre las implicaciones en la inversión, Koesterich apunta a que “las tasas de interés deberán mantenerse razonablemente limitadas –un factor positivo para los bonos de alto rendimiento—y la confusión en los Estados Unidos significa que las acciones internacionales, incluyendo aquéllas de mercados emergentes, continuarán con un mejor desempeño».