En una semana en la que los principales bancos centrales darán a conocer sus anuncios en materia de política monetaria para final de año, la Reserva Federal será la primera en comunicar su actuación y sus predicciones para 2018, en la que será la última sesión del año para el Comité Federal de Mercado Abierto. En esta ocasión no se esperan muchas sorpresas, pues la mayoría de los participantes del mercado están descontando una nueva subida de un cuarto de punto en la tasa de fondos de la Fed, y por lo tanto tampoco se prevé ninguna reacción significativa en los mercados tras su anuncio.
Según señala François Rimeu, responsable de Cross Asset y Retorno Total de La Française AM, esta reunión de la Fed no debería suponer un gran cambio en el juego, pues los mercados ya han descontado en un 98% una subida de los tipos de interés y deberían obtenerla: “Las nuevas perspectivas macroeconómicas deberían dar lugar a revisiones al alza de las estimaciones de crecimiento para 2018 después de un sólido último trimestre. En lo que respecta a la inflación, también podríamos ver una pequeña revisión alcista después de que el precio del petróleo esté aumentando desde septiembre. El gráfico de puntos no debería cambiar significativamente. Probablemente, la Fed no mencionará la reforma fiscal, ni la tendrá en cuenta hasta que se promulgue. Puede haber una mención a los huracanes, pero sólo para reconocer que no tuvieron impacto material”, comenta Rimeu.
Asimismo, Ebury, -la institución financiera especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas-, da por garantizada una nueva subida de tipos por parte de la Fed, al señalar que el mercado de futuros está asignando casi un 100% de probabilidad a este hecho. Además, apuntan que una indicación por parte de la Reserva Federal de que tres alzas aún son probables en 2018 debería provocar que más inversores adelantaran sus expectativas para la próxima subida en el primer trimestre del próximo año.
Por su parte, Juan Ramón Casanovas, head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain, también espera que la Fed suba tipos en su reunión de esta semana y nuevamente hasta tres veces más en 2018, acercándose al rango del 1,75% – 2%. “Esto puede producir una ligera apreciación del dólar, pero no deberíamos esperar un impulso significativo dada su actual valoración. La presidencia de Janet Yellen está llegando a su fin. A pesar de que la visión de Jerome Powell se parece mucho a la de su predecesora, cuatro de los siete asientos de la Fed deben ocuparse de nuevo y esto puede causar cierta incertidumbre en el inicio de su mandato.Estados Unidos está viviendo actualmente la tercera expansión económica más larga de su historia, con la curva de rendimientos aplanándose progresivamente. A pesar de ello, creemos que la probabilidad de una nueva recesión es bastante remota. La reforma fiscal de Trump dará al crecimiento económico un pequeño impulso, pero supondrá un deterioro de las finanzas públicas y una mayor desigualdad. Confiamos en que la inflación tenderá a subir paulatinamente. La retirada gradual de las políticas monetarias está sobre la mesa”.
En la misma línea Luke Bartholomew, responsable de estrategia de inversión en Aberdeen Standard Investments, cree que la subida de tipos de esta semana es un hecho y es probable que la Fed se sienta bastante satisfecha con sus avances durante este ciclo. “Esta será la quinta subida de tipos y la tercera de este año. También será la primera vez que la Fed siga lo que decía el gráfico de puntos sobre previsión de subidas de tipos. En los años anteriores esto no se ha producido. Lo que ocurra el próximo año es otra cuestión. Es probable que la Fed siga apuntando a tres subidas”.
A juicio del experto de Aberdeen Standard Investments existen al menos cuatro factores que podrían motivar que en 2018, la Fed se desviase de la senda anunciada. “En primer lugar, la economía está cerca o ya ha alcanzado niveles de pleno empleo. Sin embargo, el crecimiento de los salarios sigue siendo lento. Esto podría reflejar de forma parcial una débil productividad, pero teniendo en cuenta los otros datos sobre la salud de la economía, resulta difícil imaginar que no veremos un aumento de los salarios. Por tanto, la Fed se vería forzada a subir tipos para evitar un sobrecalentamiento de la economía. En segundo lugar, la Fed va a tener que revisar sus modelos de inflación el próximo año. O bien se demostrará que esta inflación moderada es temporal o tendrán que adaptarse al hecho de que no lo es y que, por tanto, nuestra idea de lo que genera inflación no es acertada. Esto podría llevarlos a revisar a la baja sus previsiones de inflación, lo que reduciría la presión sobre subir los tipos. En tercero, tendrán que lidiar con los recortes de impuestos de Trump. La rebaja fiscal suele estimular la economía. No obstante, estamos en un momento muy raro en el ciclo para estar estimulando la economía, dado que se está comportando bien y, en consecuencia, la Fed podría acabar subiendo los tipos en respuesta a ello. Por último, hasta la fecha las condiciones financieras no se han endurecido como deberían haberlo hecho ante el endurecimiento monetario por parte de la Fed. Por ello, la Reserva Federal podría terminar teniendo que subir los tipos a corto plazo para generar el endurecimiento en las condiciones financieras que deberían estar presenciando ahora”
Un sólido crecimiento económico en Estados Unidos
Uno de los principales motivos en los que se basa el análisis previo de las gestoras a la hora de anticipar una nueva subida es la fortaleza de los últimos datos económicos que se han dado a conocer sobre Estados Unidos. En el tercer trimestre del año, la economía de Estados Unidos se expandió un 3,3% anualizado, su mayor ritmo de crecimiento en tres años. En ese mismo periodo, la fuerte demanda interna se vio impulsada por una fuerte expansión de la inversión empresarial. En este sentido, también el informe laboral de la semana anterior fue muy alentador. En el último mes, la economía de Estados Unidos creó unos 228.000 puestos de trabajo, después de haber alcanzado un máximo de 13 meses en octubre con 244.000 puestos. A pesar de que el crecimiento de las ganancias fue un poco decepcionante, los salarios aún se expandieron durante el mes pasado y, de forma anual, el crecieron en un saludable 2,5%, cómodamente por encima de la inflación.
De nuevo Ebury, hace referencia a los datos que se adelantaron en la reunión de noviembre, donde la Reserva Federal mantuvo los tipos estables en un rango entre el 1-1,25% y, al mismo tiempo, mostró un tono firme en un mercado laboral que estaba fortaleciéndose. “La Fed afirmó que la actividad económica había aumentado a un ritmo sólido a pesar de las perturbaciones relacionadas con los huracanes. La presidenta saliente, Janet Yellen, emitió un tono igualmente optimista sobre el estado de la economía estadounidense durante su reciente comparecencia ante el Congreso en su comparecencia semestral”.
Coincide con la importancia del momento en el ciclo económico, Guido Barthels, portfolio manager de ETHENEA Independent Investors, pues en su opinión este ha progresado notablemente, dando soporte para que los tipos de interés a corto plazo puedan aumentar significativamente. Aún así, no ven con tanta claridad la evolución de los tipos de interés a largo plazo de cara al próximo año. “Es posible que el aumento de la primera mitad del año se corrija a la baja durante la segunda mitad del ejercicio debido a las preocupaciones económicas. Si esto invierte la curva de rentabilidad durante el año sería un claro indicador de una inminente desaceleración económica. Esta perspectiva podría poner presión sobre las primas de riesgo de los bonos corporativos. Este tipo de escenario tendría definitivamente impacto sobre los tipos de interés y los diferenciales en Europa hacia finales del próximo año”.
El comportamiento del dólar estadounidense
En cuanto al comportamiento de la divisa, desde Ebury señalan que éste se basará en el tono de las comunicaciones y en la última gráfica de puntos que debería dar una indicación más clara sobre el ritmo de endurecimiento para 2018. “Creemos que los riesgos para el dólar estadounidense al entrar en la reunión son ligeramente sesgados al alza. En nuestra opinión, los mercados financieros continúan subestimando el ritmo de las alzas durante el período de pronóstico y todavía existe una clara desconexión entre las expectativas del mercado para las alzas futuras y las de la Fed”.
Las interferencias de las políticas de Trump
Como ya señalaban con anterioridad otras gestoras, una cuestión que también puede afectar al curso de la normalización monetaria es la política fiscal que Trump. El Congreso de Estados Unidos ha estado muy cerca de aprobar un proyecto de ley de impuestos que implica reducciones significativas en las tasas corporativas. Según puntualiza Ebury, en el corto plazo podría suponer un estímulo neto para la economía de Estados Unidos del 0,5% del PIB solo en 2018. “Los funcionarios de la Fed han expresado reiteradamente su disgusto por este estímulo y han sugerido que las tasas subirían más de lo que habrían resultado de lo contrario”.