La Reserva Federal de los Estados Unidos ha anunciado nuevas medidas de estímulo que incluyen compras ilimitadas de instrumentos respaldados por hipotecas (MBS) y bonos del Tesoro estadounidense para mantener los costos de endeudamiento bajos, además de programas para asegurar que el crédito siga llegando a las corporaciones, gobiernos estatales y locales.
De acuerdo con Alejandro González y Santiago Fernández, analistas de Intercam Banco, en México, «el movimiento de la Fed es agresivo y supera por mucho esfuerzos realizados en el pasado, algo que devuelve la confianza a los mercados».
Las medidas buscan respaldar el funcionamiento ordenado de los mercados y lograr la transmisión efectiva de la política monetaria, de manera que permita condiciones financieras más holgadas en la economía. La Reserva Federal también respaldará directamente con crédito a corporativos, ciudades, estados y familias que deberán enfrentar la contingencia sanitaria desprendida del brote global de COVID-19.
Dentro de los programas anunciados se incluyen dos enfocados a garantizar liquidez en los mercados de crédito corporativo (con compras tanto de nuevas emisiones de bonos y créditos, como compras de emisiones ya existentes), compras de valores respaldados por deuda estudiantil, de automóviles, tarjetas de crédito, créditos a pequeñas empresas y otros activos, compras de notas de gobiernos municipales y una expansión de las compras de papeles comerciales para incluir deuda municipal de alta calidad.
Por su parte, Ranko Berich, jefe de análisis de MONEX EUROPE, comentó que «Jerome Powell y el FOMC finalmente tuvieron su momento «lo que sea necesario» y prometieron compras abiertas de activos con el objetivo de superar la curva de rendimiento y las condiciones financieras de los Estados Unidos. La medida tiene sentido según lo que sabemos sobre QE, que es que las compras deben ser enormes, oportunas e incondicionales para un efecto óptimo. Con las condiciones financieras aún en picada a pesar de la ola de bazooka monetaria global de la semana pasada, la Fed ha decidido volver a lo grande y llegar temprano.»
El analista considera que las medidas son expansivas y agresivas en todos los sentidos, considerando que el ritmo de esta semana será de 75.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 50.000 millones en valores respaldados por hipotecas al día.
«La Fed ciertamente tuvo una gran justificación para aumentar su apoyo a otro nivel. A pesar de la ola de medidas de flexibilización de la semana pasada por parte de los bancos centrales y gobiernos globales, las condiciones financieras mundiales y estadounidenses continuaron endureciéndose, y la demanda de dólares estadounidenses siguió siendo muy alta. El FOMC está buscando hacer lo máximo para maximizar el impacto psicológico de la QE, que con suerte aplastará la curva de rendimiento de EE.UU. y, con el tiempo, mejorará el apetito por el riesgo, evitando una crisis crediticia y una crisis financiera,» comenta, añadiendo que «con la legislatura de los Estados Unidos en peligro de retrasarse con el estímulo fiscal que tanto necesitan, es posible que las medidas de la Fed resulten insuficientes para evitar un mayor deterioro de las condiciones financieras. Las opciones de la Fed son limitadas a partir de aquí».
Mientras tanto y con más de 350.000 casos confirmados a nivel mundial, por primera vez en sus 228 años de historia, la Bolsa de Nueva York abrió este lunes sin gente en su piso de negociación.