Como si de deshojar una margarita se tratara, el debate sobre la existencia de una burbuja en el mercado de bonos se divide entre los que se muestran convencidos de que sí la hay y quienes creen lo contrario. En este último bando se sitúa David Harris, director de inversión de renta fija global de la gestora Schroders, que reconoce que el mercado “está caro” pero “no sobrevalorado”.
Para argumentar su visión pide un cambio de punto de vista: “Todo el mundo habla de la oferta, pero nadie habla de la demanda”, asegura durante un encuentro con periodistas financieros en Madrid y, en este sentido, no sólo menciona la gran fuente de demanda que supone el programa de compra de deuda del BCE sino también el efecto que producen megatendencias como el envejecimiento de una población cuyos planes de retiro invierten fundamentalmente en renta fija pública.
Y ¿cómo evolucionarán con Trump y la Fed?
En opinión de Harris, “la Fed está reaccionando a las condiciones económicas actuales y no a las promesas electorales de Donald Trump”. Por eso, todo dependerá de la evolución de los tipos de interés en los próximos cinco años y de si la Reserva Federal consigue reducir el peso de la deuda en su balance.
En este sentido el experto ha anticipado «dos o tres subidas de los tipos este año, según las condiciones financieras, y otras dos el año que viene».
En cuanto a Trump, destaca que el mercado está muy enfocado en las promesas de rebaja de impuestos, infraestructuras y el comercio que “serán los temas fundamentales en 2017”. No obstante, ha matizado que las reformas fiscales o los presupuestos de gasto, que son los que afectan a la economía, son más lentos de aprobar y se tarda más en ver sus efectos que otras medidas que ya ha tomado el nuevo presidente y que repercuten de manera directa en las personas y en las compañías.
En lo referente a Europa, Schroders no espera «cambios drásticos en el mercado», aunque tampoco descarta que el BCE empiece a «pensar en normalizar» la política monetaria con «pequeños pasos».
Para Harris, en la renta fija hay oportunidades en los mercados emergentes diferenciando países como Turquía, “donde es muy difícil invertir” de otros como Argentina “que ha hecho enormes esfuerzos por corregir sus desequilibrios”. Otro ejemplo de oportunidad de inversión es México ya que, a pesar del efecto Trump, “es uno de los países más competitivos del mundo tras la depreciación de su moneda un 50%.
Por sectores, apuesta por el sector financiero y asegura que «los bancos españoles están haciendo un buen trabajo de estabilización». Por el contrario, descarta las compañías ligadas «al metal, la minería y las industrias básicas, por el precio de las materias primas». En el caso de EE.UU. rechaza el sector farmacéutico a pesar de que, desde el punto de vista fiscal pueda verse beneficiado. “Esto es una buena noticia si eres un inversor en acciones, pero en renta fija no lo es».