Dada la inercia del último trimestre de 2019, el Consejo General de Economistas prevé que el PIB crezca en torno al 0,1%-0,2% en el primer trimestre de 2020. “Será en el segundo y tercer trimestre cuando se reflejen ampliamente los efectos de esta crisis en la economía”, aseguran desde el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas. No obstante, dada la incertidumbre sobre la duración de la crisis sanitaria, y, por tanto, de la recuperación de la actividad, no descartan la posibilidad de diferentes escenarios.
“Considerando que la reanudación de la actividad se produzca durante el mes de mayo, con una previsible recuperación en U, nuestra estimación es que finalice el año con una caída del PIB en torno al 4%”, aseguran los economistas. Además, la economía se enfrenta a un importante riesgo, ya que depende en gran medida del sector servicio y, en particular, del turismo.
A esto se suma la paralización de la construcción, así como del comercio exterior que el pasado año representó un tercio del PIB, y la caída de la inversión tanto nacional como extranjera. En consecuencia, los economistas prevén un escenario de incertidumbre, cuyas consecuencias dependerán del tiempo que se tarde en controlar la pandemia y en reactivar la actividad económica.
Además, el empleo se está viendo afectado negativamente debido al cese de actividad de muchas empresas, en muchos casos pymes y autónomos. Estos efectos se están haciendo notar especialmente en el sector servicios, con 206.016 nuevos inscritos en el SEPE en marzo, fundamentalmente por la hostelería y el comercio, y en la construcción que registra 59.551 nuevos desempleados. “Efecto que, sin duda, se agudizará en los próximos meses”, advierten los economistas.
No obstante, el Gobierno está adoptando medidas para mantener cierto nivel de consumo y para que el efecto de esta crisis sea temporal, como, por ejemplo, facilitando los ERTES o estableciendo moratorias en los pagos de las cotizaciones sociales, con la esperanza que este paro temporal no se convierta en definitivo. A esto le acompaña la alta volatilidad de los mercados de capitales. Por ejemplo, el Ibex ha bajado desde el 19 de febrero al 31 de marzo de los 10.083 puntos a los 6.785.
“Por último, es importante que se mantenga controlada la prima de riesgo, factor en el que está ayudando el BCE, dado el aumento del déficit y deuda, y la necesidad de que se sigan financiando a tipos muy bajos”, recuerdan desde el Consejo General de Economistas.