De acuerdo con la más reciente encuesta global a administradores de fondos de BofA Merrill Lynch, los inversionistas ven una recesión en Estados Unidos como el mayor “riesgo de cola” global.
Sin embargo, es sólo el 18% de los inversionistas quienes piensan esto y el equipo del banco considera que «una recesión en Estados Unidos es poco probable, aunque nos preocupa la debilidad en el sector manufacturero estadounidense, ya que podría debilitar el crecimiento en el sector manufacturero mexicano. Como resultado, vemos el balance de riesgos sesgado a la baja para nuestro pronóstico, ya por debajo del consenso, de 2,25% de crecimiento para el PIB…el escenario base de crecimiento para Estados Unidos este año es de 2% interanual, aunque con la producción industrial sin aumentar su nivel respecto al año anterior».
Aunque la proporción de los inversionistas que ven a la recesión en Estados Unidos como el mayor riesgo de cola está por debajo del 26% de la encuesta de febrero, todavía es una porción significativa, ya que casi 1 de cada 5 inversionistas globales lo considera el mayor riesgo. Según el banco, «una recesión en Estados Unidos, si es que ésta ocurre, sería un riesgo importante para el PIB de México ya que casi todas las recesiones en Estados Unidos han estado acompañadas por recesiones (o crisis) en México, con la más reciente excepción siendo la recesión en Estados Unidos a principios de la década de los 90… Desde nuestra perspectiva, la debilidad en el sector industrial es lo que ha provocado la mayor parte de las preocupaciones en torno a una potencial recesión en Estados Unidos. Vemos una recesión como poco probable dado que el sector servicios representa el 80% de la economía estadounidense y dicho sector continúa teniendo un sólido crecimiento».
La debilidad en el sector manufacturero de Estados Unidos es resultado de la debilidad en las exportaciones, que a su vez parecen ser consecuencia de un crecimiento global débil y un dólar fuerte causado en parte por las políticas monetarias divergentes entre Estados Unidos y otros grandes bancos centrales, lo cual es probable que continúe o inclusive aumente en los próximos meses. Mientras tanto y según Banxico, el 10% de las exportaciones manufactureras totales de México hacia Estados Unidos son bienes intermedios utilizados para la producción en Estados Unidos. Por lo que una debilidad en la manufactura en Estados Unidos es «un claro riesgo para la producción industrial de México. La depreciación del peso mexicano todavía no ha tenido un impacto significativo sobre las exportaciones, aunque el efecto podría ser mayor en los próximos meses, en parte porque México es ahora más atractivo para inversiones en manufactura dada la reducción de salarios en dólares y la reciente deflación en los sectores eléctrico y de telecomunicaciones».