La curva de tipos a 10 años de los treasuries de EE.UU. ha caído por debajo de la de dos años por primera vez desde la recesión de 2008. Esta inversión se ve a menudo como una señal de recesión, que en las décadas recientes ha ocurrido como máximo dos años después de la misma. Aunque Andrea Iannelli, director de Inversiones en renta fija en Fidelity International, no espera una recesión inminente, la casuística para más recortes de tipos en EE.UU. se vuelve más fuerte.
Estados Unidos ya ha visto otras partes de la curva de tipos invertidas, con la tasa a 10 años cayendo por debajo de la de tres meses varias veces en los últimos 12 meses. Pero esta es la primera vez en una década que los inversores han visto la inversión de 2 años/10 años, un indicador de recesión más preciso que la relación de 3 meses/10 años.
Esto ha ocurrido a pesar del anuncio del presidente Trump de que muchas importaciones chinas (principalmente relacionadas con el consumo) estarían exentas temporalmente de aranceles. Sin embargo, el alivio para los mercados se ha mostrado de corta duración y los rendimientos han bajado de nuevo debido a los datos de ventas minoristas chinas y el crecimiento trimestral negativo alemán.
En este contexto de desaceleración del crecimiento global y una temporada de ganancias mixtas en Estados Unidos, los mercados esencialmente le están diciendo a la Fed, a través de la curva de tipos, que puede tener que hacer más. Dado que ya se descuenta que lo hará, será difícil para la Reserva Federal rebajar las expectativas del mercado: al menos tendrá que mantener una postura moderada reduciendo los tipos aún más y posiblemente más rápido. En estos momentos, el equipo de renta fija de Fidelity International, espera uno o dos recortes más este año.
En Fidelity International siguen positivos con los bonos del Tesoro de EE.UU., aunque han tomado algunos beneficios dado el tamaño de las ganancias recientes. Si bien no ven signos inmediatos de recesión en EE.UU., esperan que la Fed pase por alto un repunte de la inflación subyacente en julio y datos de consumo aún sólidos, y relaje aún más su política para mantener controlados los yields.