La mejora de la panorámica de crecimiento de los mercados emergentes es principalmente achacable al repunte del comercio internacional que se inició en noviembre y a la recuperación de la construcción en China desde comienzos del pasado año. En este punto, los expertos de NN Investment Partners creen que el crecimiento de la demanda interna es por el momento bastante tenue en las economías de países emergentes, principalmente debido al desapalancamiento que tiene lugar en la mayoría de estas regiones.
Eso sí, advierten, las condiciones financieras siguen mejorando, gracias a unos sólidos flujos de entrada de capitales, que están llamados a deparar una aceleración del crecimiento de la demanda interna en los emergentes en los próximos trimestres. Desde marzo han podido observarse alentadores síntomas de recuperación del crecimiento del crédito en estos países.
“Anticipamos que los flujos de capitales dirigidos a los emergentes seguirán siendo importantes en los próximos meses. Los últimos acontecimientos políticos en Estados Unidos apuntan a un menor riesgo de que la Reserva Federal de inicio a una política monetaria más restrictiva”, apuntan en su último análisis semanal.
Un motivo adicional para la firma es que, aunque el crecimiento chino ha empezado a ralentizarse, no han detectado señales de una abrupta corrección de los niveles de actividad. Las autoridades de Pekín han endurecido sus controles sobre los flujos de capitales, por lo que el riesgo de una depreciación descontrolada del yuan es ahora menor.
Entono favorable
De esta forma, con una dinámica de crecimiento en los emergentes todavía propicia y unas condiciones financieras cada vez más favorables, NN IP mantiene unas perspectivas muy favorables para la renta variable en estos países y cree que las recientes turbulencias en Brasil son un caso aislado.
“Para la renta variable de los mercados emergentes, lo más importante son las perspectivas de crecimiento inmediatas de los propios países emergentes, así como los factores internacionales clave que determinan el entorno en que el que se desenvuelven. Aunque los factores que determinan los flujos de capitales hacia los emergentes deberían de mantenerse favorables (riesgo de Fed, China), últimamente los revulsivos del comercio internacional y los precios de las materias primas han experimentado un cierto deterioro”, puntualiza el análisis de NN IP.
La evolución de China
Las autoridades chinas empezaron a endurecer sus políticas en el último trimestre de 2016, centrándose inicialmente en el sector inmobiliario, aunque posteriormente también se ocuparon de la financiación del conjunto de la economía por el sistema bancario en la sombra.
“Desde entonces, el crecimiento del crédito se ha ralentizado en unos 5 puntos porcentuales, registrándose además un cierto enfriamiento de los indicadores inmobiliarios. Hasta ahora, el crecimiento de los precios y las ventas del sector inmobiliario chino han exhibido aguante, si bien la creciente preocupación que suscitan las perspectivas de crecimiento de la construcción ha tenido su reflejo en el deterioro generalizado de los precios del mineral de hierro, el acero y los metales industriales”.
Esta dinámica favorable, cree la firma, podría ser difícil de mantener. “Desde abril hemos asistido a un deterioro más generalizado de los datos chinos, que previsiblemente se prolongará en los próximos meses. Los responsables económicos siempre pueden ajustar sus políticas y suavizar su endurecimiento si consideran que la economía se ralentiza demasiado rápido. No obstante, la tendencia del crecimiento chino ha entrado en negativo, siendo poco probable que vuelva a cambiar su orientación en los próximos trimestres. Eso es un obstáculo para que el crecimiento del comercio internacional mantenga una dinámica favorable. Ya hemos visto cómo los últimos datos comerciales publicados en Asia –los pedidos de exportación de abril de Taiwán y las exportaciones coreanas de los 20 primeros días de mayo– apuntan a que la demanda mundial habría empezado otra vez a ralentizarse”, concluyen.