La Comisión Europea ha hecho pública su intención de comprometerse a complementar su plan de acción de finanzas sostenibles de 2018, “ante los avances observados en todo el mundo desde entonces y el mejor entendimiento en la materia”, según ha indicado en su comunicado.
“La nueva estrategia de finanzas sostenibles de la Comisión Europea recoge un conjunto de iniciativas destinadas a hacer frente a los retos ambientales, al mismo tiempo que incentive la inversión en productos sostenibles y la inclusión de las pymes en la transición hacia una economía sostenible”, explican desde finReg360.
Para lograr esta actualización de su plan, la Comisión Europea ha introducido una nueva fase en su estrategia de transición hacia una economía sostenible. La estrategia se divide en cuatro áreas de actuación: reforzar las herramientas y políticas para contribuir a la transición hacia una economía sostenible y alcanzar los objetivos ambientales; mejorar la inclusión de las pequeñas y medianas empresas (pymes), los consumidores y los inversores minoristas en las finanzas sostenibles; aumentar la resiliencia del sistema financiero para que contribuya a los objetivos del Pacto Verde Europeo, a la vez que se logra reducir el greenwashing; y promover una agenda de finanzas sostenibles global.
Principales novedades
Entre las novedades introducidas, finReg360 señala, entre las más relevantes, la financiación de los planes de transición hacia una economía sostenible. En este sentido, “el objetivo principal es extender el marco normativo a los flujos de capital intermedios para alcanzar la sostenibilidad”, explican.
Para ello, la Comisión propone apoyo legislativo para financiar las actividades económicas que contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (es decir, del sector energético); extender los criterios de la taxonomía a las actividades económicas de nivel intermedio en términos de sostenibilidad; desarrollar actos delegados adicionales de la taxonomía que recojan. Sobre esto último los actos delegados serían nuevos sectores, como la agricultura y determinadas actividades energéticas; los cuatro objetivos medioambientales restantes de taxonomía (uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos, transición hacia una economía circular, prevención y control de la contaminación, y protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas); la definición de un marco estandarizado de ecoetiquetas para los instrumentos financieros y referencias ASG, así como en los folletos de los productos sostenibles.
La segunda novedad introducida es la inclusión de las finanzas sostenibles en pymes, consumidores e inversores minoristas. En este sentido, La Comisión considera que estos colectivos (pymes, consumidores e inversores minoristas) tienen un papel fundamental en la transición hacia una economía sostenible y propone una serie de acciones:
- Solicitar una opinión a la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas inglesas) sobre el acceso a los préstamos e hipotecas verdes.
- Integrar la información ASG en la estrategia europea de datos y valorar acciones adicionales, junto con la plataforma de finanzas digitales, para conseguir soluciones innovadoras en el uso de la tecnología.
- Identificar posibles deficiencias en la protección de los seguros ante catástrofes naturales, junto con la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, en siglas inglesas).
- Reforzar el seguimiento del gasto en mejoras del clima y la biodiversidad, y ofrecer medidas de apoyo a los países europeos con intención de reorientar sus presupuestos hacia objetivos ecológicos.
- Organizar una cumbre anual sobre inversiones sostenibles antes de la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-26).
“Además, se confirma la publicación del informe preliminar sobre la taxonomía para actividades económicas con objetivos sociales a finales de este año”, añaden desde finReg360.
Por último, el plan tiene presente la resiliencia del sistema financiero. Para ajustarse en mayor medida al Pacto Verde Europeo, es necesario reforzar el sector financiero para que contribuya a la mitigación de los riesgos del cambio climático y de la degradación del medio ambiente. Para alcanzar este objetivo, la Comisión Europea propone cuatro siguientes pasos:
- Acordar, conjuntamente con el EFRAG,3 la ESMA y la IASB,4 la integración de los riesgos de sostenibilidad en las normas de información financiera.
- Tomar medidas para que los riesgos ASG se reflejen sistemáticamente en las calificaciones crediticias.
- Integrar los riesgos de sostenibilidad en los sistemas de gestión de riesgos de los bancos. Para ello, se propone modificar el marco normativo de requerimientos de capital (CRR5 y CRD IV6, por sus siglas en inglés).
- Introducir modificaciones en la directiva Solvencia II7 para integrar de forma coherente los riesgos de sostenibilidad en la gestión de riesgos de las aseguradoras.
- Reforzar la estabilidad financiera a largo plazo con la evaluación periódica de los riesgos ASG, los instrumentos macroprudenciales y las pruebas de resistencia.
Por último, se incluyen propuestas para mejorar la contribución del sector financiero a la sostenibilidad, como por ejemplo incrementar la transparencia en la divulgación de los objetivos de sostenibilidad de las instituciones financieras; solicitar a la EIOPA la revisión de los deberes fiduciarios de los fondos de pensiones y de los inversores para reflejar los impactos de las acciones por la sostenibilidad; o estandarizar en mayor grado las calificaciones AS.
“Finalmente, la Comisión recuerda que estamos ante un problema global que requiere una acción conjunta por todos los países. Para ello, buscará un consenso en esta materia en los foros internacionales y en la Plataforma Internacional de Finanzas Sostenibles (IPSF, por sus siglas inglesas), al mismo tiempo que apoyará a los países en vías de desarrollo en el camino hacia una economía más sostenible”, añaden desde finReg360.
En 2018, la Comisión Europea aprobó un plan de acción sobre finanzas sostenibles, a raíz del Acuerdo de París sobre el cambio climático de 2016. A continuación, creó un grupo de expertos que lanzó una batería de propuestas regulatorias. Según explican desde finReg360, hasta la fecha, la Comisión trabaja en los siguientes desarrollos normativos: criterios sobre la taxonomía de las actividades sostenibles; requerimientos de divulgación de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (en adelante, ASG) para las empresas financieras y no financieras; y herramientas de inversión sostenible, incluyendo índices de referencia sostenibles y la definición de estándares internacionales y ecoetiquetas”.