Con la actual política de tipos de interés: ¿es interesante apostar por la renta fija? Esta es la pregunta que Santalucía AM ha intentado resolver en su último encuentro online. 2020 nos llevó a la mayor caída de las bolsas de la historia y, según recuerda Beatriz Franganillo, responsable del canal institucional de Santalucía AM, también demostró la importancia de tener posiciones en renta fija de calidad para proteger las carteras de la volatilidad.
En Europa, cerca del 80% de los bonos tienen rentabilidades negativas y de los vencimientos a cuatro años solo el 6% tiene rentabilidades superiores al 0,2%. Por lo que, según asegura Franganillo, los inversores tienen garantizada la pérdida de poder adquisitivo a no ser que lo remedien. “Sin embargo, estamos convencidos de que incluso en estos periodos de bajos tipos hay que tener renta fija porque aporta descorrelación, diversificación y rentabilidad”, sostiene.
Una recomendación a la que se une Luis Merino, responsable del área de renta fija de Santalucía AM: “Pensamos que la renta fija siempre debe tener cabida en las carteras como complemento y como un activo para aparcar liquidez o abordar diferentes objetivos”. Asimismo, los expertos han señalado a la gestión activa como la estrategia perfecta para invertir en este contexto de tipos de interés negativos. “Tiene más sentido que nunca una gestión dinámica y activa de la renta fija que busque nichos y oportunidades”, insiste Merino.
Los riesgos que debemos vigilar
La recuperación económica está marcada por la evolución de las vacunas. Teniendo en cuenta este factor, EE.UU. conseguirá la inmunidad de grupo rápido, por lo que se espera que el crecimiento americano sobrepase los niveles pre COVID-19 pronto. Algo que en Europa veremos llegar más tarde.
Los impulsos fiscales y monetarios siguen ahí, y, según prevé Merino, tendremos crecimientos previstos del 6% a nivel mundial este año y al 4% el año que viene, muy superiores a los de los últimos 10 años. “El mercado está con las luces largas y está viendo que nos recuperamos, por lo que está poniendo en precio una recuperación potente, con políticas fiscales y monetarias muy potentes que siguen desplegadas”, explica.
Entre los temas que hay que vigilar, el experto pone en su punto de mira a las mutaciones y retrasos en las vacunas y el tapering: “La Fed ha dicho que no subirá tipos hasta 2023, pero en 2021 es posible que haga un tapering, es decir que module a la baja la compra de bonos y, por lo tanto, el mercado no esperará a que suban tipos y se anticipará poniendo en precio las subidas de tipos”, señala. “El riesgo es que los bancos centrales vayan normalizando sus políticas, aunque en el BCE lo vemos más lejano”.
En este sentido, Merino recuerda que los bancos centrales nos dicen que el crecimiento de la inflación que vamos a tener es temporal, aunque es algo que el mercado no cree. “Es verdad que Powell decía que hay unas fuerzas globales deflacionistas (envejecimiento, globalización, tecnología), pero también es cierto que las medidas de política monetaria y fiscal desplegadas son históricas, por lo que es difícil evitar que la inflación suba”, apunta.
Asimismo, el experto advierte de que esta crisis nos dejará niveles de deuda muy elevados. “Los gobiernos van a tener que seguir emitiendo muchos bonos y habrá mucha presión de papel que de momento están absorbiendo los bancos centrales, pero para los próximos años será brutal”, pronostica.
¿Dónde invertir en renta fija?
En general, este año los retornos en renta fija han sido negativos, sobre todo en los tramos superlargos, según señala Merino. Ante esta situación, el experto recomienda una gestión activa que “te proteja en este año de transición de un contexto de tipos de interés adverso”.
En cuanto a calificación, la entidad considera que el bono AA está bastante caro en términos históricos, pagando tan solo 5 puntos básicos más que el AAA. En este sentido, mantienen infraponderación en el crédito de mayor calidad, más ligado a tipos. Además, defienden que el BBB sigue siendo atractivo en términos relativos.
Dentro de sectores, están sobreponderados en crédito y dentro del crédito en financieros. “Después de 10 años los bancos han conseguido balances muy sólidos, robustos y la probabilidad de default es mucho menor que en el resto de los sectores”, argumenta Merino. En este sentido, siguen fuera de sectores muy afectados por la pandemia, cuya probabilidad de default sigue empeorando (aerolíneas, viajes, turismo).
En high yield están cautos: “La valoraciones son agresivas y no descartamos que haya compañías que tengan problemas”, señala. Por países, la entidad está infraponderada en renta fija emergente y guarda predilección por los países nórdicos. “Dentro del mundo de renta fija, donde queremos rentabilidad y solvencia, hay una parte que tenemos en países nórdicos a través de bancos de máxima calidad. Creemos que son países muy potentes donde pueden apoyar a familias y empresas y han pasado la crisis con recesiones más suaves”, justifica.
La fiebre de la ESG
Santalucía AM está sobreponderada en bonos verdes, pero advierte que, aunque aún es un activo escaso – suponen un 5% del universo de investment grade y un 10% en los híbridos- la demanda seguirá subiendo.
A pesar de que el movimiento de las finanzas sostenibles esté liderado por Europa, Merino recuerda que Biden ya ha dejado clara su intención de retomar la sostenibilidad como un pilar en Estados Unidos, por lo que alerta de que aún hay mucho camino que recorrer en materia de inversión ESG.