La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la CEPAL, dio a conocer en Santiago de Chile las estimaciones recogidas en su reporte “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2015”. La CEPAL hizo públicas sus perspectivas sobre las economías de América Latina y el Caribe, proyectando un retroceso del 0,4% en promedio en 2015 y un crecimiento de solo un 0,2% para 2016.
“Es necesario retomar el crecimiento y revertir el ciclo contractivo de la inversión en un contexto de lenta recuperación mundial y caída en el comercio”, declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, que mencionaba el complejo escenario global como parte de los problemas económicos de la región.
En sus declaraciones, Alicia Bárcena destacó que en el contexto actual las políticas fiscales activas adquieren una mayor relevancia, promoviendo ajustes en el gasto público, con un mayor cuidado de su composición para evitar excesivos recortes en la inversión pública y el gasto social. “Es necesario revisar la estructura de subsidios a los combustibles y los incentivos tributarios, buscando potenciar instrumentos de promoción de inversiones y financiación del gasto social; y reducir la evasión/elusión de impuestos, que en promedio equivale 6,3 puntos del producto interno bruto (PIB) regional, es decir, 320.000 millones de dólares”.
Varios frentes
Según el informe de la CEPAL, la región deberá enfrentar en 2016 diversos escenarios y riesgos de la economía mundial, que sin duda condicionarán su desempeño económico. En el frente externo, se prevé que el crecimiento global se mantenga lento y llegue al 2,9%, mientras que persiste la incertidumbre sobre China, uno de los principales socios comerciales de la región, país que a su vez continuará una desaceleración en su economía hasta el 6,4%. A la incertidumbre sobre la economía mundial se agrega el bajo crecimiento del comercio global (1,5% en 2015 y 2,5% estimado para 2016). Además, los precios de las materias primas que la región exporta se mantendrán bajos, con lo que América Latina y el Caribe volverían a mostrar en 2016 un deterioro en sus términos de intercambio, especialmente en países exportadores de hidrocarburos y minerales.
En materia financiera, la CEPAL explica que en 2016 persistirán la volatilidad y la incertidumbre observadas en 2015, con lo que algunas economías emergentes seguirán teniendo dificultades para obtener recursos en los mercados internacionales. A esto se suma la persistente apreciación del dólar y el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos.
La región seguirá marcando una fuerte disparidad en el crecimiento de los países que la componen. Mientras América Central crecerá en torno al 4,3% en 2016, América del Sur anotará una contracción del 0,8% en su producto interno bruto, explicada principalmente por los retrocesos esperados de Brasil con un -2%, y Venezuela con un -7%. Y se espera que el Caribe de habla inglesa, en tanto, crecerá un 1,6%.