El banco central de la tercera mayor economía del mundo ha cambiado su pronóstico anterior de un crecimiento modesto a un panorama más sombrío. La economía de Japón se contraerá un 0,5 por ciento durante el año fiscal que finaliza en marzo, según el Banco Central del país. Estas previsiones suponen un punto porcentual menos respecto a la previsión anterior realizada en octubre del año pasado, que adelantaba un crecimiento del 0,5 por ciento.
Y todo mientras el país busca crecer un 2,1% de cara al año fiscal que acaba en marzo de 2016, por encima de las previsiones de octubre de 2014 del 1,5%, explican los expertos de Investec en un informe de mercado.
El Banco de Japón puso fin a la reunión de su comité de política monetaria la semana pasada, recuerdan desde Investec, sin haber registrado ningún cambio importante en sus medidas de ultraflexibilización. Sus compras masivas de activos están inyectando miles de millones de yenes en la economía de Japón cada mes para tratar de superar la deflación crónica y estancamiento económico.
Economía en recesión
Pero el hecho es que la economía está en recesión después de que el Gobierno aumentará el impuesto al consumo en abril de 2014, una medida que ha deprimido la demanda.
En un comunicado, el gobernador del banco central, Haruhiko Kuroda, afirmó que «la economía de Japón ha seguido recuperándose moderadamente, y los efectos tales como la disminución de la demanda por la subida del impuesto sobre el consumo se han ido desvaneciendo en su conjunto».
Kuroda añadió que las exportaciones, durante mucho tiempo el pilar de la economía japonesa, han mostrado signos de recuperación, y que «la inversión fija en las compañías ha seguido una tendencia creciente moderada gracias a la mejora de los beneficios empresariales han mejorado». Las buenas noticias también corrieron a cargo de los datos de la inversión pública, el consumo privado, los ingresos personales y la inversión en vivienda.
«En el contexto de esta evolución de la demanda, tanto doméstica como en el extranjera, la producción industrial ha tocado fondo«, dijo el comunicado.
Las previsiones de inflación también han caído
El Banco de Japón espera que la inflación aumente en 2,9% a finales de marzo, cuando se cierra el año fiscal, una estimación que rebajó las previsiones oficiales realizadas en octubre, cuando se esperaba que el dato fuera del 3,2%. En este sentido, afirman los expertos de Investec, la entidad citó la caída de los precios de la energía como uno de los principales factores. Así, mientras para unos es una buena noticia, para la economía nipona, la caída de los precios del crudo solo viene a ser un quebradero de cabeza más.
Cuando los efectos del aumento de impuesto sobre el consumo desaparezcan, el Banco de Japón cree que la inflación será del 0,9% a finales de marzo, frente a las previsiones de octubre.