El gasto de los consumidores estadounidenses se ha revisado a la baja durante los cuatro primeros meses del año, y en mayo se ha registrado una contracción total, lo que deja señales preocupantes en la economía estadounidense.
Las nuevas subidas de los tipos de interés y la continua reducción del poder adquisitivo hacen que las previsiones de crecimiento se reduzcan y que aumente el riesgo de recesión, dice un analisis del banco holandés ING.
El informe de ingresos y gastos personales de mayo ofrece algunas buenas noticias, ya que la medida de inflación preferida por la Fed, el deflactor del PCE básico, se redujo del 4,9% al 4,7% interanual, frente a la previsión de consenso del 4,8%, pero el frente de la actividad no es agradable, agrega el informe.
“Tras las grandes revisiones a la baja de los datos del gasto de los consumidores del primer trimestre de ayer, está claro que el sector del consumo no es tan resistente como esperábamos”, comentan los expertos de ING Bank.
El gasto en bienes está muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia, mientras que el gasto en servicios se sitúa ligeramente por encima. Era esperable que la cifra de bienes “iba a ser pobre”, dadas las cifras de vehículos y ventas al por menor ya publicadas, “pero estamos un poco decepcionados de que los servicios no tuvieran un mejor rendimiento, dados los datos sobre el movimiento de personas de Google y los datos de pasajeros aéreos que habían sugerido que la gente estaba en movimiento y gastando dinero”, reflexionan.
Según el informe, el descenso de la inflación subyacente es alentador, pero en el 4,7% sigue siendo más del doble del objetivo del 2%.
“La Fed ha dejado claro que está dispuesta a sacrificar la actividad para controlar la inflación, por lo que la perspectiva de subidas agresivas de tipos no se ve mermada. La confianza de los consumidores ya es frágil, mientras que el mercado de la vivienda emite sonidos chirriantes, y con más subidas de los tipos de interés por venir y la reducción de la capacidad de gasto por los precios de la gasolina, que no es probable que se alivie pronto, las perspectivas del gasto de los consumidores en el segundo semestre se están deteriorando. Hay una amenaza muy clara de que la perspectiva de recesión sea un escenario de finales de 2022 y no de principios de 2023”, concluye el informe de ING.
Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha afirmado en su útlima intervención en el evento organizado en Portugal que existen vías para que su organismo endurezca la política monetaria sin sumir al país en una recesión, aunque ha alertado de que no existen garantías de que puedan lograrlo.
En el evento al que fue invitado por el Banco Central Europeo (BCE), el presidente ha indicado que el plan de los banqueros centrales pasa porque el país cierre el año con crecimiento positivo. Pero ha alertado: «No hay garantías de que podamos lograrlo», consigna un informe de Criteria.
Respecto a ese endurecimiento de la política monetaria, la Fed realizó recientemente la subida de tipos más grande de una sola vez desde 1994, aumentando 75 puntos de una sola tacada y llevando los tipos al 1,5%.
Se espera que el próximo mes la institución monetaria replique esta medida, tal y como ha propuesto este jueves la presidenta de la Fed de Cleveland.