El departamento de Research de Deutsche Bank considera que el impulso económico sigue siendo sólido, sin embargo mantiene una visión cautelosa dado la situación política y la debilidad en la inflación en Estados Unidos y Europa. “El impulso económico sigue siendo sólido, el precio de las comodities sube y los rendimientos son bajos en relación con las métricas de valoración a medio plazo”, apunta en su último informe sobre renta fija.
Para este equipo de investigación el ritmo de crecimiento aún es robusto. Haciendo un repaso geográfico, considera que la economía estadounidense sigue desafiando las predicciones de «fin de ciclo» y las expectativas de inflación siguen siendo decepcionantes. En cambio, en Europa está impulso de crecimiento “está más estabilizado y es saludable”.
La entidad defiende que los rendimientos actuales son demasiados bajos en comparación con el entorno macro actual, en parte a aspectos como el efecto del régimen QE. “La desviación actual entre los bonos del tesoro de Estados Unidos a diez años y los PIMs puede estar marcada por fenómenos como el Brexit, pero históricamente esta desviación se ha corregido por los movimientos de los tipos de interés”, apunta en su último informe Deutsche Bank.
En su opinión, la prima de riesgo de bonos también es muy ajustada y se ve altamente afectada por los riesgos políticos, de inflación y la demanda de la oferta. Según explica, “en este momento, la prima de riesgo de bonos es demasiado baja. Históricamente, una prima de bajo riesgo ha indicado un aumento subsiguiente en 5Y5Y OIS durante los próximos 12 meses”.
Riesgos políticos
Uno de los asuntos que ahora mismo priman en la agenda política de los Estados Unidos es la aprobación del techo de gasto, un evento que el mercado vive con cierto riesgo después de que Trump amenazara con cerrar el gobierno para avanzar en su agenda de financiación de la muralla. Por ahora, el Presidente Trump ha logrado acordar con en el Congreso una prórroga de los presupuestos y del techo de deuda durante tres meses. Acuerdo al que llegó a principios de septiembre, pero que solo aplaza la situación a fin de año.
“Para evitar un cierre, el Congreso debe aprobar nueva legislación, ya sea en forma de presupuesto completo o una resolución continua, para el 30 de septiembre. Como el techo de la deuda está arraigado en el proceso presupuestario, un acuerdo tácito de permitir el vencimiento del plazo sin un la resolución presupuestaria aumenta el riesgo principal del techo de la deuda no se levantará a tiempo para evitar un default del Tesoro de los Estados Unidos”, explican desde la entidad.
Según recuerdan desde Deutsche Bank, históricamente, la incertidumbre sobre la aprobación del techo de gasto se suele manifestar en el mercado dos semanas antes de la fecha límite y se convierte en un riesgo fuera de mercado: “Tasa más bajas, una curva más plana, mayor volatilidad de la renta variable, pero también spreads de swap más ajustados”, señala en su último informe.