En el último informe de perspectivas económicas regionales del Fondo Monetario Internacional, se prevé que la economía de Latinoamérica se contraiga un 0,5% en 2016, señalando dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde la crisis de la deuda latinoamericana de 1982 a 1983.
Esta tasa, sin embargo, enmascara el hecho de que muchos países continúan creciendo, de una forma modesta pero firme, mientras un número pequeño de economías, que representan alrededor de la mitad de la economía de la región, se enfrentan a una recesión principalmente por motivos domésticos.
La desaceleración en la actividad refleja la débil demanda externa, mayores caídas en los precios de las materias primas, condiciones financieras volátiles y para algunos países importantes desajustes internos y rigideces.
Al mismo tiempo, algunos de los países han continuado experimentando una gran depreciación en sus monedas, principalmente como resultado del deterioro de los términos de comercio y balanza exterior. Para 2017, el FMI espera que la región repunte a un 1,5% de crecimiento.
Disparidad Regional
Brasil está sumido en una gran recesión y la actividad económica se ha contraído en un 3,8%, al mismo ritmo que en 2015, debido a problemas económicos y políticos. El crecimiento en Chile se espera que se desacelere a un 1,5% en 2016, reflejando una menor confianza y un bajo nivel de inversión en el sector minero. Por su parte, Argentina y Venezuela se enfrentan a una contracción del 1% y el 8% en 2016, respectivamente. En cualquier caso, las perspectivas de crecimiento de Argentina en el medio plazo mejoraron notablemente gracias a las reformas efectuadas para eliminar distorsiones y desequilibrios internos, así como para corregir los precios relativos.
En Perú, se prevé que el crecimiento siga en aumento en 2016, al 3,75% impulsado principalmente por la inversión en el sector minero.
Las perspectivas de crecimiento para México y América Central se mantienen relativamente solidas en tanto en cuanto Estados Unidos continúa creciendo. Para México, se espera un crecimiento moderado del 2,4% para 2016 y para los países de América Central, se espera que un crecimiento del 4,25%. En el Caribe, las perspectivas de crecimiento siguen siendo favorables para los países que dependen del turismo. En cambio, las perspectivas de crecimiento se están deteriorando para las economías dependientes de las materias primas.
Riesgos a la baja
El informe de FMI señala cuatro factores de riesgo para la región. El primero, sería una desaceleración mayor de lo esperada en China, que sigue siendo una de las mayores vulnerabilidades de la región, ya que entre el 15% y el 25% de las exportaciones de Brasil, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela tienen como destino al gigante asiático.
En segundo lugar, de nuevo la prolongada caída de los precios de las materias primas. En tercer lugar, estaría la preocupación porque empeore la situación de Brasil y disminuya la demanda de exportaciones entre los socios comerciales de la región. Y, por último, en cuarto lugar, existe la posibilidad de que la recuperación de la inversión sea más lenta de lo proyectado si las condiciones financieras más restrictivas de las empresas derivan en ajustes en los balances de las empresas.