“Esta crisis es nueva. Muchos de los grandes administradores de fondos hablan de que es el “new normal” y, lamentablemente, es muy difícil extrapolar la experiencia del pasado y proyectarla para resolver la situación actual. Mirar el retrovisor ya no ayuda. Estamos haciendo camino al andar y parte de la prudencia viene de ahí: de que el camino es nuevo”. Así resume Darío Epstein el entorno actual y la actitud de espera –con el efectivo preparado- de los inversores. Pero, igual en la vida que en los mercados, el que no arriesga, no gana, reflexiona. Epstein es director de Research for Traders y se ha incorporado recientemente al Advisory Board que Biscayne Capital creó a principios de año.
Preguntado por el objetivo de su incorporación a la firma, Epstein explica que la banca privada se encuentra en una etapa muy dinámica empujada por varios factores, siendo el más importante de ellos el regulatorio. Como consecuencia, en los últimos meses el departamento de compliance de las instituciones se ha fortalecido notablemente. En segundo lugar, está el tema fiscal o tributario, que ha hecho que tanto los Estados Unidos – a partir de FATCA-, como el resto de países se hayan focalizado en tratar de eliminar los loop holes, o paraísos fiscales, que faciliten la evasión de impuestos. En ese marco, el desarrollo comercial de las redes de wealth management plantea un desafío al que la industria está respondiendo. Su experiencia, como ex regulador y en el análisis de mercado, permite que la organización se focalice en estos nuevos aspectos y él aporte tanto su input personal como el de su empresa para poder trabajar de forma más eficiente en la administración de las carteras y recomendaciones de inversión.
¿Qué productos son más interesantes para los clientes tipo de Biscayne Capital en el entorno actual de mercado?
En este contexto (China desacelerando, Estados Unidos con alta probabilidad de subir tasas, caída de los precios de las commodities, la devaluación por parte de China), hoy estamos añadiendo cobertura y protección a las posiciones largas y manteniendo liquidez en reserva, aunque cada perfil, objetivos y apetito de riesgo tiene su recomendación específica.
Efectivamente, los últimos días nos hemos despertado con varias devaluaciones consecutivas del renminbi y los precios de las materias primas en mínimos históricos, ¿hasta dónde puede llegar?
China pateó el tablero y sorprendió a todos. Si bien la devaluación no es importante, el impacto sobre todas las variables que tuvo a posteriori sí, ahondando la crisis en los mercados de divisas y acciones de países emergentes en especial, que hoy son menos competitivos para exportar a China. Ni siquiera el Banco Popular de China pudo detener la tendencia indicando al tercer día que no hay base para una depreciación adicional del yuan (en torno a USDCNY 6.40) debido a los sólidos fundamentos económicos del país. Precisamente eso es lo que se está cuestionando en los mercados. Al cierre del pasado jueves se dieron tres jornadas de devaluación. Es cierto que la fuerte posición fiscal y de las reservas internacionales proveen un buen soporte para el tipo de cambio, pero la desaceleración es mayor a la que se creía que era y la devaluación fue un recurso de última instancia.
Me preocupa pensar que China pueda abandonar el desarrollo del mercado doméstico -que es su punto de inflexión para poder crecer internamente- y devalúe su moneda a los efectos de hacer más competitivo su sector externo y sus exportaciones. Hay dos referencias (yen y euro) que han devaluado fuerte en los últimos años y con las monedas de países emergentes en franca depreciación respecto al dólar, era esperable que China tomara alguna medida compensatoria.
Por lo que respecta a los precios de las materias primas están muy bajos, mi opinión es que están encontrando su punto en el que sostenerse y esperamos algún rebote técnico no muy importante. Lo que sí vemos es que las acciones de países emergentes, exportadores netos de commodities, todavía tienen un margen de caída amplio, medido en función de múltiplos, pudiendo caer otro 15%-20%.
El Shangay Composite ya ha perdido 3.400 billones de dólares y ha recibido inyecciones de 900.000 millones de renminbis, según Goldman Sachs,quien dice que el regulador todavía dispone de más de 160.000 millones de dólares adicionales: ¿tendrá que utilizarlos?
Depende. China está invirtiendo dinero en el mercado para evitar pérdidas, a través de compras o provisiones al short selling. Evidentemente el mercado chino ha sido impactado por dos factores: la incorporación de millones de nuevas cuentas de sus habitantes mensualmente y, segundo, cierto descontrol en el marging lending que ha llevado los precios de las acciones a una burbuja, a contramano de lo que iba pasando en la economía real. Según algunos expertos del mercado chino este mercado es extremadamente trend follower. En este caso, las pérdidas no han sido mayores porque muchas empresas han suspendido cotizaciones y ahora está en manos del regulador poder calmar los mercados. Como yo publicaba hace unos días los chinos han descubierto que el capitalismo no es fácil.
También los analistas de Goldman creen que el índice oscilará entre los 3.000 y 4.000 a corto plazo. ¿Es posible?
Sí y solo si el regulador sigue participando del proceso. Si corta los 3.400 no tiene resistencia importante hasta los 2.800. Si el regulador no participa se romperá la barrera de los 3.000. Aunque puede haber un cambio brusco a raíz de una devaluación más agresiva; si la moneda empieza a devaluar puede cambiar la tendencia del mercado.
¿Qué añade a esta situación el supuesto inicio de subidas de tipos por parte de la FED?
Si la FED empieza a eliminar los estímulos, se producirá un impacto negativo en el crecimiento global y la fortaleza del dólar aumentará. El impacto de una subida de un cuarto de punto se licuará en los primeros dos meses. Si el mercado sube, se corre el riesgo de que más inversores sigan la tendencia y entremos en un periodo de mercados más complicados a mediados de 2016.
¿Qué supondrá para las bolsas del continente americano?
El efecto se extenderá. Brasil está siendo muy castigado. Sus vecinos (Colombia, Perú) verán el impacto en la región y en Venezuela, donde el petróleo es el punto fuerte, tendrá gran efecto. Es muy difícil en la región encontrar países que queden aislados. En materia de monedas y de precio de commodities hemos visto lo peor. Si bien hay margen de depreciación, nos estabilizaremos en esta situación. Algunas monedas ya han devaluado, podríamos estar encontrando un punto de equilibrio del real en el entorno del 3,50. Igual con las commodities. No así con las acciones, que todavía pueden caer.
¿Qué mercados y sectores de LatAm ofrecen menor riesgo?
En este momento nuestra posición es más conservadora en América Latina.
Brasil está en un proceso muy complicado entrando en recesión con proyección de crecimiento negativo en 2015 y 2016. Venezuela está siendo muy golpeada, Ecuador pasando por un proceso difícil. Básicamente, después de 10 años de términos muy favorables para la región, la diferencia la marcarán aquellos países que tuvieron la visión de invertir en infraestructuras, de generar superávit gemelos (balanza de pago y comercio exterior) y aquellos que lograron generar reservas y fondos anticíclicos para capear esta situación. Brasil tiene 300.000 millones de dólares en reservas, Perú, Colombia y Chile también tienen buenas reservas.
Con respecto a Argentina, los mercados perciben que cualquiera de los candidatos presidenciales va a tener un racionamiento mucho mas pro-mercado y de integración internacional. En ese marco, los activos argentinos que han sido infraponderados en el pasado, pueden tener una evolución interesante, en la medida que el resto de mercados emergentes no descarrilen.
¿Entonces, dónde hay que estar en este momento?
En liquidez. Las familias más ricas tienen una alta dosis de cash y están muy expectantes. Hay mucha conciencia de que parte del crecimiento de precios de real estate, acciones y bonos son consecuencia de los estímulos monetarios y no de los fundamentales del mercado. Y a determinados precios los inversores prefieren seguir en cash, bonos de corto plazo AAA, bancos… En 10 días puede cambiar el escenario. En este contexto, la estrategia es muy cortoplacista a la espera de oportunidades que pueden producirse por la reunión de FOMC de la FED, por una aceleración de la devaluación en China o por otros escenarios macro.
Grecia: ¿ es un tema cerrado?
Hoy es un tema cerrado, dentro de un año tendremos que volver a hablar de Grecia porque con el plan de austeridad actual, Grecia no puede crecer. España, Italia y Portugal se enfrentan a situaciones parecidas: alto paro juvenil y austeridad. Si bien es cierto que no se puede vivir en déficit permanente, hay veces que son necesarias políticas contra cíclicas y la receta ortodoxa del FMI y Alemania no está ayudando a al despegue de las economías periféricas en Europa.
Este año tenemos elecciones en España, Portugal e Irlanda. El mal papel que ha hecho la izquierda en Grecia ha diluido la posibilidades de que grupos similares puedan acceder al poder en otros países en que hay una demanda social, a la que hay que atender. Digamos que el tema Grecia se tapó por un tiempo.
Darío Epstein es:
- Director de Research for Traders
- Especialista en mercados de capitales
- Columnista de CNN por más de 10 años
- Director de la Comisión de Finanzas Internacionales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires
- Consultor en estrategia y asesor financiero a corporaciones internacionales (Fortune 500) y consultor en mercados financieros regionales e internacionales
- Asesor de los bancos centrales de Argentina, Bolivia y Paraguay -en mercados por requerimientos cambiarios y regulatorios- y asesor a 50%+ de los top 20 bancos de Argentina
- Lider de análisis y desarrollador de ideas y oportunidades de inversión, formador de opinión e Influenciador en redes sociales