Un componente de moda y una de las mejores soluciones para los inversores en el mercado: ambas cosas son las que explican, según John Stopford, jefe de Multi Asset Income de Investec AM y gestor del fondo Investec Global Multi-Asset Income Fund, el éxito que los productos multiactivos tienen. “Muchos ven en este tipo de fondos la solución perfecta para el entorno actual, pero depende cómo te aproximes y cómo uses esa estrategia”, defiende.
La visión de Investec, cuyos productos Investec AM para el mercado ibérico son comercializados por Capital Strategies, consiste en estudiar la máximas alternativas y aprovechar la flexibilidad que estos productos ofrecen y si eso se logra, “se convierte en una herramienta muy útil y, en particular, te da la habilidad de focalizarte en alcanzar un retorno y un perfil de riesgo de un modo más consistente”, defiende Stopford.
En su opinión, el entorno actual no te permite centrarse en un solo tipo de activo porque no puedes escapar del comportamiento que tenga su retorno, en cambio en una cartera multiactivo, puedes ir adaptando su composición para capturar la rentabilidad de activos diferentes que tengan comportamientos diferentes. Justamente en esto se basa su interpretación de la diversificación: “No consiste en tener nombres diferentes, sino tipos de acciones que tengan comportamientos diferentes a lo largo del ciclo económico”, destaca.
Su forma de entender estos productos queda reflejada en el fondo Investec Global Multi-Asste Income Fund. Se trata de un fondo que divide su cartera en posiciones de crecimiento, seleccionando activos de renta variable o deuda high yield, activos defensivos, por ejemplo tomando posiciones en bonos corporativos o invetsment grade, y por último que no estén correlacionados.
La cartera se construye de abajo hacia arriba centrándose en comportamientos y en las relaciones de activos subyacentes, en lugar de confiar en etiquetas de clase de activos. “Creemos que todas las inversiones exhiben características de crecimiento, defensivas o no correlacionadas; su combinación puede lograr una diversificación superior y unos resultados más consistentes”, puntualiza el gestor.
Según Stopford, este fondo tiene tres características claras: es un fondo core, defensivo y de retorno total. “Significa que la cartera está construida manteniendo un núcleo de activos constante del que se obtiene una parte importante de los retornos de forma consistente la mayor parte del tiempo y, alrededor de ello tienes otros activos que van capturando rentabilidad dependiendo del momento. Además, buscamos una fuerte diversificación y activos no correlacionados que protejan la rentabilidad de la cartera, y nos centramos en limitar los riesgos a la baja y en preservar el capital”, explica Stopford.
Oportunidades
Como explicaba Stopford, la gran ventaja de este tipo de fondos es que permite al gestor ir adaptando la cartera y elegir cuál es la clase de activo más adecuado para cada momento. Actualmente, Stopford se decanta por la renta variable frente a la renta fija que, en su opinión, ha perdido atractivo y ganado riesgo. “Estamos en un momento tardío del ciclo y vemos que el valor de muchos bonos corporativos ha desaparecido. En cambio en renta variable, las valoraciones son menos atractivas, pero puedes aún puedes obtener rendimientos interesantes en acciones de valores de crecimiento”, apunta.
También destaca su interés por los mercados emergentes ya que considera que sus fundamentales han mejorado sustancialmente. En particular apuesta por México, en la parte de renta variable, y, en general, por Latinoamérica para localizar bonos corporativos con un buen comportamiento.
En cambio, para definir posiciones defensivas en la cartera, prefiere huir de activos tan generalizados como los bonos del tesoro norteamericano o bonos alemanes, y defiende otras alternativas como los bonos del gobierno de Nueva Zelanda o usar la monedas, en particular, el yen japonés. Según su valoración, “creemos que la inflación se va a mantener baja y el crecimiento lento, lo cual es una buena combinación para buscar posiciones defensivas a través de la compra de divisas y de bonos gubernamentales menos explotados”.
Por último, destaca el papel que están teniendo los activos no correlaciones a la hora de configurar la cartera, en particular los que tienen que ver con infraestructuras. “Compras exposición a una lista de empresas que mantienen contratos para la construcción de escuelas, hospitales o carreteras, por ejemplo; y son contratos que se cumplen y se pagan con independencia de si el contexto económico es positivo o negativo”, destaca.