La retirada de la liquidez de los bancos centrales, diez años después del estallido de la crisis financiera, anticipa un cambio del ciclo económico para el que es necesario preparar nuestras carteras. Así lo defiende Joan Bonet, director de estrategia de Banca March, durante un encuentro informativo, en el que ha explicado que esto nos lleva hacia un crecimiento más moderado y una mayor volatilidad en los mercados. «Por primera vez desde la crisis, a partir de enero de 2019, los bancos centrales se van a convertir en detractores netos de liquidez del sistema», destaca Bonet.
Esta situación coincide con unos niveles de endeudamiento sin precedentes —la deuda pública de los principales países desarrollados ha pasado de niveles en torno al 70% antes de la crisis hasta el 108% actual— y, en este contexto, va a ser determinante el papel de los bancos centrales.
Según Bonet a pesar de la situación de ciclo maduro en Estados Unidos —en junio del año que viene se convertirá en el más largo todos los tiempos— y del incremento de la incertidumbre política, los indicadores todavía asignan bajas probabilidades a que se produzca una recesión en los próximos meses. «Todavía el tipo de interés del bono a 10 años estadounidense es más largo. Cuando se invierta la pendiente, hay un margen de entre 12 y 18 meses antes de que se produzca una recesión», explica.
En este contexto, la entidad recuerda que históricamente, en los últimos periodos del ciclo económico, la renta variable ha solido tener, no sólo buenos retornos, sino incluso superiores a la media de ciclo económico normal. «Cuando no debemos estar en el mercado es, por lo tanto, 6 meses antes de la recesión. Es decir, todavía quedan unos meses para invertir en renta variable».
Leve desaceleración de la economía española
Los expertos de Banca March esperan una leve desaceleración de la actividad económica en España para 2019, con un crecimiento estimado del 2,3%. Esta tendencia de menor dinamismo comenzará a notarse ya en la última parte del año: “En los próximos trimestres se espera una moderación de la actividad, ante menores vientos de cola: costes energéticos al alza, apreciación del euro y menores estímulos monetarios actuarán de freno al crecimiento. Sin embargo, esta desaceleración será suave y en el conjunto de 2019 el crecimiento del PIB continuará por encima del 2%”, señala Bonet.
En cuanto a Europa, las negociaciones sobre el Brexit seguirán captando la atención del mercado. Según Bonet, “la incertidumbre política seguirá elevada en los próximos meses: el calendario de negociaciones es ajustado y antes del final del año la Unión Europea y el Reino Unido deberían lograr un acuerdo que permita ratificar la salida oficial en marzo de 2019”.
En este sentido, el escenario central para los expertos de Banca March es un acuerdo de mínimos —Brexit suave—, dado que la posibilidad de una salida sin acuerdo sería muy negativa, en particular para la economía británica. De hecho, ya se ha apreciado una cierta desaceleración en el Reino Unido en los últimos años, presionada por los efectos negativos del Brexit. De hecho, el diferencial de crecimiento frente a la zona euro es actualmente negativo y cabe esperar que la libra siga bajo presión en el corto plazo.
Mantener la exposición a la renta variable y evitar la liquidez
Preparar las carteras para este nuevo escenario significa, según Banca March, en primer lugar no caer en la trampa de la calidad en renta fija. «Los tipos de interés reales van a continuar siendo negativos en EE.UU. hasta mediados de 2019, mientras que en Europa esta situación se mantendrá todavía durante un período prolongado de tiempo», afirma Bonet.
Por otra parte, mantenienen la exposición la renta variable, con predilección por la renta variable europea y los países emergentes, especialmente en la región asiática. «El mercado europeo está barato, pero no está tan barato», explica, al tiempo que admite que los descuentos de los mercados emergentes frente a los desarrollados siguen mereciendo la pena.
Sectorialmente Banca March apuesta por el tecnológico, industrial y financiero, este último por valoración y porque se irá beneficiando de las próximas subidas de tipos de interés. Por último, este momento de ciclo favorece la inversión tanto en inversiones alternativas como en ideas de capital riesgo, donde los inversores puedan beneficiarse de la prima de iliquidez que, en función del plazo, puede llegar a suponer rentabilidades adicionales entre un 2% y un 5% anual.