A medida que el enfoque en la inversión medioambiental, social y de gobierno corporativo (ESG) a nivel global continúa cobrando fuerza, Adrienn Sarandi, directora de renta fija ESG en Janus Henderson Investors, responde a algunas de las preguntas más frecuentes, incluido si la covid-19 ha alterado la evolución de la inversión ESG.
P.¿Por qué la inversión ESG es una parte vital de la propuesta de valor en todas las carteras de crédito de Janus Henderson?
R. El equipo de crédito corporativo global de Janus Henderson trata de mejorar el valor para los clientes a través de la gestión activa, y los factores ESG son elementos clave de nuestro enfoque. Creemos que la excelencia en el análisis ESG y el engagement activo con las empresas en las que invertimos nos permitirán tomar decisiones de inversión mejor fundadas, reduciendo los riesgos y descubriendo oportunidades de “alfa ESG”.
En el centro de los factores ESG yace la sencilla idea de que las empresas tienen más probabilidades de tener éxito y generar excelentes rentabilidades si crean valor para todos sus grupos de interés —empleados, clientes y proveedores—, así como para la sociedad en general, incluido el medioambiente. Por consiguiente, el análisis ESG se centra en el servicio que las empresas prestan a los grupos de interés, la solidez de su “licencia social” para operar y cómo esto incide en sus resultados actuales y futuros. Por tanto, el análisis ESG es un ingrediente fundamental en nuestro análisis, que busca identificar las empresas con modelos de negocio “a prueba de futuro” y capaces de ofrecer flujos de caja sostenibles. Al mismo tiempo, nos ayuda a tratar de evitar a los emisores que no pueden o no quieren mitigar sus riesgos ESG importantes, lo que a la larga puede llevar a unos resultados muchos peores o a un deterioro del capital. Creemos que la integración de los factores ESG en las decisiones de inversión puede mejorar el rendimiento.
En el pasado, los propietarios de activos y los gestores de inversiones se centraban en el “por qué” debían integrar los factores ESG en sus procesos de inversión de forma más sistemática. La inversión ESG ha madurado considerablemente en los últimos tiempos y ahora el debate ha pasado a ser “cómo”. ¿Cuál es la mejor manera de aprovechar los conocimientos ESG para mejorar la rentabilidad ajustada al riesgo? ¿Cómo se pueden mejorar las normas de divulgación de información? ¿Cómo pueden medirse el rendimiento y los resultados en materia de ESG? En cuanto al “por qué”, creemos que la pregunta tiene una respuesta amplia y que no existen concesiones entre la rentabilidad y la integración de los factores ESG*. Creemos que la integración de los factores ESG en las decisiones de inversión puede mejorar el rendimiento. Ahora, las preguntas relevantes son “cómo”.
P. ¿Son los factores ESG una parte inseparable de la inversión crediticia?
R. Desde luego. En nuestra opinión, un proceso que no integre adecuadamente los factores ESG, pierde algunas dimensiones importantes en la toma de decisiones de inversión. Los inversores en renta fija siempre se han centrado en los factores de gobierno corporativo, pero en los últimos años las consideraciones ESG más amplias se han convertido en un elemento más sistemático y formalizado del proceso de inversión. Por tanto, las consideraciones medioambientales y sociales compiten ahora en importancia. Muchos de los riesgos medioambientales y sociales también han ido aumentando y algunos son ahora prominentes en todos los sectores y regiones.
Más recientemente, se acordó que la década de 2020 fuera la década de la transición y la transformación desde una perspectiva E, S y G. Si bien la gran atención prestada al cambio climático perdió algo de impulso en 2020 debido a la pandemia, otras cuestiones “S” y “G” se han situado más en el foco, con empresas que se interesan más por el bienestar de sus empleados y la igualdad en el lugar de trabajo, así como por la gestión de la cadena de suministro. Las crisis también suelen sacar a la luz los problemas de gobierno corporativo y la covid-19 no es una excepción, ya que el año pasado se produjeron varios escándalos que hicieron que algunas empresas pagaran un alto precio. Por tanto, tenemos claro que si los inversores ignoran los factores ESG importantes es por su cuenta y riesgo.
P. La inversión ESG es un concepto amplio. ¿Cómo se aplica la ESG?
R. La ESG está integrada en todas las estrategias de crédito corporativo de Janus Henderson como elemento fundamental. Nuestro objetivo es identificar y evaluar los riesgos ESG más importantes de cada emisor en el que invertimos y utilizar ese conocimiento para mejorar la rentabilidad. En cuanto a la aplicación de la estrategia, es importante diferenciar entre las estrategias ESG “integradas” ―que aplican los principios de la inversión responsable― y las estrategias basadas en “valores” e “impacto”, que aplican los principios de la inversión socialmente responsable (ISR).
En nuestras estrategias ESG “integradas”, el objetivo principal de la perspectiva ESG es maximizar la rentabilidad ajustada al riesgo. Dado que no hay objetivos de rentabilidad ESG concretos dentro de estas estrategias, en la gran mayoría de los casos no tenemos exclusiones sectoriales generales. El enfoque ESG integrado examina los mercados de crédito de forma integral y pretende evaluar caso a caso cómo los factores relevantes pueden llevar a la mejora o el deterioro del crédito, así como el impacto resultante en los diferenciales de crédito y el coste de capital del emisor.
Para los clientes de nuestras estrategias basadas en “valores”, seguimos el mismo enfoque, pero añadiendo una selección negativa para eliminar los sectores/emisores controvertidos de acuerdo con las convicciones de los clientes. Y para aquellos clientes que quieren ir más allá con la inversión de “impacto” ―un enfoque que trata de ofrecer un impacto positivo cuantificable para la sociedad y el medioambiente, además de rentabilidades positivas―, actualmente estamos desarrollando capacidades que nos permiten diseñar soluciones a medida con resultados positivos cuantificables.
P. ¿Por qué incluyen algunos sectores “pecado” en sus estrategias que integran la ESG en su enfoque de inversión?
R. Excluir algunos sectores controvertidos resulta lógico para los inversores éticos basados en valores. En las estrategias ESG “integradas”, no aplicamos exclusiones generales basadas únicamente en clasificaciones sectoriales, ya que no creemos que sea la mejor manera de aumentar la rentabilidad ajustada al riesgo.
Sin embargo, esto no significa que invirtamos en sectores y emisores cuestionados. Cuando abordamos áreas del mercado que tienen un perfil de riesgo ESG importante por naturaleza, vemos cada subsector y emisor por sus propios méritos e interactuamos activamente para entender mejor si se abordan los riesgos ESG y cómo. De acuerdo con este enfoque, evitamos invertir en empresas ―de cualquier sector― en las que la importancia del riesgo ESG y el deterioro de la evolución de dicho riesgo nos lleven a creer que podríamos ver un gran empeoramiento de la solidez crediticia o el deterioro del capital. Algunos ejemplos son las empresas con problemas estructurales (como algunas compañías mineras del carbón, en las que el riesgo de activos irrecuperables ―que ahora valen menos de lo esperado debido a la transición a una energía más limpia― es alto) o las que son negligentes en su comportamiento con los trabajadores, la seguridad de los clientes y las comunidades en las que operan, o las que tienen otros problemas graves de gobierno corporativo.
Por el contrario, pretendemos recompensar a aquellos emisores ―y beneficiarnos de ellos― que pueden no tener un perfil ESG muy fuerte, pero que están tomando medidas importantes para lograr mejoras. Esto depende de que los riesgos asociados no sean lo suficientemente importantes como para conllevar un riesgo grave de deterioro del capital. Por ejemplo, Volkswagen sufrió las consecuencias de su escándalo de las emisiones, pero el cambio en la dirección llevó a tomar medidas drásticas para redimirse y mejorar sustancialmente su perfil ESG. Otro ejemplo sería un emisor de un sector con altas emisiones, que tiene una estrategia creíble para la transición a una economía baja en carbono y puede demostrar sus progresos. Deseamos beneficiarnos de las mejoras de crédito impulsadas por los factores ESG, plasmadas en unos diferenciales más ajustados. En definitiva, creemos que la mejora de los perfiles ESG beneficiará a la sociedad y aumentará el potencial de ganancias de los inversores en bonos.
P. ¿Cómo integran las consideraciones ESG en su análisis de crédito?
R. Nuestros analistas de crédito tratan de identificar los factores ESG más importantes para cada emisor en el que invertimos, para asegurarnos de que podemos entender y valorar los riesgos y, a continuación, tratar de detectar la mejora o el deterioro del crédito antes de que el mercado valore este cambio. Para ello, tenemos que realizar nuestro propio análisis ESG prospectivo, en lugar de recurrir a proveedores de datos ESG externos, que suelen basar sus puntuaciones en información retrospectiva. Creemos que no hay nadie más cualificado para integrar los factores ESG más importantes en nuestras recomendaciones crediticias que nuestros analistas de crédito, que son expertos en sus sectores.
No tenemos analistas especializados en ESG en el equipo de investigación de crédito, ya que consideramos que el análisis ESG constituye una parte fundamental del análisis de crédito. Creemos que no hay nadie más cualificado para integrar los factores ESG más importantes en nuestras recomendaciones crediticias que nuestros analistas de crédito, que son expertos en sus sectores. Para integrar verdaderamente los factores ESG, creemos que los analistas de crédito son los más indicados para incorporarlos a la investigación, en lugar de que un pequeño número de analistas ESG se encarguen de la estrategia y el engaging en su nombre. Sin embargo, aprovechamos nuestros recursos especializados en ESG para que nos apoyen en el análisis y el engagement.
P. ¿Cuáles son los beneficios de tener calificaciones ESG propias y de utilizar proveedores de datos ESG externos?
R. Creemos que ambas cosas aportan valor, aunque de manera diferente. Aunque estamos suscritos a varios proveedores de datos ESG externos, creemos que es imperativo realizar nuestro propio análisis, por las razones señaladas anteriormente, y determinar una calificación ESG propia para cada emisor que tenemos.
La mayor diferencia entre los proveedores externos y nuestras propias calificaciones ESG es que nos enfocamos en lo que consideramos más importante para cada emisor. También ponemos un mayor énfasis en los factores prospectivos y en el rumbo, en lugar de limitarnos a los datos históricos retrospectivos. Además, somos conscientes de algunos sesgos inherentes a las calificaciones ESG externas, dado que las grandes empresas de ciertas regiones tienden a proporcionar mejor información y a obtener una puntuación más alta. Aunque admitimos que hay problemas de datos, cuando hacemos un uso extensivo de proveedores de datos externos es en relación con el cambio climático. Utilizamos varias fuentes de datos climáticos para fundamentar nuestras evaluaciones y medir y gestionar los riesgos del cambio climático en nuestras carteras.
P. ¿Cuáles son los mayores retos actuales de la inversión ESG?
R. Los mayores retos siguen siendo la falta de estandarización en la divulgación de información, así como la profundidad y la calidad de la información que necesitamos para tener una mejor visibilidad de cómo se gestionan las empresas, especialmente en lo que se refiere a algunos parámetros “S” más difíciles de cuantificar. Por eso creemos que el engagement de las empresas es tan importante. Tanto si se trata de alentar a las empresas a mejorar su información sobre las emisiones de carbono como de intentar entender mejor sus políticas sobre la gestión de la cadena de suministro, la diversidad o la inclusión financiera, es necesario mantener un diálogo proactivo con las empresas hasta que dispongamos de parámetros más estandarizados y mejores informes de las empresas. Esto es importante, porque alentar a las empresas a mejorar en estas áreas debería, a la larga, contribuir a promover una sostenibilidad corporativa más fuerte y mejorar la rentabilidad de las inversiones. Es necesario mantener un diálogo proactivo con las empresas hasta que dispongamos de parámetros más estandarizados y una mejor información por parte de las empresas.
Por ello, defendemos firmemente el engagement activo y de la colaboración de todo el sector con nuestros homólogos, para ayudar a dirigir la mejora y avanzar en la divulgación de información por parte de las empresas. Nuestros esfuerzos en este ámbito incluyen la ayuda a la elaboración de cuestionarios para tratar de estandarizar la información mínima de los emisores. Reconocemos que están inundados de preguntas de los inversores y no siempre están seguros de lo que deberían divulgar. También participamos en grupos de trabajo y eventos que reúnen a emisores, gestores de activos y agencias de calificación crediticia, además de ser partidarios del Grupo de Trabajo sobre Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) y colaborar activamente con los emisores para que cumplan con las recomendaciones del TCFD. Además, somos miembros de la SASB Alliance, que ayuda a empresas de todo el mundo a identificar, gestionar e informar sobre los temas de sostenibilidad más relevantes para los inversores.
P. ¿Por qué cree que la mejor manera de aplicar los factores ESG es mediante una estrategia activa en lugar de pasiva?
R. En nuestra opinión, se trata de extraer el máximo beneficio de la detección e impulso del cambio. El análisis ESG consiste, al fin y al cabo, en acertar con los cambios. Como gestores activos, nuestro objetivo es ser proactivos y detectar las tendencias de mejora en la economía, los sectores y los emisores de bonos que pueden mejorar la rentabilidad y evitar igualmente el deterioro que podría perjudicarla. Creemos que el acceso a esta mayor serie de instrumentos que puede ofrecer la gestión activa para contribuir a reducir los riesgos, alentar el cambio a través de un engagement proactivo con las empresas, y buscar una mayor rentabilidad ajustada al riesgo tiene claras ventajas.
P. ¿Cree que la importancia de los factores ESG seguirá creciendo?
R. Indudablemente. Creemos que el año pasado se demostró que el análisis ESG no es solo un lujo de un ciclo de mercado alcista, sino una necesidad del ciclo de mercado bajista, y su importancia será cada vez mayor. En el pasado, los factores ESG se integraban sobre todo en función de la demanda de los clientes. Sin embargo, las normativas recientemente aprobadas y las que están por venir, sobre todo en Europa, exigirán que los factores ESG se integren de forma sistemática en la gestión de las inversiones. Este impulso parece que irá a más en todo el mundo a medida que los gobiernos, las autoridades políticas y los reguladores presionen para que haya avances significativos en la lucha contra el cambio climático y las cuestiones sociales. De hecho, la crisis de covid-19 nos ha mostrado cómo es una emergencia sistémica global y refuerza la importancia de acelerar la lucha contra otras amenazas de importancia mundial, como el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades, al tiempo que se crea una economía global más verde, resistente e inclusiva en interés de todos, incluidos los inversores y propietarios de activos. Creemos que el año pasado se demostró que el análisis ESG no es solo un lujo de un ciclo de mercado alcista, sino una necesidad del ciclo de mercado bajista, y su importancia será cada vez mayor.
Por lo que respecta al cambio climático, existe una necesidad urgente de reasignar el capital para acelerar la transición a una economía circular y con bajas emisiones de carbono, si queremos limitar el calentamiento global muy por debajo de dos grados. Habrá que canalizar más inversiones del sector público y privado hacia las energías limpias y las nuevas tecnologías, además de ayudar a los sectores con altas emisiones y “difíciles de reducir”, fundamentales para el crecimiento económico, a descarbonizarse y cumplir con el Acuerdo de París. Como sector de la gestión de activos, nosotros hemos de ofrecer a nuestros clientes una variedad de opciones y soluciones de inversión que se ajusten a sus valores y les ayuden a lograr sus objetivos financieros y ESG. Esperamos ver más estrategias innovadoras, bien diseñadas y orientadas a fines concretos para abordar problemas reales y alcanzar resultados reales. Por ejemplo, creemos que la financiación de la transición va a desempeñar un papel importante y los recientes avances en torno a los instrumentos vinculados a la sostenibilidad han sido bien recibidos por el mercado. Crece la demanda de empresas que sean capaces de realizar la transición a un mundo más sostenible y estas deberían ofrecer una mejor rentabilidad ajustada al riesgo a largo plazo.
Creemos que un buen análisis ESG será clave para identificar y apoyar a las empresas que impulsan el cambio y se benefician de él y, al mismo tiempo, nos permite ofrecer una rentabilidad ajustada al riesgo excelente y constante para los clientes a los que nos debemos.
Las referencias a títulos específicos no constituyen ni forman parte de oferta o petición algunas para la emisión, venta, suscripción o compra de los valores.
* Referencias
Barclays – The case for sustainable bond investing strengthens. En un estudio de investigación ampliado, Barclays encuentra más pruebas del efecto positivo de la inversión responsable en las carteras de crédito de diferentes regiones y sectores.
Morgan Stanley: Sustainable Reality – Analyzing Risk and Returns of Sustainable Funds Can you invest sustainably without sacrificing financial returns? Esta investigación realizada sobre el rendimiento de casi 11.000 fondos de inversión entre 2004 y 2018 muestra que no hay concesiones en cuanto a rentabilidad de los fondos sostenibles comparado con los fondos tradicionales, y que los primeros presentan un menor riesgo de caídas.
Morningstar, Sustainable Investing Research Suggests No Performance Penalty: Un informe elaborado por Morningstar en 2016 examinó la literatura académica y realizó un análisis, llegando a la conclusión de que la inversión sostenible no tiene un efecto negativo en la rentabilidad de las inversiones. Se constató que el enfoque en los factores ESG específicos de las empresas daba lugar a una mejor rentabilidad ajustada al riesgo a nivel de cartera que un enfoque de selección excluyente.
MSCI, Foundations of ESG Investing: Documento de MSCI de noviembre de 2017 que trató de demostrar la causalidad mediante el análisis de tres canales de transmisión de ESG diferentes: las buenas empresas en materia ESG 1) logran un mayor flujo de caja; 2) gestionan mejor el riesgo específico de la empresa; y 3) están menos expuestas a factores de riesgo sistémico. El documento encontró una relación positiva para los tres canales. MSCI, Foundations of ESG Investing – Part 1: How ESG Affects Equity Valuation, Risk and Performance
HSBC, ESG Playbook: En Generating alpha across 19 sectors (octubre de 2018), el equipo de estrategia reponderó los componentes de la puntuación ESG de Refinitiv en función de los temas que los analistas del sector consideraban más importantes. El informe concluyó que esto aumentaba la rentabilidad de la cartera al mejorar las puntuaciones ESG. Ioannis Ioannou y George Serafeim, 2019: Estudio realizado en 2019 centrado en si las prácticas de sostenibilidad convergen a lo largo del tiempo y, por tanto, si pueden ser una fuente de ventaja competitiva a largo plazo. Se basa en las calificaciones MSCI ESG de 3.802 empresas en el periodo 2012-2017.
Harvard, Corporate Sustainability: First Evidence on Materiality: Este estudio reconoce que la bibliografía previa es dispar, pero concluye que si se diferencia entre lo que es material para cada sector (según el mapa de materialidad de la SASB), los datos de sostenibilidad son significativos para la rentabilidad a largo plazo. El documento utiliza los datos de MSCI KLD para EE. UU., que cuenta con 650 empresas en el periodo 1991-2000 y 3.000 empresas en el periodo 2003-2012. El documento concluye que, si se construyen carteras ponderadas en función de los aspectos materiales de la sostenibilidad, se puede obtener una rentabilidad superior de entre el 3% y el 8% anual, mientras que la ponderación de los aspectos inmateriales de la sostenibilidad hace que las carteras tengan una rentabilidad inferior. Khan, Mozaffar N., George Serafeim y Aaron Yoon, Sostenibilidad corporativa: First Evidence on Materiality, Documento de trabajo de la Harvard Business School, n.º 15-073, marzo de 2015.
Gunnar Friede et al, 2015: metaestudio sobre más de 2.000 estudios empíricos acerca de la relación entre los factores ESG y los resultados financieros de las empresas. Por lo tanto, va más allá de las puntuaciones ESG y se centra en estudios más amplios. Llegó a la conclusión de que el 90% de los estudios no detectaban una relación negativa entre los ESG y los resultados financieros. Gunnar Friede, Timo Busch y Alexander Bassen, ESG and financial performance: aggregated evidence from more than 2000 empirical studies, Journal of Sustainable Finance & Investment, 15 de diciembre de 2015.
Otra documentación
Deutsche Asset & Wealth Management Investment, Fráncfort, School of Business, Economics and Social Science, Universidad de Hamburgo: ESG and financial performance: aggregated evidence from more than 2000 empirical studies.
Nagy, Z., A. Kassam y L. Lee. 2016. Can ESG Add Alpha? An Analysis of ESG Tilt and Momentum Strategies. The Journal of Investing 25 (2): 113–124.
Desclee, A., L. Dynkin, A. Maitra y S. Polbennikov. 2015. ESG Ratings and Performance of Corporate Bonds. Documento estratégico de Barclays Quantitative Portfolio Strategy.
El Ghoul, S., O. Guedhami, C. Kwok y R. Mishra. 2011. Does Corporate Social Responsibility Affect the Cost of Capital? Journal of Banking and Finance 35 (9): 2388–2406.
Fulton, M., B. Kahn y C. Sharples. 2012. Sustainable Investing: Establishing Long-Term Value and Performance. Deutsche Bank Climate Change Advisors.
Melas, D., Z. Nagy y P. Kulkarni. 2016. Factor Investing and ESG Integration. MSCI Research Insight.
Glosario de términos
Alfa: diferencia entre la rentabilidad de una cartera y la rentabilidad de su índice de referencia, tras tener en cuenta el nivel de riesgo asumido. Una alfa positiva indica que una cartera ha generado una rentabilidad superior dado el riesgo asumido.
Ciclo bajista de mercado: mercado financiero en el que los precios de los valores bajan. Una definición generalmente aceptada es una caída del 20% o más de un índice durante un periodo mínimo de dos meses. Lo contrario de un ciclo alcista de mercado.
Ciclo alcista de mercado: mercado financiero en el que los precios de los valores suben, especialmente durante un largo periodo. Lo contrario de un ciclo bajista de mercado.
Financiación de la transición: apoyo financiero a las empresas con altas emisiones de carbono para adoptar cambiar con el fin de reducir su impacto climático global.
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