La economía global está lista para una re-aceleración suave. Por lo tanto, la rentabilidad positiva de los activos con más riesgo debería seguir recibiendo el apoyo de los fundamentales económicos. En este contexto, ING IM sitúa sus preferencias en renta variable en el mercado japonés. La administradora de fondos ha reducido, sin embargo, el peso en renta variable europea de una ligera sobreponderación a neutral.
Japón es otra historia. Recientemente, en ING IM han doblado su sobreponderación en renta variable japonesa (a +2). Esto se debe a razones a corto plazo (índices de sorpresa económica, momentum de beneficios, momentum de precios). En el caso europeo, la gestora sigue apostando por unas perspectivas constructivas a medio plazo: la Eurozona podría ser testigo del mayor crecimiento de beneficios durante los próximos dos años.
Razones para reducir exposición a renta variable europea
En un entorno positivo para los activos con más riesgo, ING IM explica por qué ha reducido su posición de una ligera sobreponderación a neutral en las bolsas europeas. “Nos basamos principalmente en el rápido debilitamiento de los datos relativos. Si bien los datos económicos están entrando en una tendencia positiva, siguen siendo peores de lo previsto. El índice de sorpresa económica (ver el gráfico) ha caído hasta su nivel más bajo en un año”. Esto contrastaría con, por ejemplo, Japón, donde los datos están batiendo las expectativas. La segunda razón que apunta la gestora es el débil momentum de beneficios. “Creemos que los beneficios en Europa quedarán rezagados. Vemos dos razones para ello. La primera es el débil entorno de crecimiento nominal. La segunda es la fortaleza del euro”.
Los flujos de la renta variable europea son negativos
Una tercera razón para reducir el peso de la renta variable europea está relacionada con el flujo de las inversiones y el posicionamiento de los inversores. Según las últimas encuestas, la Eurozona cuenta con un amplio consenso de sobreponderación. Al mismo tiempo, los flujos son negativos. Esto es una señal de alerta. “La pérdida en el momentum de beneficios hace ser aún más cautos. Los anuncios del BCE sólo han tenido un impacto temporal. Además, la incertidumbre política a causa del desastre aéreo de Ucrania es también negativo”. Desde mediados de junio, Europa se ha quedado atrás en comparación con la renta variable global, en un 3% aproximadamente.
Puede acceder al informe completo “MarketExpress” de ING IM a través de este link