Matthew Clason, gestor del fondo Investec Latin American Corporate Debt, comparte unas sencillas ideas sobre el impacto de un tema tan complejo como el Brexit en la deuda corporativa latinoamericana. Si bien es imposible conocer la totalidad de las implicaciones políticas y económicas que la votación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea tendrá sobre los mercados globales y para América Latina, si se puede afirmar que algunas de las consecuencias llevarán meses o incluso años en materializarse.
Dicho esto, parece difícil evitar la conclusión de que el Brexit provocará unas condiciones financieras más ajustadas y un crecimiento global más lento del previsto para los próximos meses. Las subidas de las tasas de la Fed se retrasarán en un entorno en el que se han incrementado los vientos en contra de las perspectivas de crecimiento de la economía de Estados Unidos, tal y como ya está descontado en los mercados.
Teniendo en cuenta este telón de fondo, América Latina tiene la ventaja de tener menos vínculos con Reino Unido y la Unión Europea que la mayor parte de las otras regiones. Esto no significa que sea inmune al impacto en el crecimiento global y al sentimiento global de riesgo, en algunos países y empresas se verán directamente afectadas por la exposición a vínculos comerciales y financieros.
El punto de partida de Investec reside en que el debilitamiento de la demanda global y la abundante liquidez global consecuencia de unas menores tasas de interés proporciona algo de soporte al apetito por las empresas de América Latina, ya que sus valuaciones son las más baratas dentro de los mercados emergentes.
De hecho, hasta ahora se ha podido observar que el mercado de deuda de compañías latinoamericanas denominada en dólares se ha mantenido bien en términos relativos desde los resultados de la votación del jueves. “En las dos últimas sesiones, hemos tendido a ver compradores que entran en la debilidad del mercado”, comenta Matthew Clason. “En su conjunto, los diferenciales continúan viéndose baratos, si se consideran en un período de varios años -unos 550 puntos básicos por encima de las notas del tesoro estadounidense, un nivel que se ha podido observar menos del 20% del tiempo desde 2002- y las tendencias macroeconómicas parecen estar en vías de recuperación después de tocar fondo los ciclos económicos y cambiar hacia un liderazgo y una gestión política más efectivos en Argentina, Brasil y Perú”.
Según el gestor de Investec, sigue habiendo espacio para seguir constructivo en la región, debido principalmente a la reacción acomodaticia de los cuatro principales bancos centrales y los niveles de liquidez global, mientras que una demanda global más débil no socave la reciente recuperación en los precios de las materias primas, ya que América Latina sigue siendo más vulnerable que otras regiones con respecto a un retroceso en las commodities. La mayoría de las empresas de América Latina tienen unos balances financieros manejables y han adoptado una estrategia más conservadora. Además, Clason comenta que sigue viendo un cierto apoyo en el lado técnico de la oferta, el pago los cupones y del vencimiento de la deuda podría sobrepasar las emisiones por unos 8.000 millones de dólares en 2016.
“Llegamos a la votación del Brexit con algo más de efectivo de lo normal, con la cartera con una cierta inclinación hacia una posición más cautelosa con respecto al crédito de empresas relacionadas con materias primas. Nuestro sesgo es ver dónde se puede tomar ventaja de una volatilidad esperada en el mercado para comprar en las caídas, mientras que mantenemos un ojo en la forma que reaccionan los mercados según evoluciona el voto del Brexit”, concluye Matthew Clason.