La plataforma de productos de inversión Inversis, filial de Banca March, ha presentado su perspectiva macroeconómica para los próximos meses, en la que refuerza su apuesta por los mercados emergentes frente a economías más desarrolladas, y la renta variable frente a la fija. Apunta, además, a un crecimiento lento para Europa, como consecuencia de las fuertes restricciones impuestas, y una mayor celeridad para EE.UU. que se verá reforzado por la llegada de la administración Biden al poder.
Para este año, Inversis apunta a una continuidad en la actuación de los bancos centrales y autoridades gubernamentales, que permitirá el mantenimiento de las condiciones monetarias y fiscales acomodaticias, que se ajustan al ritmo de aceleración del crecimiento.
En este sentido, Ignacio Muñoz-Alonso, estratega jefe macroeconómico de la entidad, destaca también que los bancos centrales seguirán financiando los déficits presupuestarios de los gobiernos hasta que el crecimiento del PIB se estabilice y que las compras de activos pondrán suelo al precio de los activos de riesgo. Estas medidas, sin embargo, no parece que vayan a alterar las perspectivas de inflación subyacente en las economías avanzadas.
En cuanto al ritmo de crecimiento económico mundial, en diciembre se ralentizó por segundo mes consecutivo, debido a las nuevas olas de infecciones que obligaron a reducir la actividad. El PMI de diciembre cayó hasta 52,7, el más bajo desde septiembre. En este sentido, Muñoz-Alonso apunta a la imposición de nuevas restricciones en los primeros meses de 2021 frente a la demanda y el crecimiento del empleo, marcando un comienzo más lento de lo esperado para la economía mundial en este nuevo año, por las nuevas olas pandémicas, la perspectiva incierta de los calendarios de vacunación a medio plazo y la posibilidad de que las nuevas variantes disminuyan la eficacia de la inoculación. Muñoz-Alonso concluye que el COVID-19 ha desviado a la economía mundial de su trayectoria de crecimiento y no se espera que supere la producción previa antes de 2022.
Por mercados
En cuanto al mercado americano, la llegada de la administración Biden marcará la marcha de la economía de manera significativa. El impacto de las medidas que el nuevo gobierno quiere poner en marcha en materia sanitaria, económica y de creación de empleo, fiscal, educativa, de cambio climático, de infraestructuras, de vivienda y de inmigración, hace prever un crecimiento del PIB de entre el 1,2% y el 4% sobre la base proyectada para 2021, apoyado en políticas ambiciosas de expansión del consumo y el gasto público.
Para la Eurozona, Inversis prevé un crecimiento del 4,8% del PIB para 2021, con una recuperación lenta en comparación con el resto de grandes zonas económicas. Este crecimiento será dispar entre los diferentes países, dependiendo de variables como la dependencia de los sectores más expuestos a la movilidad, el tamaño medio de las empresas, la apertura al comercio internacional y la eficacia de las medidas de estímulo fiscal aplicadas.
En cuanto a los riesgos para la economía europea, Muñoz-Alonso coloca la deuda pública en primer lugar, ya que “los gobiernos deberán equilibrar la sostenibilidad de su deuda junto con el mantenimiento de la demanda y el empleo, evitando el riesgo de desempleo de largo plazo y la disminución de la recaudación” y pone el foco sobre las primas de riesgo.
Por último, enfatiza la necesidad de garantizar la salud del sistema bancario, que se verá tensionado debido al inevitable aumento de los incumplimientos y la morosidad, que podrían dañar la solvencia y capacidad de los bancos de proveer financiación a las economías.
El mercado chino es el que más rápidamente se prevé que se recupere, dado que ya en 2020 acumuló un crecimiento del 1,8% en su PIB, a pesar de la crisis sanitaria. Por ello, se espera un crecimiento del 7,7% este año, debido al eficaz control de la pandemia, el fuerte apoyo fiscal y monetario recibido y la sólida recuperación del consumo y las exportaciones, muy ligadas al material sanitario.
En cuanto a las economías de Asia oriental, su resistencia en 2020 fue muy superior a la de Europa y EE.UU., en parte gracias al crecimiento de la producción industrial de China, que proporcionó impulso al resto de economías emergentes. Así, las proyecciones de normalización en 2021 son favorables a estos mercados, si bien la confianza se pondrá a prueba ante señales de retirada prematura de los estímulos.
En renta fija, Inversis se posiciona negativamente en deuda soberana, tanto americana como europea y se mantiene estable en Investment Grade, que ofrece oportunidades frente a alternativas de mayor calificación. En opinión de Muñoz-Alonso, la demanda debería seguir siendo fuerte, dado el retorno diferencial y la acción de los bancos centrales. La entidad apuesta en su cartera por la inversión en high yield y en deuda soberana emergente, que siguen ofreciendo oportunidades.
En cuanto a la renta variable, Muñoz-Alonso descarta signos evidentes de una posible burbuja y apuesta por el mercado de EE.UU., respaldándose en que el nuevo impulso fiscal adicional ya está en trámite y la composición del senado podría aumentar su impacto, pese a las subidas de impuestos.
Por otro lado, el apoyo monetario de la Fed y su política acomodaticia deberían impulsar una poderosa recuperación de los beneficios empresariales. En cuanto a la renta variable europea, plantea más incertidumbres a corto plazo debido a las nuevas medidas de protección frente a la pandemia.
Por su parte, la renta variable de mercados emergentes se sitúa entre las clases de activos preferidas en cartera, ya que sus valoraciones, aunque caras en comparación con los promedios históricos, son atractivas. Diversificando por regiones, Inversis se posiciona con más fuerza en Latinoamérica, Rusia, Corea, China y Singapur, manteniéndose neutral en India.