Inversis ha analizado el actual escenario macroeconómico de la mano de su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso. La entidad ha dibujado un escenario global de crecimiento con una previsión al alza de la economía mundial de un 6% en 2021 y de un 4,9% en 2022, en línea con lo apuntado en los últimos meses, si bien con revisiones compensatorias según los mercados.
Estas revisiones reflejan la evolución de la pandemia y las políticas de apoyo de los diferentes gobiernos. Así, las perspectivas de crecimiento para las economías emergentes se han reducido para este año y, al contrario, se han elevado para las economías avanzadas en línea con la evolución de los calendarios de vacunación en las distintas áreas. La mejora de las estimaciones para estos países se debe, sobre todo, a la revisión al alza de las previsiones para Estados Unidos, que reflejan la aceleración del proceso de recuperación junto con el impacto de las nuevas medidas de estímulo.
En este contexto, opta por sobreponderar renta variable e infraponderar algunos segmentos de deuda. En renta fija, Inversis continúa infraponderando la deuda soberana, tanto americana como europea, así como el investment grade, si bien, continúa posicionándose en verde para la deuda emergente y el high yield, tanto americano como europeo, para el que espera retornos netos de entorno al 2% y el 1,5% respectivamente.
Con los beneficios todavía revisándose al alza, Muñoz-Alonso opta por sobreponderar la renta variable en sectores y valores de empresas que se beneficiarán de la reapertura del sector servicios, así como en los cíclicos, value y en sectores de mayor potencial de apreciación a medida que se superen los cuellos de botella de producción: secmiconductores, logística y transporte. En cuanto a los mercados, Inversis pone el foco en el mercado americano, por encima del europeo o los emergentes.
Crecimiento
Los indicadores de sentimiento reflejan una moderación tanto en el sector manufacturero como el de servicios, con índices globales PMI en agosto de este año en 52,6 puntos. Las restricciones en la oferta, los temores inflacionarios y la incertidumbre acerca de la efectividad de las vacunas frente a nuevas variantes, proyectan una sombra de incertidumbre que han llevado al índice manufacturero global a su nivel más bajo en 14 meses (54,1 puntos en agosto de 2021) y al de servicios a mínimos de 7 meses (52,9 puntos en agosto de este año).
Los subíndices de PMI también mostraron un alargamiento de los tiempos medios de entrega en los proveedores, en un grado solo excedido dos veces en los 23 años de historia de la encuesta. Esto se vincula a su vez al fuerte aumento en los precios, con presiones sin precedentes de la cadena de suministro.
Por otro lado, Muñoz-Alonso apuntó que “nos encontramos ante un pico de la demanda de bienes de consumo que dará paso a una nueva aceleración del gasto en servicios. En los países desarrollados, los consumidores sustituyeron las compras de servicios por bienes duraderos, especialmente en la segunda mitad de 2020 y la primera mitad de 2021, si bien se prevé que este crecimiento alcance su máximo en el segundo o tercer trimestre de este año”.
Inversis sigue apostando por una recuperación en tres fases: una primera etapa de aumento de la producción industrial y del comercio de mercancías, seguida de un aumento del consumo en los hogares a medida que se relajan las restricciones, primero en Estados Unidos y después en Europa; y por último un incremento de la inversión pública y privada hacia final de año, con especial foco en infraestructuras.
En este escenario, en las últimas semanas han surgido incertidumbres que ponen en riesgo la apuesta por una prolongación de la fase expansiva, que se deja notar en el comportamiento de los mercados, especialmente en los de renta variable. La desestabilización surge a raíz de la desaceleración económica que sufre China, así como por el impacto desigual de las campañas de vacunación entre economías desarrolladas y emergentes, que retrasan el proceso de recuperación global. Por otro lado, aunque transitoria, la senda de inflación y sus consecuencias a medio plazo en el proceso productivo causan cierto temor entre los analistas.
Precios
El estratega macro de Inversis ha afirmado que el mercado global se enfrenta en la actualidad a una serie de desajustes transitorios entre oferta y demanda que están tensionando las cadenas de suministro en muchos sectores, incrementando los precios.
La demanda crece debido a que muchos de los hogares que generaron rentas durante la pandemia están aflorando el ahorro forzoso generado en los últimos meses, a través de la compra de bienes duraderos y, en menor medida, en el consumo de servicios. Este aumento de la demanda se encuentra con una oferta mermada por el recorte de las inversiones por parte de muchas empresas, la reducción de stocks (que se encuentran en niveles críticos una vez la demanda rebrota) y la merma en las plantillas tras las sucesivas olas de COVID-19. Esto ralentiza, no solo la producción, sino las cadenas de suministro. Por otro lado, la sucesión de fenómenos puntuales que afectaron a la fabricación de semiconductores y otros componentes electrónicos, no han hecho más que aumentar el problema.
En este escenario, Inversis espera que la inflación alcance su punto máximo en los próximos meses, dado que los precios suelen retrasarse sobre el crecimiento. Sin embargo, el momento en el que esto ocurrirá y la magnitud que alcanzará no se pueden calcular con certeza, debido a las limitaciones de la oferta. Las condiciones estructurales del mercado de trabajo de las economías continúan invariantes tras la pandemia, por lo que el riesgo de inflación recurrente se vincularía a la duración y extensión de los desajustes entre oferta y demanda.
Bancos centrales
En opinión de Ignacio Muñoz-Alonso, la Fed anunciará el programa de reducción gradual de sus programas de compras de activos, que finalizarán hacia la mitad de 2022. Esta estrategia, según Inversis, no debería de impactar negativamente a la economía ni a los mercados, ya que se espera una reactivación del crédito del sector privado.
En cuanto a la subida de tipos, desde Inversis apuestan por una subida por parte de la Reserva Federal en 2023, ya que la inflación subyacente volverá al 2% en 2022, alcanzando un rango de equilibrio del 1,5%-2,0% hacia 2025, si el ciclo dura hasta entonces.
En cuanto al BCE, Inversis espera que los tipos de interés clave mantengan sus niveles actuales o inferiores hasta que se constate que la inflación alcanza el objetivo del 2% antes de que finalice su horizonte de proyección y de forma duradera para el resto del horizonte de proyección, por lo que se prevén tipos estables en los niveles actuales hasta al menos 2024.