El organismo comercial para operadores de redes móviles (GSMA por sus siglas en inglés) ha llevado a cabo un análisis sobre el futuro de 5G pronosticando que para 2025 las cinco regiones principales en adopción de esta tecnología serán: 1) Corea del Sur; 2) Estados Unidos; 3) Japón; 4) China; y 5) Europa. En tanto, para el caso de Latinoamérica el estudio pronostica una contribución de tan solo el 9% del total de conexiones para 2025 ubicándose en el octavo lugar.
El próximo paso en telecomunicaciones móviles es el 5G y representa un cambio radical para el futuro de las tecnologías y comunicaciones. Tiene además el potencial para la creación de ciudades inteligentes, mejorar la agricultura y el transporte, y fomentar la automatización de ecosistemas industriales digitales.
Dada la amplia gama de usos innovadores que puede soportar en comparación con las generaciones anteriores, 5G ofrece mucho más que velocidades de internet móvil más rápidas, tiene el potencial para apoyar la creación de ciudades inteligentes, mejorar la agricultura y el transporte, y fomentar la automatización de ecosistemas industriales digitales. Por lo tanto, los países buscan en esta nueva tecnología un impulsor del crecimiento económico futuro, sumado a que 5G es una política nacional de prioridad para las principales economías del mundo.
El informe “Encouraging 5G Investment. Lessons learnt around the World”, realizado por KPMG International, se analizan cómo las implementaciones de 5G han sido abordadas por las regiones líderes, y cuáles son los planes a futuro.
Entre las principales conclusiones del informe se destacan los siguientes temas:
El espectro para múltiples operadores es crucial: en los países más avanzados, los responsables políticos han asignado (o planean hacerlo) una combinación de bandas de espectro a múltiples operadores de redes móviles (MNO, por sus siglas en inglés), lo que habilitará a la competencia entre estos. El espectro de banda media ha sido el más asignado en todo el mundo para 5G, complementado por el de banda alta en los Estados Unidos y los países de Asia Oriental, y por el de banda baja en Europa.
El uso compartido de la red reduce el costo de implementación: es probable que el despliegue de redes 5G sea costoso. Como tal, varios formuladores de políticas han abogado por acuerdos de intercambio de redes impulsados comercialmente como un medio para reducir sustancialmente el costo de construcción de redes. Numerosos operadores móviles también han seguido esta ruta.
Eliminación de barreras administrativas: la implementación de la red 5G requerirá la coordinación con las autoridades locales para instalar la infraestructura. En todos los países afectados, los responsables políticos han tomado medidas para eliminar las barreras administrativas al despliegue de la red.
El apoyo del gobierno puede ayudar a acelerar la implementación de 5G: esta tecnología tiene el potencial de impulsar el crecimiento en una serie de industrias, por lo que numerosos gobiernos han proporcionado fondos de I+D destinada a 5G. También se ha brindado apoyo para incentivar la construcción de redes 5G.
“En el caso de Latinoamérica, el 5G necesita alcanzar valores más razonables. Además de asignar el espectro y mejorar la infraestructura de la región, el costo de la implementación y las estructuras impositivas de los países conforman una barrera que debe superarse para habilitar un desembarco exitoso de esta tecnología. Y para ello, se necesita que las autoridades generen los incentivos necesarios para favorecer la inversión y acelerar el cambio”, comentó Luis Motta, socio-líder de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de KPMG América del Sur.
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