Los inversores institucionales esperan que cada vez más valores de los mercados emergentes paguen dividendos más altos en los próximos años. El último informe de ING Investment Management entre inversores institucionales revela que hasta el año 2016, el 61% cree que el número de compañías de los mercados emergentes que ofrecerán un incremento en la retribución aumentará. Entre esta cifra, el estudio contabiliza un 14% que prevén que esta subida sea ‘dramática’. De cara a los próximos cinco años, ambas cifras se colocan en el 68% y el 18% respectivamente.
Nicolás Simar, gestor del Equity Value Boutique de ING IM, comenta: “A largo plazo, la inversión en dividendos representará más del 70% de la rentabilidad real total de los valores y algunas de las oportunidades más interesantes se pueden encontrar en los mercados emergentes. En general, se espera que sea un factor principal en el crecimiento económico mundial debido a sus sólidos fundamentales. Además, la rentabilidad de los dividendos en los mercados emergentes es ya relativamente alta y crece más rápido que en los mercados desarrollados”.
En cuanto a por qué los inversores institucionales esperan que cada vez más empresas de los mercados emergentes paguen altos dividendos en el futuro, la principal razón es que muchas acumulan grandes volúmenes de cash y por tanto pueden permitirse el lujo de aumentar la retribución, al menos ésta es la visión del 29% de los entrevistados. El 22% estima que las mejoras del gobierno corporativo y la transparencia en la región son las razones para impulsar un aumento de los dividendos, y uno de cada cinco encuestados cree que la tendencia se debe a que las empresas están buscando atraer más inversores. Un 14% cree que la principal razón se refiere a que las compañías de los mercados emergentes serán sacadas a bolsa y es necesario pagar altos dividendos para atraer a los inversores.
La estrategia Emerging Markets High Dividend Equity de ING IM invierte en acciones de compañías situadas en los mercados emergentes de todo el mundo que ofrecen una rentabilidad por dividendo atractiva y sostenible en el tiempo, además de fijarse en el potencial de revalorización del capital. La estrategia combina los filtros cuantitativos con el análisis fundamental para identificar valores que coticen por debajo de su valor intrínseco y ofrezcan potencial de crecimiento de su dividendo en el futuro. La estrategia se centra en la búsqueda de las compañías que mayor dividendo pagan desde una perspectiva de valoración y no de rentabilidades más altas.