La renta variable mundial fluctuó en diciembre. El abaratamiento del petróleo tuvo un impacto en muchas clases de activos de riesgo, como la deuda de alta rentabilidad, la deuda de mercados emergentes y los sectores bursátiles relacionados con materias primas. Al hallarse muchos segmentos de los mercados financieros bajo tensión, la presión vendedora se generalizó en medio de un entorno de escasa liquidez, en el que tuvieron que cerrarse muchas posiciones largas tomadas en previsión de la carrera bursátil alcista de finales de año. Este es análisis que hacen los expertos de ING IM en su informe semanal de mercados.
Para los analistas de la firma, los productores de petróleo, especialmente los expuestos a la exploración y producción del sector del petróleo de esquisto fueron la principal víctima de la acusada caída del precio del crudo. Los beneficios en el sector de la energía siguen tradicionalmente la estela de los precios del petróleo con un desfase de 6 meses, recuerdan desde ING IM. Si la historia sirve de una especie de guía, el sector podría experimentar un descenso de los beneficios en 2015 del 20% al 30% si los precios del petróleo se estabilizan en los niveles actuales. Esta estimación es aún mayor que la esperada actualmente por los analistas de una caída de beneficios del 10%. Un déficit de tesorería también podría poner en peligro los dividendos previstos para 2015, sobre todo en el caso de las petroleras más pequeñas. “Mantenemos en nuestra asignación sectorial de activos una posición infraponderada en empresas de energía”, apuntan.
Positivas perspectivas para 2015
Pero pese a la actual debilidad del sector energético, el informe de ING IM afirma que la renta variable mundial sigue siendo la clase de activos favorita para 2015. Las empresas no petrolíferas presentan unas sólidas perspectivas, las primas de riesgo respecto a la renta fija parecen atractivas y los flujos de capitales indican un optimismo entre los inversores institucionales. Los indicadores de confianza del inversor, los flujos de capitales y el posicionamiento han retornado todos ellos a un nivel neutral, como consecuencia del reciente retroceso de las cotizaciones bursátiles., reza el informe. “Las primas de riesgo de la renta variable se sitúan en todos los mercados 100-200 puntos básicos por encima de la media a largo plazo, indicando un colchón considerable frente a un alza de los rendimientos de los valores de deuda pública. Por tanto, consideramos que la corrección de diciembre es una oportunidad para acrecentar las posiciones en renta variable, especialmente en sectores relacionados con el consumo y en valores tecnológicos”, estima ING.
Valoraciones sostenidas por unas flexibles políticas monetarias
“En nuestro escenario base, el BCE comenzará pronto la expansión cuantitativa mediante compra de deuda pública y el BoJ ya desveló a finales de octubre medidas monetarias expansivas sin precedentes, un anuncio acompañado del mensaje de seguir actuando si es necesario. Ello podría hacerse realidad si el descenso de los precios del petróleo alimenta las expectativas de una menor inflación”, recoge el documento.
Por todo ello, la firma cree que las perspectivas económicas son una buena señal para la renta variable y prevé que el crecimiento de los mercados desarrollados registre en 2015 una aceleración con respecto a 2014. La fortaleza de la economía interna de EE.UU., los menores lastres fiscales, el abaratamiento del petróleo y la política monetaria expansiva, enumera, servirán de apoyo. La inflación seguirá siendo baja, debido a los menores precios de las materias primas y a las elevadas brechas de producción. Si incluyésemos los mercados emergentes, el crecimiento nominal mundial se estabilizaría en el 5,6%, predicen.
Otro punto a favor de esta visión es el descenso del precio del petróleo. Un factor positivo para los beneficios empresariales de las compañías no energéticas. Las previsiones de ING IM apuntan a un crecimiento de los beneficios en 2015 dentro de la banda del 6-11%. “Estimamos que el crecimiento de los beneficios en 2015 en Japón y la zona euro alcanzará el 11% y 9%, respectivamente, impulsado por una situación cambiaria más competitiva, una mejoría de los márgenes y la vigorosa economía interna en EE.UU”.
Las valoraciones en EE.UU. y Europa atendiendo a los PER basados en beneficios reales del último año se encuentran un 10%-15% por encima de sus medias históricas. Sin embargo, tanto en Europa como en Japón el punto por el que actualmente atraviesan los ciclos monetarios y de beneficios justifica unos mayores múltiplos.
Japón: la región favorita
“Japón continúa siendo nuestra región preferida. El alto crecimiento de los beneficios, las favorables valoraciones y las agresivas medidas políticas —evidenciadas por el plan suplementario de medidas fiscales de estímulo para reactivar el consumo privado, el programa de expansión cuantitativa del banco central de Japón y el aplazamiento de la próxima subida del impuesto sobre las ventas— convierten al país en un destino atractivo para invertir. La apreciación del dólar también podría favorecer a los beneficios empresariales”, explican los analistas de la firma holandesa en su informe semanal.