2022 no trae un escenario cómodo para los inversores más conservadores, quienes se verán con dificultades para obtener rentabilidades atractivas o, incluso, para batir a la inflación. Las perspectivas para la renta fija no son halagüeñas, y Jesús Ruiz de las Peñas, director de Desarrollo de Negocio en Allianz GI, considera que nos encontramos en un escenario de casi tormenta perfecta, según ha señalado en The Key, un evento organizado por Epika Comunicación.
“Tienes a tres jinetes del apocalipsis: la inflación, las previsibles subidas de tipos y la liquidez de los bancos centrales”, apunta. Por ello, señala que no queda otro remedio que diversificar, introducir elementos menos convencionales y tener una parte en liquidez para ser muy activo porque habrá episodios de volatilidad.
Ralph Elder, director general de Iberia América Latina y US Offshore BNY Mellon IM, se une a las recomendaciones invitando al dinamismo y a ser muy selectivos. Algo que también apoya César Ozaeta, sales director Spain en Nordea AM, recordando la importancia de la gestión activa.
Por su parte, Miguel Luzarraga, director para Iberia de AllianceBernstein, insiste en no olvidarnos del largo plazo. “La renta fija no ha muerto, tiene que existir, pero nos dará una rentabilidad menor. ¿Qué podemos hacer? Invertir con duraciones más cortas, diversificar o ir a perfiles de calidad crediticia un poco más bajos”, aconseja.
De cara a 2022, los expertos también ven oportunidades clave en sectores como el de la salud, el medio ambiente o en la tecnología. Jesús de las Peñas recomienda ampliar el horizonte ante un escenario más complejo, y apostar por cosas que tengan sentido también a nivel estructural. Ralph Elder invita al optimismo y a hacer selecciones temáticas que sean revolucionarias y claves para muchos sectores, como, por ejemplo, blockchain.
El papel de la inflación en 2022
La inflación seguirá teniendo un papel principal en 2022. Sin embargo, algunos expertos esperan que esta se reduzca y consideran que no renovará por muchas temporadas más. Esta es la opinión de Jesús Ruiz de las Peñas, quien considera que, más que permanente, será persistente, y que veremos una bajada de los datos.
“La inflación se expresa en variación interanual, por lo que el efecto base tiene mucha importancia y el consenso apunta a que la inflación en EE.UU. terminará en el 4,5%. Se ha comprobado que inflaciones entre el 2% y 4% son benignas. Salvo que superase el 5% y 6% no deberíamos encender todas las alarmas”.
2022, según Miguel Luzarraga, nos da una de cal y otra de arena: “Veremos una disminución del crecimiento y es la peor noticia que podemos dar, pero la mejor es que esa inflación también descenderá”. Ralph Elder añade un matiz, admitiendo que la inflación sí bajará, pero aún permanecerá en niveles más altos de los que estamos acostumbrados. “Esto creará oportunidades y riesgos, porque llevamos 40 años gestionando carteras sin mucha inflación”, añade.
Por su parte, César Ozaeta considera que la clave estará en la demanda y en los efectos de segunda ronda que genere la inflación y en cómo afectará a los salarios.
La importancia de claridad del mensaje de los bancos centrales
El segundo gran tema de 2022 gira en torno a las decisiones de los bancos centrales y los tipos de interés, cuándo y cuánto subirán y si los mercados aceptarán de buena manera estos movimientos. “Los bancos centrales tienen la llave del futuro. Se encuentran en un momento importante donde todos les están mirando. Regular la política monetaria es muy difícil y subir los tipos de interés también: hay que encontrar el balance en el que puedan transmitir bien el mensaje y que los mercados no se vean alterados”, explica Luzarraga.
“Los bancos centrales no tienen un historial brillante en acertar con las subidas y bajadas, la situación es compleja y experimental y es difícil tomar una decisión”, añade Elder, quien también insiste en la importancia de la claridad del mensaje. Para Ruiz de las Peñas otro aspecto clave es la divergencia que hay entre las políticas de los bancos centrales de todo el mundo.
De las Peñas considera además, que, a pesar de que los bancos centrales no son infalibles, sí que aprenden de sus errores; por ello han marcado una pauta muy clara de reducciones de compras y subidas de tipos progresivas. Además, considera que “todo lo que sea una normalización son buenas noticias. Los tipos en negativo no estaba en nuestros libros de texto”, recuerda.
Fans de China
Respecto a las oportunidades en emergentes, César Ozaeta señala que un entorno de subidas de tipos por parte de la Fed no suele ser el entorno propicio. Sin embargo, recuerda que cada vez vivimos en un mundo más desconectado.
En este entorno, China se sitúa como la protagonista en las reflexiones de los expertos. A pesar de que se espera una desaceleración importante en su crecimiento, Ozaeta señala que no lo ve como un desafío a corto plazo, pero sí considera que será clave cómo lo capeará a medio y largo plazo. Desde el punto de vista de mercados, sí cree que puede haber oportunidades, y señala que están positivos en tecnológicas chinas.
Jesús de la Peña se declara “fan absoluto” de China, desde el punto de vista de la inversión. “Hay una oportunidad todavía porque es un mercado ineficiente. En EE.UU. la bolsa es eficiente y cuesta mucho batirla, pero en China creemos que hay muchas oportunidades. En Occidente solemos tener muy mala prensa de China y nos olvidamos de los aspectos positivos. Por ejemplo, China se desacelera, pero crece al 5%, que está muy bien. Hemos visto los riesgos regulatorios, pero pongamos el foco en aquellas áreas que apoya el gobierno, como por ejemplo la salud”, explica.