Un mayor enfoque en el ahorro y el bienestar financiero serán algunos de los legados a largo plazo de la pandemia, aunque la confianza de los inversores en lograr rendimientos atractivos se dispare, según el Estudio Global del Inversión de Schroders de este año.
El estudio, que encuestó a más de 23.000 personas de 32 lugares del mundo, reveló que el 43% de los inversores ahorrará más una vez que se hayan levantado las restricciones. Aunque este sentimiento es más fuerte entre los inversores de 18 a 37 años, el enfoque también se traslada a las perspectivas de jubilación de los inversores: el 58% de los jubilados de todo el mundo son ahora más conservadores en cuanto al gasto de sus ahorros para la jubilación, mientras que el 67% de los que aún no se han jubilado quieren ahorrar más para su jubilación.
A pesar de los retos que ha traído la pandemia, el estudio señala que la confianza de los inversores se ha disparado a su nivel más alto desde que se inició el estudio en 2016. Muestra de ello es que los inversores tienen unas expectativas de rentabilidad anual media para los próximos cinco años del 11,3%, un aumento respecto al 10,9% previsto hace un año.
Enfoque en el bienestar financiero
Otra realidad que recoge el estudio es que un mayor número de inversores de todo el mundo (el 74% en concreto) ha dedicado más tiempo a pensar en su bienestar financiero desde la pandemia, siendo los inversores autodeclarados «expertos/avanzados» los más comprometidos. Desde el punto de vista geográfico, este cambio ha sido más pronunciado en Asia, con inversores en Tailandia, India e Indonesia que comparten en gran medida esta opinión.
Esto significa que, los inversores a nivel mundial son ahora más propensos a revisar sus inversiones al menos una vez al mes (82%), en comparación con el 77% de los inversores en 2019.
A esto se suma que el menor gasto durante la pandemia ha hecho que todos ahorremos más. A lo largo de 2020, el 32% de los inversores de todo el mundo ahorrarán más de lo previsto. No es de extrañar que esto se deba a la disminución del gasto en productos no esenciales, como comer fuera, viajar y disfrutar del ocio.
Además, un 38% de los inversores europeos han ahorrado más de lo previsto, seguidos por los de Asia (28%) y América (27%). “De los inversores que no pudieron ahorrar tanto como tenían previsto, el 45% de las personas en todo el mundo citaron la reducción de los salarios/ingresos laborales como la razón principal, lo que refleja los grandes desafíos causados por la pandemia”, apunta el estudio en sus conclusiones.
Motivos para el optimismo
Según muestra el documento, los inversores de EE.UU., los Países Bajos y Reino Unido son los más propensos a aumentar el gasto una vez que se hayan levantado sus respectivos confinamientos. En el otro extremo, los inversores más cautelosos se encuentran en Japón, Suecia y Hong Kong.
Además, la confianza en la inversión está impulsada por los inversores que se consideran «expertos/avanzados», con unas expectativas de rentabilidad del 12,8%, frente al 8,9% de los que se consideran «principiantes/rudimentarios». En este sentido, los inversores de América son los más optimistas, ya que esperan una rentabilidad total anual del 12,5% en los próximos cinco años, seguidos de los asiáticos (12,3%) y de los inversores europeos, ligeramente más prudentes, con unas expectativas del 9,7%.
“La pandemia ha aumentado nuestra sensación de incertidumbre y ha puesto a prueba nuestra capacidad de procesar el riesgo, haciendo que muchos de nosotros nos sintamos más ansiosos y fuera de control. Estos sentimientos pueden verse claramente en los resultados de nuestra encuesta, en la que los inversores se centran cada vez más en el ahorro, el control de las aportaciones para la jubilación y la comprobación de sus inversiones con mayor frecuencia. A pesar de los enormes desafíos que todos hemos encontrado, es alentador ver que la pandemia ha actuado como catalizador para promover un mayor enfoque a nivel mundial en la planificación financiera en general y el bienestar”, explica Stuart Podmore, especialista en insights de inversión conductual de Schroders, a la luz de las conclusiones del estudio.
En opinión de Podmore, aunque se trata de un estudio global, todos compartimos deseos y necesidades comunes, y la seguridad financiera es un punto clave para todos. “Al mismo tiempo, debemos ser cautos en cuanto a los beneficios de las inversiones que esperamos en los próximos cinco años, ya que las perspectivas que comparten muchos inversores, y en particular los que se creen expertos, son excepcionalmente optimistas. Los últimos 18 meses nos han enseñado que el futuro sigue siendo difícil de predecir y que un enfoque medido, coherente y paciente de la inversión, centrado en los objetivos a largo plazo y en los resultados probables, es probable que sitúe a los inversores en mejor posición”, concluye el experto de Schroders.