Eric Lynch, Managing Director de Scharf Investments, habla con Alberto Martínez Peláez sobre cómo el fondo OYSTER US Value se centra con ahínco en la protección del capital de los clientes y por qué no es un fondo de estilo value típico.
¿Qué distingue su enfoque en comparación con otros inversores centrados en los títulos de valor?
La mayoría de los gestores value se centra exclusivamente en la reversión a la media del valor de los activos o los beneficios de una empresa. Dado que las empresas cíclicas presentan de forma natural una mayor variabilidad de los beneficios y un potencial de reversión más elevado, los gestores centrados en los títulos de valor suelen sobreponderar las empresas de menor calidad o cíclicas. Además, los inversores value tradicionales suelen verse atraídos por las denominadas «trampas de valor», que también presentan múltiplos sumamente reducidos; es decir, por empresas que se enfrentan a un declive a largo plazo permanente. Resulta muy difícil determinar el momento adecuado para comprar una empresa cíclica, y apostar contra las fuerzas competitivas estructurales lo es aún más.
Scharf Investments también cree en la reversión a la media. Sin embargo, la empresa afirma que el potencial de reversión a la media mejora considerablemente cuando se limita la selección de valores a empresas de elevada calidad, o empresas con una sostenibilidad de los beneficios superior a lo largo de un ciclo económico, un rendimiento del capital más elevado, unos balances sólidos y una gestión orientada a los accionistas. La firma cree que el valor de calidad suele ofrecer una rentabilidad superior considerable en los mercados desfavorables y en proceso de consolidación y que da lugar a una rentabilidad superior ajustada al riesgo durante ciclos de mercado completos.
¿Por qué tienen una cartera tan concentrada?
Por tres razones: las empresas de calidad no suelen estar descontadas con precios basados en su valor; una cartera de 25-30 valores es suficiente para eliminar casi todo el riesgo no sistémico; y una cartera de mejores ideas permite un análisis más profundo, mejora la gestión del riesgo y aumenta el potencial de obtener mayores rentabilidades que una cartera con múltiples participaciones basadas en convicciones de menor solidez.
¿Cómo se identifican las empresas con buenas perspectivas?
La historia no se repite, pero a veces rima. Si aplicamos al ámbito de la inversión una derivación del juramento hipocrático, podemos decir que Scharf Investments hace especial énfasis en proteger ante todo el capital del cliente. El equipo de inversión suele limitar la selección de valores a empresas con una visibilidad sobre sus beneficios entre el decil y el cuartil superior durante el último ciclo económico y realiza un exhaustivo análisis sobre la rentabilidad de las acciones y las operaciones durante décadas, si está disponible. Todas las empresas cambian o evolucionan, y la mayoría sufren un deterioro. Sin embargo, algunas tienen ventajas competitivas sostenibles que el mercado valora erróneamente de forma temporal. La firma analiza en profundidad un grupo selecto de empresas para diferenciar los dos grupos.
Los participantes en los mercados bursátiles a veces se centran más en los resultados de la empresa a un año o menos y otorgan menos atención a las perspectivas a largo plazo de una empresa. Scharf Investments trata de sacar partido de las oportunidades en las que se aprecia una revalorización prácticamente nula (dead money) a corto plazo mediante la ampliación del horizonte temporal de inversión e invirtiendo en el sólido poder de los beneficios normalizados de una empresa de calidad que presenta una valoración reducida. Todas las acciones que se compran deben tener un potencial alcista de más del 30% con respecto al valor razonable de base evaluado y, lo que es igual de importante, presentar solo un 10%-15% de potencial de caída. Esta ratio de favorabilidad de 3 a 1 es uno de los requisitos de la cartera y ayuda a garantizar que el equipo de inversión adquiere empresas con un margen de seguridad suficiente, al tiempo que exige una rentabilidad futura atractiva. El requisito de contar con una visibilidad superior sobre los beneficios —tanto pasados como futuros— contribuye a evitar inversiones en trampas de valor.
¿Cómo ve la evolución de los criterios ESG en su cartera?
Scharf Investments integra actualmente el riesgo financiero ESG (a través del servicio de datos Sustainalytics ESG de Morningstar) en el proceso de inversión como herramienta de gestión de riesgos y de inversión. Sin embargo, el énfasis histórico de la estrategia en la resiliencia de los beneficios y el crecimiento duradero siempre ha dado lugar a una cartera de empresas generalmente sostenibles. Los orígenes de la empresa y los clientes situados en el norte de California, de mentalidad progresista, también han mantenido al equipo de inversión históricamente orientado hacia los criterios ESG, incluso antes de que estos se volvieran tan frecuentes y pasasen a estar tan cuantificados. Dos de los fondos de inversión de Scharf en EE.UU. tienen una calificación de riesgo ESG de Morningstar Sustainalytics que los sitúa en el 10 % superior de su universo.
El equipo de inversión ha excluido históricamente el tabaco y el juego y tiende a evitar las empresas que presentan graves problemas sociales. Por ejemplo, hasta la fecha hemos excluido a Facebook, a pesar de presentar una valoración convincente en ocasiones, debido en gran medida a la preocupación por las noticias falsas y los efectos sobre la autoestima y la salud mental de los usuarios.
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La información o los datos contenidos en el presente documento no constituyen en modo alguno una oferta, recomendación o consejo para comprar o vender acciones de las participaciones del Fondo. Los inversores deben consultar la información clave para inversores («KIID») y el folleto del Fondo disponible en https://www.imgp.com para obtener más detalles sobre los riesgos implicados.