Estados Unidos ha ocupado los titulares toda la semana. El aumento de las protestas y la violencia, la gestión del COVID-19 y las tensiones con China han sido los principales focos de atención que, según algunos analistas, están siendo, por ahora, ignorados por el mercado.
En esta línea hace su valoración Adam Vettese, analista de mercados de la plataforma de inversión en multiactivos eToro. “La mayoría de las protestas son pacíficas, pero la violencia está aumentando, con saqueos masivos, miles de detenciones y al menos cinco muertes. Los inversores parecen ignorar en gran medida las protestas hasta ahora, pero eso podría cambiar si estas protestas masivas conducen a un repunte significativo en los casos de COVID-19, ya que el mayor riesgo al que se enfrentan actualmente los mercados de EE.UU. es una segunda oleada del virus”, explica el analista de eToro.
Por ahora, el optimismo de los inversores no se ha visto afectado por la creciente tensión social y las protestas contra la brutalidad policial. “Los inversores siguen ignorando los disturbios sociales. Lo que está animando al mercado son datos las cifras mejores de lo esperado en el sector de empleo privado en EE UU”, añade Vettese.
En cambio, el otro gran foco de atención han sido los mensajes cruzados entre China y Estados Unidos, que evidencia que la tensión entre ambos países ha aumentado, sí que inquieta al mercado y a los inversores. La tensión es tal que estamos viendo cómo Pekín rechaza las peticiones de las aerolíneas estadounidenses de reactivar los vuelos y a Estados Unidos amenazar con prohibir todos los vuelos de pasajeros desde China.
“Es probable que los mercados de acciones vivan un tira y afloja, por un lado, entre un creciente optimismo y una estabilización económica gradual y, por el otro, un nuevo estallido del conflicto comercial entre EE.UU. y China y el riesgo de una segunda ola de contagios”, afirma Stefan Scheurer, director de Global Capital Markets de Allianz Global Investor. En su opinión, no se debe ignorar el conflicto comercial que parece reavivarse entre EE.UU. y China.
De hecho, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, considera que «los mercados siguen muy a atentos al rebrote de las tensiones chino-norteamericanas» al ver que «la crisis del coronavirus no ha hecho sino ocultar momentáneamente una tensión que persiste» entre las dos potencias y que «puede suponer un deterioro de la relación entre China y EE.UU.»
Según su análisis “la guerra comercial solo tuvo un armisticio y no una auténtica paz”. Aunque, como comenta el experto, «parece que por parte de la Administración Trump estas tensiones tienen más de retórica que de acciones concretas», por lo que señala que la actuación de EE.UU. en este conflicto “debe ser interpretada en clave electoral” dada la proximidad de las próximas elecciones presidenciales, que otorgan una «elevada incertidumbre a la forma en que la administración estadounidense afrontará la presente crisis y el deterioro económico subsiguiente”, especialmente si tenemos en cuenta la imprevisibilidad del mandatario estadounidense.
Misma lectura de la situación realiza Esty Dwek, responsable de estrategia global de Natixis IM Solutions, sobre todo después de la aprobación de la nueva Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong. Dwek destaca que “la retórica de Trump se ha endurecido contra China, pero se concreta en pocas medidas. Como estábamos esperando, es más un ladrido que un mordisco y esperamos que siga así. Trump necesita parecer duro contra China para su campaña de reelección, pero si es excesivamente duro se pueden empeorar las condiciones económicas y una caída en los mercados podrían costarle el segundo mandato”.
Consecuencias de las tensiones
En opinión de Dwek, los mercados continúan demostrando que son inmunes a los titulares negativos y están más centrados en el rally bursátil, que se ha extendido más allá de los valores defensivos y de crecimiento. “En general, creemos que las tensiones entre EE.UU. y China y los resultados esperados para el segundo trimestre pesarán en el sentimiento inversor en las próximas semanas, por lo que elegimos ser prudentes”, apunta.
En general, a las gestoras les preocupa el impacto que puede tener el aumento de las tensiones comerciales en el crecimiento global. Un punto de inflexión en estas tensiones ha sido el anuncio de la Administración Trump de eliminar el estatus especial del que Hong Kong disfrutaba desde 1992 y, por el cual, dicha región administrativa es tratada de forma diferente a China continental.
“No obstante, creemos que las medidas que se adopten serán más simbólicas que cualquier otra cosa: las exportaciones de Hong Kong a Estados Unidos, que no son reexportaciones de China y que hasta ahora estaban exentas de los aranceles estadounidenses, representan menos del 3% del PIB de Hong Kong y consisten principalmente en servicios postales y logísticos. Cualquier otra medida adoptada contra Hong Kong perjudicaría ante todo a su población, lo que no es necesariamente el objetivo de la Casa Blanca, por no hablar del impacto que cualquier medida pueda tener en las 1.200 empresas estadounidenses que tienen operaciones en Hong Kong”, señala Fabrice Jacob, consejero delegado de JK Capital Management, parte del Grupo La Française.
En opinión de Scheurer, también habrá que estar atento al efecto que tienen sobre las divisas y los mercados emergentes. “El aumento de las tensiones en el contexto del conflicto comercial entre China y Estados Unidos no solo provocó que el renminbi chino se situara en el nivel más bajo desde 2008 frente al dólar, sino que también podría extenderse a otras monedas de países emergentes”, recuerda.