Cuando los mercados se desplomaban en enero y febrero, y cuando el Brexit también llevó a algunas bolsas al abismo, la estrategia cuantitativa QME de La Financière de l’Echiquier ofreció buenos resultados. De hecho, es en esos entornos cuando más valor aporta, gracias a la correlación cero del fondo, según explica Alexis Grutter, gestor de Echiquier QME, en una entrevista con Funds Society. Algo que no ofrecen todos los CTAs: “Los CTAs son una buena alternativa para diversificar las carteras clásicas, pero no todos funcionan”, advierte.
El fondo QME se registró en mayo en España, aunque ya había otra versión para profesionales. ¿Cuál es el balance sobre la evolución del fondo, tanto en términos de rentabilidad como de captación de flujos y crecimiento de activos, en estos meses?
El fondo UCITS Echiquier QME fue lanzado en noviembre del año pasado, aunque en España se registró en mayo de este año y el fondo Echiquier QME Global para inversores profesionales fue creado hace ahora tres años y medio. La evolución de la estrategia en términos de activos ha sido la siguiente: empezamos el año 2016 con 20 millones y ahora tenemos alrededor de 135 millones, lo que supone un importante crecimiento, especialmente a través del vehículo UCITS, donde empezamos con 5 millones y ahora tenemos cerca de 90 millones. Ha sido una evolución realmente buena. En términos de rentabilidad, registramos un 5,5% en el fondo global y un 4,5% para el fondo UCITS. Pero uno de los aspectos más interesantes de este fondo es la descorrelación o correlación negativa con los mercados tradicionales. Registramos una muy buena evolución en enero, en febrero…e incluso en junio, con el Brexit, y es en este tipo de situaciones donde ofrecemos valor a los inversores tradicionales.
¿Es por esto una estrategia que está suscitando interés entre los inversores?
Es una estrategia interesante tanto para inversores retail, como para family offices e incluso para inversores institucionales. En noviembre, el fondo UCITS contará ya con un año de track-record y pronto alcanzará los 100 millones, y cuando obtengamos esas dos cifras, probablemente el fondo captará más activos, seguramente en el plano institucional también. Necesitan un track-record de un año al menos y queremos poder explicarle ambos productos, que aunque tienen básicamente la misma estrategia, el universo de inversión es un poco diferente y también lo es el objetivo de volatilidad (10% para Echiquier QME y 12% para Echiquier QME Global).
¿Cómo ayuda a las carteras tener una estrategia así? ¿Cuáles son los puntos fuertes de la estrategia sistemática del fondo en un escenario como el actual, de mayor volatilidad?
Lo más importante de esta estrategia es la descorrelación. La descorrelación hace todo. Si se añade a las carteras algo que esté correlacionado, aunque la correlación sea baja, se está añadiendo riesgo a la cartera. A largo plazo, todo proviene de las compañías: ya sea a través de la inversión en renta variable, renta fija o cualquier otro instrumento que ofrezca valor, existe una tendencia positiva en la rentabilidad de todos los instrumentos que se derivan de las compañías. El problema es que a veces, si existe un poco de volatilidad se puede perder, por lo que se necesita añadir a las carteras algo que en ese momento ofrezca una correlación negativa para limitar las caídas. La volatilidad es una aproximación al riesgo, pero el riesgo real son las caídas, hay que saber cuánto se puede perder en una posición. Y si se invierte en renta variable o crédito, saber que se puede sufrir cualquier clase de evento y se puede perder mucho dinero, Pero si se añade una estrategia o una clase de activo muy específica alternativa, realmente se pueden limitar las caídas. Actualmente, este tipo de estrategias son muy adecuadas dentro de una cartera global.
Pero, incluso dentro del segmento alternativo, si se miran todas las correlaciones entre las principales estrategias (long /short equity, arbitrage, global macro…) todas ellas están o ligeramente o bastante correlacionadas con la renta variable. Por tanto, hay que intentar elegir una buena estrategia alternativa para no añadir más riesgo a la cartera, y nuestra estrategia es la única que tiene una correlación “cero”.
La principal ventaja de la gestión sistemática es la construcción de la cartera en base a un modelo desarrollado por los gestores, pero que no intervienen a la hora de decidir las posiciones de la cartera. Haciendo esto se es capaz de incorporar posiciones que no se añadirían en una cartera tradicional. Por ejemplo, nosotros llevamos tres años largos en bonos soberanos, empezamos a comprarlos cuando los tipos de los bonos estaban a cero, posteriormente entraron en terreno negativo y gran parte de la rentabilidad del fondo proviene de los bonos. Si se tiene un enfoque sistemático sin restricciones se tiene la capacidad de capturar las tendencias hasta el final porque la principal ineficiencia de las tendencias es que sean más largas de lo que se espera en un principio. Con esta estrategia se pueden aprovechar las asimetrías entre los perdedores y los ganadores de la cartera. Se pueden tener muchas pequeñas pérdidas y algunos grandes ganadores significativos y con esta asimetría se pueden mantener las tendencias hasta el final del mercado alcista o bajista.
¿Piensan que la volatilidad va a aumentar en los próximos meses?
La elevada volatilidad es un modelo de tendencia y la única estrategia es la así llamada “long volatility”. Nos gusta la volatilidad, los mercados agitados, no nos amedrentamos en las situaciones complicadas de mercado, cuando todo está cayendo, porque nosotros tenemos una buena posición en los mercados bajistas. Normalmente el 90% del universo es long only y cuando eres un gestor long only no tienes la capacidad para estar corto. Así cuando eres de los únicos que puedes estar corto y el resto está vendiendo su posición larga, estás situado en el lado correcto del barco. Y se puede capturar una gran rentabilidad en un mercado bajista. Por eso nos gusta la volatilidad y los mercados bajistas.
Pero esta estrategia también funciona bien cuando estamos largos, podemos invertir en ambos lados de la tendencia. Cuando los mercados cambian de tendencia la estrategia lo hace bien igualmente. Si se es un seguidor de tendencias puro, se puede perder dinero, por lo tanto se necesita algo más dentro del fondo. Por ese motivo, nosotros asignamos un 70% de la cartera a los modelos “momentum” o de seguimiento de tendencias y el 30% restante a estrategias “satélite” que no están correlacionadas con el momentum del mercado. Esto ayuda a reducir el impacto negativo en los cambios de tendencia del mercado y nos otorga la capacidad de ganar dinero cuando nuestros competidores están planos o negativos gracias a las posiciones satélites. Nos ayuda a tener una menor dependencia de las condiciones de mercado y a tener una trayectoria más estable.
Este sería el primer paso de la diversificación del fondo. El segundo paso es la diversificación por instrumentos. Creemos fuertemente que la mejor manera de gestionar una cartera eficiente es añadir muchas pequeñas porciones de riesgo a través de muchos activos. Es otra manera de generar rentabilidad. La rentabilidad se genera a través de muchas pequeñas apuestas. Por ejemplo, en nuestro fondo Ucits (Echiquier QME), tenemos 60 futuros de 4 distintas clases de activos: bonos, tipos de interés, renta variable, divisas. Para el fondo Echiquier QME Global, invertimos en las mismas clases de activos a las que añadimos los futuros de materias primas. Lo que al final representa cerca de 100 futuros. Solo invertimos a través de futuros que son productos líquidos y puro delta. El tema de la liquidez es muy importante para nosotros. Por tanto, es necesario diversificar mediante las estrategias y los instrumentos y esta es la mejor manera de generar rentabilidad a largo plazo. La diversificación entre las posiciones satélites y las ligadas al momento de mercado nos permiten tratar de obtener rendimientos siempre, en cualquier condición de mercado, a diferencia de otras estrategias CTA, que si no hay una tendencia en el mercado, están planas.
El fondo trata de identificar tendencias a medio plazo con un modelo cuantitativo: ¿para qué activos está dando el fondo señales de compra o venta?
Hoy en día vemos una tendencia alcista en el mercado de bonos, esta es una tendencia muy significativa, que dura mucho más de lo que esperábamos. En cuanto a la renta variable, actualmente vemos una ligera tendencia alcista, atendiendo a la renta variable global. En divisas, estamos largos en euros y cortos en dólares y en materias primas vemos diferentes tipos de tendencias.
Las contribuciones individuales a la cartera de cada posición son muy pequeñas, pero la belleza de la estrategia es que la suma de todas ellas produce una rentabilidad significativa. Cada posición te permite capturar distintas tendencias.Sin embargo, las tendencias de mañana pueden ser completamente diferentes a las de hoy, o ser las mismas. No se sabe y por eso es necesario ser muy flexible y tener la posibilidad de cambiar si la posición no es la adecuada.
Para asegurarte de que no registras grandes pérdidas en la cartera es muy importante construirla enfocada al riesgo. La gestión del riesgo, que es un elemento clave, se hace en una fase muy temprana de la construcción de la cartera. Hay que crear las carteras con un riesgo bajo para reducir las caídas potenciales. Para ello se debe construir con diversos enfoques de riesgo, asignando a cada posición un presupuesto máximo de riesgo en función de la volatilidad de cada activo,, ya que nunca se puede saber de dónde puede proceder el riesgo. En nuestro caso, dado que utilizamos las estrategias momentum y las satélites nunca utilizamos el presupuesto máximo de riesgo. Esa es la razón de que tengamos una volatilidad menor que la de nuestros niveles objetivos máximos.
El tercer paso de la diversificación es el apalancamiento global, es un parámetro que ajusta la cartera en relación a la volatilidad del fondo. Si la volatilidad aumenta, reduciremos el apalancamiento de todas las posiciones. Si se analiza el fondo, es interesante ver la volatilidad de cada subyacente y la correlación. Pero trabajamos con la correlación a día de hoy, no a futuro, ya que no sabemos cuál puede ser.
¿Cómo pueden afectar al modelo del fondo eventos como las negativas consecuencias del Brexit, una subida de tipos de la Fed o un mal resultado en las elecciones en EE.UU.?
La volatilidad es un aliado en nuestra gestión y es ahí cuando más sentido tiene nuestro fondo, en este tipo de eventos. Dentro de una cartera global, cuando el resto de activos está cayendo (la renta variable, el crédito…), nuestro fondo ayuda a reducir el impacto negativo en la cartera, dada la descorrelación de la que hablábamos anteriormente.
En el caso de la Fed, somos un poco agnósticos respecto a los tipos de interés. Puede que Yellen acometa el primer movimiento en diciembre, puede que se produzcan otros dos aumentos en 2017… y si el mercado acepta esto, podemos seguir manteniendo nuestro posicionamiento actual, largos en renta variable y largos en bonos pero si no es así y se produce un mercado bajista en los bonos, cambiaremos las carteras y pasaremos de estar largos en bonos a estar cortos. Somos muy flexibles y tenemos la capacidad de cambiar nuestras posiciones rápido para poder capturar la próxima tendencia. Por tanto, todos los eventos son oportunidades potenciales para nosotros.
Dentro de las estrategias alternativas, ¿es un buen momento para invertir en CTAs frente a otras estrategias?
Si a día de hoy se invierte solo en una clase de activo y se quiere conseguir más rentabilidad, se tiene que añadir más riesgo a la cartera, ya sea en bonos, renta variable, crédito, etc. Por tanto, se necesita añadir algo que ofrezca rendimiento cuando todo lo demás no está registrando buenos resultados y no todas las estrategias alternativas pueden ofrecer esta clase de perfil. Las estrategias CTA son las únicas que pueden ofrecer este perfil porque nos sentimos cómodos con la volatilidad y los mercados agitados. La estrategia market neutral, por ejemplo, tiene una beta muy baja respecto al mercado, una baja correlación. Pero si se está largo por ejemplo en pequeñas compañías y corto en grandes compañías, puede verse afectado por los reembolsos en el mercado o el sector porque al final se está invertido en renta variable y hay riesgos escondidos. Pero en nuestro CTA, no es así, porque tenemos muchas apuestas que ayudan a diversificar. Por tanto creemos que los CTA son una buena alternativa para diversificar las carteras clásicas, pero no todos los CTA funcionan…