El repaso de lo que ha sido el año 2014 en las bolsas de Asia deja buen sabor de boca para Andrew Gillan, responsable de renta variable asiática (excepto Japón). El experto de Henderson señala dos mercados emergentes como las principales opciones de cara al próximo año: China y la India seguirán siendo los mercados favoritos del portfolio. “Los datos demográficos, una relativa fortaleza presupuestaria y una mayor tasa de crecimiento hacen que Asia goce de unas perspectivas positivas en comparación con otras regiones”, explica el gestor.
El año que dejamos atrás ha estado marcado por las divergencias entre los diferentes mercados en Asia. ¿A qué se ha debido este factor?
En parte, al contexto político: los cambios de gobierno en la India e Indonesia han supuesto un impulso para ambos. No obstante, también hemos observado un buen comportamiento en otras economías pertenecientes a la ASEAN (Asociación de Naciones del Asia Sudoriental) como Filipinas y Tailandia. A pesar de la fortaleza del dólar, las economías tradicionalmente exportadoras del norte de Asia no se han beneficiado demasiado en términos de progresión en los mercados bursátiles, pese a unas valoraciones relativamente baratas, en concreto en China y Corea.
¿Qué otros factores señalaría?
La volatilidad ha aumentado durante el año, pero los mercados asiáticos han resistido relativamente bien tras la retirada del programa de relajación cuantitativa, y la caída del precio de las materias primas y el petróleo debería beneficiar considerablemente a la región de cara al próximo año.
¿Dónde cree que estarán las oportunidades más interesantes en 2015 en estos mercados?
La India sigue siendo uno de los mercados más positivos, pero esto también se refleja en las valoraciones. Seguimos sobreponderando la región, ya que aún consideramos que nuestras inversiones en los sectores financiero, farmacéutico, de servicios tecnológicos y de consumo pueden seguir generando un crecimiento considerable de los beneficios y una rentabilidad superior durante los próximos años.
¿Cuáles son los principales riesgos en ese país?
El riesgo más evidente es que las reformas económicas se paralicen, pero los tipos de empresa a los que estamos expuestos han obtenido una rentabilidad brillante incluso en contextos políticos más débiles. Los valores que priorizamos son, entre otros, HDFC y su filial HDFC Bank, Tata Motors, el grupo de higiene personal, salud y productos alimenticios Dabur, el grupo de servicios tecnológicos y de externalización Tech Mahindra, y el grupo farmacéutico Lupin.
¿Cuál es la mayor posición de la estrategia?
En términos absolutos, China sigue siendo nuestra mayor posición por país con una ponderación de más del 20% en la cartera, donde contamos con empresas tanto de la nueva como de la vieja economía y una buena exposición a empresas de consumo. A pesar de los titulares negativos y de las consecuencias del ajuste a unas tasas de crecimiento general más bajas —aunque, lo que es más importante, de mayor calidad—, las valoraciones parecen interesantes y los fundamentales de las empresas son positivos. El crecimiento excesivo del crédito registrado en la última década tendrá consecuencias, pero también considero que las políticas monetarias ayudarán a que la economía siga por buen camino. Una de las posiciones que priorizamos en este país es Baidu, líder del mercado de motores de búsqueda en Internet. Este mercado sigue expandiéndose a un ritmo impresionante, especialmente el segmento de las comunicaciones móviles, y la empresa está logrando encontrar un buen equilibrio entre inversión para el futuro y rentabilidad, a medida que monetiza su posición de liderazgo en el mercado. En el sector del consumo contamos con exposición a los fabricantes de automóviles Brilliance (socio de joint venture de BMW) y Dongfeng Motor (que colabora con Nissan y Honda, entre otros), que siguen ofreciendo perspectivas de crecimiento positivas y sus valoraciones parecen interesantes.
Si compara con diciembre de 2013, ¿tiene una visión más positiva o negativa sobre las perspectivas económicas y de inversión? ¿Por qué?
El índice regional está, en general, en línea con el aumento de los beneficios anuales, lo que supone un cierto alivio ya que hemos observado fluctuaciones considerables y, en consecuencia, un incremento de las valoraciones en algunos mercados. A corto plazo, el descenso del precio de las materias primas debería ser favorable para los beneficios de las empresas asiáticas. Más a largo plazo, el progreso en materia de reformas logrado en los mercados más importantes podría impulsar a los mercados de renta variable y favorecer a las ya positivas hipótesis de inversión macroeconómicas para el continente asiático. Los datos demográficos, una relativa fortaleza presupuestaria y una mayor tasa de crecimiento hacen que Asia goce de unas perspectivas positivas en comparación con otras regiones.