Tras un 2014 muy positivo en los mercados, la cautela empieza a adueñarse del sentimiento de algunos inversores, preocupados por el potencial auge de la volatilidad. Pero Martyn C. Hole, especialista de inversiones de Capital Group, no prevé que se produzca un repunte significativo de la misma, ante unas condiciones bastante positivas en términos económicos y la continuidad de una política monetaria laxa, tanto en Europa como en Japón pero también en EE.UU. “Somos bastante constructivos con los mercados de cara a este año”, asegura en una entrevista con Funds Society, ante factores como el menor precio del petróleo o la fortaleza del dólar.
En este contexto, es positivo con la renta variable, y cree que, si los beneficios de las empresas sorprenden positivamente, es posible lograr retornos de dos dígitos, aunque su estimación más probable es que se sitúen en la parte media-alta de un dígito (en torno al 7%-8%). “Desde una perspectiva de largo plazo, a dos-tres años, la renta variable ofrecerá mejor retorno que los bonos. Las valoraciones no están particularmente baratas pero tampoco caras, pues las bolsas globales cotizan con PER de en torno a 15-16 veces y ofrecen una rentabilidad por dividendo del 3%, algo que esperamos que evolucione al alza, así como los beneficios”, explica. Así, las valoraciones son más atractivas que las de los bonos, con rentabilidades del 1% en la renta fija pública en Alemania o Japón o el 2% en EE.UU.
Desde la gestora, que abrió oficina el año pasado en España, tomaron posiciones fuertes de sobreponderacción en acciones ya el año pasado, y aunque han retrocedido un poco en esas posiciones teniendo en cuenta los rallies vividos, son constructivos con el activo, debido a las perspectivas para la economía global. Así, ven crecimiento en EE.UU., en su mercado laboral (en el que empiezan a ver subidas salariales pero no suficientes como para disparar la inflación), en el consumo… Eso sí, ante la fortaleza del dólar, son cautos (“no es demasiado importante pero sí habrá sectores con más riesgo, como el industrial”, advierte Hole) y valoran que la economía dependa menos de las exportaciones (“es una economía menos abierta”). En sus carteras sobreponderan compañías estadounidenses con ingresos locales y mayor exposición doméstica, si bien esas posiciones podrían revisarse en el futuro, dice Hole, debido a sus mayores valoraciones.
También a favor jugará la Fed, pues, a pesar de que empezará a subir tipos este año, podría retrasar su decisión a finales de 2015, teniendo en cuenta que la revalorización del dólar equivale a una subida de las tasas. Y el petróleo, que podría sumar medio punto al crecimiento del país y beneficiar a sectores como el automovilístico, el de medios o el de ocio. “No hay que olvidar que los precios bajos estimulan la demanda”, dice.
Y también puede beneficiar a otros mercados: “Suele haber un malentendido al pensar que el petróleo barato perjudica a los emergentes: sí es negativo para exportadores como Venezuela o Nigeria pero en el mundo en desarrollo hay más importadores, como China, India u otros mercados de Asia (Malasia, Tailandia…). En esos países, contribuye a rebajar la inflación y, a través de una mejoría en el poder adquisitivo, mejor su balanza por cuenta corriente”, explica. En estos mercados es positivo con China (entiende que el país vive una transición económica marcada por la urbanización y su crecimiento pasará del 10% al 5%) y tiene menos peso en países de Latinoamérica, aunque sí opta por su mercado de bonos. “Nos gustan los bonos mexicanos, los colombianos en divisa local y algunos de Brasil, donde los ligados a la inflación ofrecen rentabilidades del 6% y con un real bien valorado”, explica Hole.
Pero en renta variable, su exposición es muy baja. “Brasil gasta solo el 2% de su PIB en infraestructuras y se centra en impulsar el consumo, al contrario que China”, dice. Para invertir en acciones de LatAm, necesita ver reformas, en mercados como Brasil y una mejoría de la gestión empresarial. En México, donde hay reformas y el potencial también es fuerte por su cercanía con EE.UU., ve un problema de valoraciones.
Positivo con Europa
En Europa, considera que el sentimiento es demasiado pesimista y aunque no prevé un boom en el crecimiento (será de entre el 1,5% y el 2%), es razonablemente positivo, ante la mejoría de la competitividad en la Europa periférica y también en parte por la debilidad del euro, que beneficia a las exportaciones y a sectores como el turismo en Grecia y otros países. Y es que Hole considera que el QE del BCE tendrá efectos más positivos que las medidas anteriores de Draghi y por eso es constructivo con la renta variable, con mayores rentabilidades por dividendo que la estadounidense, mejores valoraciones y la capacidad de sorprender en cuanto a beneficios ante el estado de la divisa. Eso sí, reconoce riesgos, como la guerra de Ucrania – que pueden afectar a Finlandia y Alemania- o el tema griego –aunque no creee que abandone el euro, ve más probabilidades que en el pasado-. También las próximas elecciones podrían generar incertidumbre pero cree que el entorno, de crecimiento, baja inflación y beneficios empresariales, pesará a favor.
Por sectores infrapondera las financieras europeas, donde prefiere bancos británicos y escandinavos, y también infrapondera el sector de materiales aunque empieza a ver signos positivos en el sector minero. Sus carteras están expuestas a exportadoras. Entre los nombres españoles destacan Grifols y Bankia.