En un entorno caracterizado por el compás de espera de la Fed y la relajación monetaria del Banco Popular de China y del BCE, la alternativa es una búsqueda continua de rentabilidad, fundamentalmente en las curvas de deuda soberana y de crédito. En este contexto cabe preguntarse qué impulsará los mercados.
En opinión de Nordea AM, la respuesta pasa por: “Las expectativas de una recuperación económica en China. El mantenimiento de los tipos por parte de la Fed durante el segundo trimestre, seguido de una subida de 25 a 50 puntos básicos en la segunda mitad del año antes de marcar una pausa en 2020. Y, por último, la continuación de las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China en el segundo trimestre, que podría traducirse en amenazas esporádicas de aumento de los aranceles”, apunta la gestora en las perspectivas económicas para el segundo trimestre de 2019.
En renta fija, y vista la posición de los bancos centrales, el riesgo de tasa de interés ha disminuido significativamente y esto debería alentar a los inversionistas de bonos a preocuparse menos por la duración de la tenencia. Según destaca Chris Iggo, jefe de inversiones de renta fija de AXA IM, esto “también es positivo para el crédito, dado que los diferenciales de crédito se ampliaron y los activos de crédito tuvieron un desempeño inferior al del año pasado cuando la Fed subía las tasas cada tres meses”.
De hecho, el crédito siguió comportándose de forma positiva en febrero con entradas de capitales a fondos tanto investment grade como high yield en euros. El mercado observa que pese al aumento de las nuevas emisiones, la demanda de los inversores se ha ido manteniendo fuerte. Iggo pone el acento en que el inversor debería concentrarse en beneficiarse de un entorno de tipos bajos y estables y de un crecimiento económico aún positivo. “El año pasado es el año pasado, en este los bonos han vuelto», sostiene.
En opinión de Nicolas Chaput, consejero delegado y director de inversiones adjunto de Oddo BHF AM, se ha producido un freno a la recuperación de la renta fija. “El reciente repunte de la deuda pública se ha interrumpido. A estos niveles tan bajos, los bonos federales alemanes podrían haber descontado ya un fuerte descenso de la economía, dejando poco margen. Sin embargo, el potencial de subida de los rendimientos sigue limitado por la actitud sobre los tipos más bajos durante más tiempo y el probable descenso de la inflación general”, señala Chaput.