El dólar sigue siendo, con diferencia, la principal moneda. Pero nuevos acontecimientos políticos y desarrollos en materia política en Europa y China, podrían potenciar el rol del euro y del renminbi, aumentando así las perspectivas de un sistema multipolar futuro.
Según afirma Scope Ratings, los gobiernos de la UE y de China tendrán que hacer más para promover el uso internacional de sus respectivas monedas. Si lo hacen, el cambio del dólar al euro o al renminbi podría tener lugar de forma más precipitada de lo que se cree posible en la actualidad.
«Un mayor uso del euro y el renminbi otorgaría a los gobiernos de la UE y de China una mayor autonomía monetaria, financiera y política, al tiempo que fomentaría un sistema financiero internacional más estable capaz de ofrecer alternativas creíbles al dólar», afirma Alvise Lennkh, director de Scope. Según la firma, el uso de una moneda internacional abarca mucho más allá de su función de reserva de divisas para los bancos centrales. En este sentido, cumple las tres funciones tradicionales de la moneda para los actores privados y públicos del mercado: un medio de cambio, una unidad de cuenta y un depósito de valor.
«El dólar ha dominado estas áreas durante varios decenios, confiriendo ventajas considerables a Estados Unidos (AA/Estable) en términos de sostenibilidad de la deuda pública, así como de influencia económica y política, y provocando una inercia frente a la posible adopción de monedas alternativas», dice Lennkh.
En opinión de Scope Rating, el euro es, quizás, el rival más claro del dólar, dado el peso de los países de la zona euro en el PIB mundial (15%) y en el comercio (25%), así como el creciente protagonismo de los Estados miembros en los mercados mundiales de capital. “De hecho, varios acontecimientos ya apuntan a una mayor dependencia del Euro, como: la mejora de la infraestructura de los sistemas de pago del BCE; la decisión de Rosneft y Novatek (los mayores productores rusos de petróleo y gas líquido) de pasar al euro desde el dólar para todas las exportaciones; y la labor de la Comisión Europea encaminada a fortalecer el papel internacional de su moneda, que incluye la celebración de consultas activas con los participantes en los mercados privados y públicos”, argumenta el último informe de la firma.
«Una integración más estrecha de la UE y del sector financiero de la zona euro, mediante la finalización de las uniones de los mercados y de la banca, aumentaría el atractivo de los activos denominados en euros. La disponibilidad de activos seguros, que se beneficiaría enormemente de la creación de un instrumento de deuda común de la zona euro, como un eurobono o valores de bonos respaldados por la deuda soberana- también es clave para lograr una adopción más generalizada del euro», afirma Levon Kameryan, analista de Scope y coautor del informe.
En este sentido destaca que las negociaciones en torno a un fondo de recuperación de la UE (“Next Generation EU”) para 2021-24 van en esta dirección. Para las autoridades chinas, la mayor apertura a los inversores extranjeros, los avances en la mejora de la supervisión y la reducción de las vulnerabilidades financieras, el fortalecimiento del estado de derecho y la mejora de la solvencia soberana serán fundamentales para aumentar el atractivo internacional del renminbi.
«Hasta ahora, sólo vemos signos graduales de la disminución del dominio del dólar. Por ejemplo, en las reservas de divisas. Los activos denominados en dólares representan actualmente alrededor del 61% de las reservas mundiales, aunque esta proporción ha disminuido desde más del 71% en 1999. La cuota del euro es mucho menor, con sólo el 20,5% de las reservas, después de haber alcanzado un máximo del 28% en 2009. El uso del renminbi, aunque hoy en día es marginal, casi se ha duplicado en los últimos tres años hasta alcanzar el 2%”, afirma Kameryan.
Por último Thibault Vasse, analista de Scope y coautor del informe, recuerda que “la política exterior y comercial de Estados Unidos también pueden incentivar a los gobiernos a reducir su dependencia del dólar, mientras que los persistentes déficits fiscales y de cuenta corriente del país en un entorno altamente polarizado políticamente pueden debilitar gradualmente la confianza de los inversores en la moneda».
Desde el informe de Scope Rating recuerdan que tanto los inversores como los responsables políticos deberían evaluar los riesgos y prepararse para la posibilidad de que el dólar tuviera un rol menos protagonista en los próximos años o décadas. «Tiene sentido tomar medidas hoy para protegerse contra la posibilidad, aunque parezca remota por ahora, de una pérdida repentina de confianza en el dólar que podría conducir a una crisis de liquidez mundial con graves consecuencias económicas sin que exista una moneda mundial alternativa», concluye Vasse.