Gonzalo Borja, managing director y jefe de renta fija emergente de Credit Suisse AM, acaba de pasar diez días viajando por Latinoamérica presentando Credit Suisse (Lux) Latin America Corporate Bond Fund, una estrategia de renta fija latinoamericana que se encuentra en periodo de suscripción hasta el próximo 7 de octubre. Ahora lleva el producto a Europa y su discurso y argumento sigue siendo el mismo: “El mercado de bonos corporativos latinoamericanos históricamente ha generado fuertes rentabilidades de más del 8% anualizadas”.
En su opinión, la región ofrece unos elevados rendimientos, tanto en términos absolutos como en comparación con otras regiones emergentes. “Cuando uno mira el mercado de bonos y dónde están las tasas, así como la política monetaria que han llevado los bancos centrales, ve que cada vez es más complicado obtener rentabilidades positivas. En Europa, por ejemplo, las opciones del inversor en renta fija, que sigue siendo un activo muy presente en las carteras, es alargar duraciones o bajar un poco la calidad crediticia hacia high yield, o irse a híbridos o CoCos. En cambio, en renta fija emergente y solo teniendo en cuenta la parte corporativa estamos en un mercado de alrededor de 1,5 trillones de dólares; esa parte tiene de media un rating de investment grade, lo que representa el 65% del universo corporativo”, explica Borja.
Además, puntualiza que las compañías con calificación BB son firmas de calidad, y que en ocasiones el rating de estas empresas está penalizada por el del país. En este sentido, Borja explica que por norma no se suele permitir que, salvo excepciones, las compañías tengan mejor calificación que la deuda pública de su país: “La consecuencia es que en el momento que sube el rating del país, un gran parte del high yield corporativo se convierte en investment grade, beneficiándose el inversor de un spread incurriendo en un riesgo relativamente bajo frente al high yield en mercados desarrollados”.
Para poder invertir con criterio en los mercados emergentes, Borja insiste en que hay que alejarse del cliché de que supone asumir un mayor riesgo, y empezar a reconocer el papel que están jugando estos países. “Si trasladamos el 60% que aportan los mercados emergentes al PIB mundial –ajustado a PPP– a nuestro asset allocation, tendríamos que aumentar la exposición. Y así está ocurriendo. Vemos como cada vez más se eleva el peso de los activos emergentes dentro de una cartera de renta fija diversificada, bien sean inversor particular como institucional”, sostiene.
En el contexto actual, considera que la política de tipos de interés bajo puede ser un motivo para aumentar la exposición a esta clase de activo, aprovechando así su descorrelación y como alternativa para los inversores que buscan carry. “Creo que Latinoamérica, la segunda región más grande después de Asia, ofrece ahora mismo unos rendimientos y unos spread bastante atractivos. Su ventaja es que sigue habiendo nuevos emisores en el mercado y que está compuesta por un gran número de países. Además, en los últimos veinte años ha logrado un rendimiento del 8% con una volatilidad de en torno al 4%, frente a Europa que ha ofrecido un rendimiento del 7,5%, pero con una volatilidad del 7%”, añade.
Borja insiste en que para limitar los riesgos que se pueden encontrar en los diferentes países que componen Latinoamérica, como por ejemplo está ocurriendo estos meses con Argentina, es necesario mantener una gestión activa y rebalancear los pesos que se pone en cada región. Por ahora, la cartera tiene una exposición hipotética –ya que está en periodo de suscripciones–, pero apuesta por países como Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile. Mientras que por sectores, la cartera opta por el petróleo y el gas, el sector financiero, los servicios públicos y el consumo. Eso sí, la cartera se concentra en bonos corporativos ya que consideran que detrás tienen a empresas sólidas y de calidad, con liquidez y en una región en crecimiento.
“La región siempre te va a ofrecer oportunidades porque hay países en diferentes momentos que te ofrecen diferentes cosas, pero consideramos que Brasil es la posición más interesante. Creemos que todas las reformas que el país carioca va a aprobar, previsiblemente, tendrán una repercusión muy buena en el mercado, y para los inversores extranjeros va a ser un paso importante”, argumenta.
Con esta composición de la cartera, Borja considera que este nuevo fondo puede aportar múltiples fuentes de alfa para procurar la estabilidad del rendimiento en diferentes entornos de mercado, además de proporcionar una gestión profesional, activa y diligente del riesgo.