La renta variable europea ha subido gracias a la recuperación del sentimiento inversor en la región a vientos de cola globales procentes de EE.UU. y Japón. Sin embargo, aunque las acciones europeas no evidencien valoraciones tan atractivas como antes, siguen presentando bolsas de valor. Las compañías europeas con enfoque global han sido el motor de las subidas bursátiles en el continente. Los negocios centrados en el mercado europeo que han sobrevivido y que tienen poder de fijación de precios en mercados que ahora son menos competitivos también tienen probabilidades de prosperar. Son opiniones de Ken Hsia, portfolio manager de renta variable europea y miembro del equipo Global 4Factor Equity de Investec.
¿Dónde se encuentra Europa en términos de retorno bursátil?
La economía europea se recupera con lentitud. Esta recuperación es todavía frágil y la disparidad entre países es grande, como es el caso de Francia, cuyo PMI caía hasta 48 puntos en noviembre de 2013. Así, el PIB per cápita de la mayoría de las grandes economías europeas, a excepción de Alemania, está todavía bastante por debajo de los niveles pre-crisis de 2007.
En todo caso, aunque los mercados de renta variable europeos hayan subido durante los dos últimos años, solo algunas bolsas han superado sus máximos de 2007. El índice MSCI Pan Europe está todavía un 30% por debajo de sus máximos de 2007. No resulta sorprendente que Dinamrca y Suiza, mercados que albergan algunas de las compañías de mayor calidad de Europa, hayan superado sus máximos históricos previos.
¿Qué características presentan las oportunidades de inversión?
Ganadores Globales
Un análisis pormenorizado del índice MSCI Europe revela que sus miembros con más peso son líderes globales como Nestlé, HSBC, Roche Holdings y Vodafone. Estas compañías generan sus ingresos en mercados globales y no dependen tanto de sus operaciones en Europa. Estas empresas globales son numerosas, no exclusivamente de gran capitalización, y generalmente son poco conocidas fuera de su área de experiencia. Estas compañías representan una razón de peso para invertir en renta variable europea.
Mejora en márgenes
Hay un gran camino por recorrer para mejorar los márgenes de las empresas europeas. Así, estamos viendo señales de mejora en sus resultados empresariales que evolucionan en tándem con el crecimiento económico global. Esto se puede atribuir, en parte, a que algunas industrias han tomado medidas para luchar contra la baja utilización de su capacidad productiva implementando planes de racionalización, reduciendo costes y cerrando plantas inactivas, para que la oferta se equilibre respecto a la demanda. El resultado final es que habrá menos competidores, algo bueno para los que sobrevivan.
Desapalancamiento
La baja utilización de capacidad sigue siendo un problema en muchos mercados europeos. Como consecuencia, y a medida que mejora la rentabilidad, creemos que se asistirá a un proceso de desapalancamiento de los balances corporativos, puesto que la necesidad de destinar recursos a nuevas inversiones será limitada. El desapalancamiento tiene la virtud de transferir valor desde los tenedores de deuda a los tenedores de acciones, pero si además va acompañado de recompras de acciones hay un efecto doble en el que además de mejorar las ratios de capital se potencia el retorno al accionista, resultando generalmente en una subida de la compañía en bolsa.
Valoración relativa
La renta variable europea cotizaba con un descuento del 15% respecto a los mercados desarrollados en 2012. Desde entonces, las fuertes alzas del mercado han estrechado este descuento de forma significativa, y en términos de PER estimado, la bolsa europea en su conjunto ya se encuentra razonablemente valorada. Sin embargo, creemos que en términos históricos y en relación a la ratio precio/valor en libros, la valoración del mercado europeo puede seguir subiendo, dado que Europa se encuentra bien posicionada en términos de rentabilidad y riesgo.
¿Cuáles son los riesgos?
El riesgo más obvio es la inestabilidad de la zona euro. Sin embargo, no hay evidencia clara de esto actualmente. La hipótesis central de nuestra estrategia de inversión parte de la estabilidad en la región (y en general en todo el mundo). Continuamos esperando una caída en la rentabilidad de los bonos de aquellos países que tienen sus cuentas públicas más comprometidas, como indicio de que los inversores tienen menor aversión al riesgo.
Los riesgos macroeconómicos todavía deben tenerse en cuenta – por ejemplo, estamos algo preocupados por el re-rating de determinadas bolsas del sur de Europa durante 2013-. Creemos que una estrategia de inversión disciplinada y basada en la evidencia debería asegurar un equilibrio entre convicción y optimismo. El mayor riesgo está en la retirada progresiva de estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal y su influencia sobre los mercados globales. En este entorno, creemos que una estrategia bottom-up de selección de activos es positiva dado su enfoque más específico a compañías respecto al mercado.