La subida de la inflación se ha convertido en uno de los temas que más preocupan en la actualidad al mercado. Sin embargo, de acuerdo con Franklin Templeton, la esperada subida de los tipos de interés que acompaña, ligada a las expectativas de crecimiento, podría tener un impacto positivo en la inversión en infraestructuras.
En el análisis de perspectivas ‘Inflation, rising rates and their impact on infrastructure’, ClearBridge Investments, firma asociada de Franklin Templeton, señala que las valoraciones de los activos regulados (utilities) no se verían afectadas ante la probabilidad de que el efecto de la subida de la inflación acabe repercutiéndose directa o indirectamente a los consumidores.
En el caso de los activos de pago por usuario (concesionarias), el informe apunta que esta clase “suele aumentar sus flujos de caja si se produce un repunte cíclico del crecimiento y de los tipos de interés”, expone Shane Hurst, Managing Director & Portfolio Manager de Legg Mason ClearBridge Infrastructure Value Fund. “Además, el aumento de las valoraciones compensaría el impacto del aumento del coste del capital”, añade Hurst.
ClearBridge Investments también muestra en su análisis cómo parece haber existido poca o ninguna correlación entre los diversos activos de infraestructuras y las tendencias inflacionistas vividas durante los últimos 30 años.
¿Por qué es buen momento para invertir en infraestructuras?
Franklin Templeton señala que la inversión en infraestructuras ofrece la oportunidad de diversificar la cartera en períodos de incertidumbre. En este sentido, apunta a la capacidad de esta clase de activos para generar ingresos estables en un contexto inflacionista gracias al crecimiento defensivo que caracteriza a esta industria.
Asimismo, la gestora señala que las utilities deberían ofrecer cobertura si las tendencias de mercado acaban produciendo un retroceso en el sector tecnológico y en valores growth.
La inversión en infraestructuras también debería verse impulsada por el momentum político, según Franklin Templeton. La firma espera que el apoyo a esta clase de activos se vea impulsado, por un lado, al abrigo de la transición energética, y, por otro, de la mano de los paquetes de apoyo gubernamentales lanzados como respuesta a la crisis de la COVID-19, los cuales hacen especial hincapié en el desarrollo de nuevas infraestructuras, en particular en Estados Unidos.
Principales motores de la inversión en infraestructuras
Franklin Templeton identifica tres motores esenciales en el desarrollo de la inversión en infraestructuras: la urbanización de las ciudades, el incremento de la población en los países emergentes y la sostenibilidad.
Respecto al primer motor, la gestora señala que el porcentaje de la población que vive en núcleos urbanos podría alcanzar un 66% para 2050, en comparación al 30% que residía en estos espacios en 1950. Este esperado aumento de la concentración de la población en ciudades requerirá de la creación de nuevas infraestructuras, en opinión de Franklin Templeton.
En los países emergentes, el incremento de sus poblaciones también demandará el desarrollo y la mejora de la calidad del transporte, así como de las herramientas de telecomunicaciones.
Por último, la consecución de los objetivos de sostenibilidad vendrá marcada por un necesario incremento en la inversión en infraestructuras, según la gestora.
Legg Mason ClearBridge Infrastructure Value Fund
Legg Mason ClearBridge Infrastructure Value Fund es un fondo que invierte en compañías de infraestructuras cotizadas a nivel global, tanto en empresas defensivas (servicios públicos) como aquellas de crecimiento (concesionarias).
“Mientras que el primer componente puede comportarse en ocasiones como un bono, aunque protegido contra la inflación, el segundo está apalancado en el PIB, por lo que se beneficia del crecimiento constante de la economía”, apuntan desde Franklin Templeton.
El fondo utiliza como universión de inversión el RARE 200, un índice desarrollado internamente que se compone de 200 compañías de infraestructuras que cumplen con una serie de características concretas de liquidez y calidad. La cartera suele estar compuesta por entre unas 30 y 60 compañías, una composición que le permite adaptar de manera flexible su exposición a posibles riesgos regulatorios y políticos.
La unicidad de Legg Mason ClearBridge Infrastructure Value Fund radica en el experimentado conocimiento sectorial del equipo gestor. Compuesto por 6 managers, es uno de los equipos más grandes de gestión de infraestructuras cotizadas del mundo en la actualidad.
“No se trata de gestores globales que han transicionado al mundo del listed infrastructure, sino de especialistas en la gestión de infraestructuras no cotizadas que han decidido poner sus capacidades y experiencia al servicio de la gestión de infraestructuras cotizadas”, revelan desde Franklin Templeton.