Los daños económicos del conflicto entre Rusia y Ucrania han hecho que las perspectivas de los mercados emergentes sean más inciertas. Ahora bien, según explican los expertos de las gestoras, el alcance y la escala del impacto de la guerra diferirán según el mercado.
En opinión de Amundi- Monica Defend, Head of Amundi Institute, y Yerlan Syzdykov, Global Head of Emerging Markets, los distintos grados de impacto económico del conflicto apuntan a una mayor fragmentación en el mundo de los mercados emergentes. “Europa del Este será la zona que más sufra debido a su exposición directa al comercio y la inversión en la zona de conflicto y a su exposición indirecta al deterioro económico europeo, así como al aumento de los precios de la energía. El impacto de la fuerte subida de los precios de las materias primas no es uniforme en el universo de los mercados emergentes y algunos países o regiones podrían incluso beneficiarse de esta subida de precios, desde Oriente Medio, que se beneficia de la subida de los precios del petróleo, hasta América Latina, donde la mayoría de los países son exportadores netos de materias primas, especialmente de metales industriales y productos agrícolas. De esta manera, Asia podría ser más resiliente siempre que las dos principales economías, India y China, no incurran en ningún tipo de sanciones. China también parece estar más aislada en cuanto a los posibles efectos económicos indirectos”, explican.
Según los expertos de las gestoras, aunque la incertidumbre persiste y el resultado final de la guerra es aún difícil de prever, es necesario mirar más allá y considerar que los fundamentales macroeconómicos se verán afectados por un aumento indiscriminado de la inflación, junto con un crecimiento más moderado y un deterioro de las condiciones fiscales, especialmente para los importadores de materias primas. “Un aumento generalizado de la inflación, cuando muchos bancos centrales de dichos mercados emergentes se acercaban al final de sus ciclos de endurecimiento, aumentará la probabilidad de prolongar la fase de endurecimiento aún más y desafiará la próxima senda de la política monetaria”, añaden los expertos de Amundi Defend y Syzdykov.
Según explica Tom Wilson, responsable de renta variable de mercados emergentes de Schroders, justamente los efectos que tenga la guerra sobre la inflación e incluso la postura de los bancos centrales, en particular la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), serán los engranajes que lleven el impacto de este conflicto a los países que geográficamente están más lejos. En términos de inflación, Kirstie Spence, gestora en Capital Group, considera que los mercados emergentes ya estaban adelantados en la lucha contra el entorno inflacionista principalmente por tres motivos: «La gestión de la inflación es un trabajo cotidiano en los mercados emergentes en comparación con los mercados desarrollados; los bancos centrales de los países emergentes ya estaban respondiendo a los efectos cíclicos normales de la inflación; y algunos mercados emergentes están mejor posicionados para ser más inmunes a los impactos de la crisis».
Sobre esta última idea, Spence añade que esto podría deberse a que son más autosuficientes en términos de alimentos y energía, o incluso exportadores netos de estos productos básicos. Pero algunos mercados emergentes también están más alejados de la crisis, tanto política como geográficamente. «Esto incluye mercados como Oriente Medio y América Latina, y estas zonas podrían acabar siendo más resistentes en relación con otras regiones», afirma.
En este sentido, Wilson coincide con la reflexión que apuntaban desde Amundi: “Para los mercados emergentes que son importadores netos de materias primas, el aumento de los precios presionará las cuentas externas y pesará sobre sus divisas, aunque el efecto variará según la economía y la exposición específica a las materias primas. Para los países emergentes con menor renta, la energía y los alimentos suelen representar una parte mayor de los índices de precios al consumo (IPC). India es especialmente vulnerable, ya que los alimentos representan más del 50% de la cesta del IPC. Para muchos países emergentes, la proporción de la cesta del IPC se sitúa entre el 20% y el 40%. En cambio, los países emergentes exportadores de materias primas están relativamente mejor posicionados. Estos países se encuentran, en general, en Latinoamérica y Oriente Medio. En Asia, Malasia e Indonesia también se benefician. En cambio, los países emergentes exportadores de materias primas están relativamente mejor posicionados. Estos países se encuentran, en general, en Latinoamérica y Oriente Medio. En Asia, Malasia e Indonesia también se benefician”.
Según los expertos, el el grado de subida de los precios de las materias primas y la duración de esas subidas será clave, pero también hay que tener en cuenta los propios retos geopolíticos y la gestión del final de la pandemia en cada uno de estos mercados. Por ejemplo, según indica Wilson, hay varios países de los mercados emergentes celebrarán elecciones este año. “Son especialmente importantes las presidenciales de Brasil en octubre. Históricamente, estas elecciones han estado precedidas por un periodo de mayor volatilidad en los mercados”, matiza. A estos riesgos geopolíticos que hay que vigilar de cerca, sobre todo las tensiones entre Estados Unidos y China.
Por último, en términos más generales, el potencial de nuevas variantes del COVID-19, el riesgo de retraso en la normalización de la actividad, una presión inflacionaria más prolongada, y el ritmo y la trayectoria del endurecimiento de las políticas, son también cuestiones a tener en cuenta. “No obstante, un cambio de rumbo en muchos de estos temas podría provocar una fuerte recuperación de los mercados”, añade Wilson.
Oportunidades de mercado
Para los inversores, los mercados emergentes eran un tema de inversión atractivo para este año, en particular en el universo de renta fija. Según Guillaume Tresca, estratega senior de Mercados Emergentes en Generali Investments Partners, el contexto actual ha generado esa fragmentación también en términos de activos. “Con la actual volatilidad del mercado, favorecemos al investment grade frente al high yield, que se verá afectado por la desaceleración del crecimiento, el endurecimiento de las condiciones financieras y la postura global de sobreponderación. Mantenemos un fuerte enfoque en firmas investment grade del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo que han tenido un comportamiento superior a la media. Arabia Saudí debería ser el país más beneficiado por la subida de los precios del petróleo. En cuanto a las regiones, Latinoamérica es la más inmune, ya que se beneficia de la subida de los precios de las materias primas. Asia no es vulnerable, aunque se ve afectada por menores niveles de comercialización y la desaceleración del crecimiento mundial”.
A esta visión se suma la de los expertos de Amundi: “Nuestra preferencia se centra en la deuda en divisa fuertes, en un contexto de precios altos del petróleo y de perspectivas más inciertas de crecimiento e inflación que penalizan la deuda local. En la búsqueda de tipos reales, los inversores deberían considerar la deuda soberana china, ya que ésta también se beneficiará de una postura depolítica monetaria acomodaticia. Somos muy cautelosos con respecto a las divisas de los mercados emergentes, ya que se verán afectadas negativamente por una inflación persistentemente elevada y un mayor endurecimiento monetario. Por otro lado, el creciente papel del renminbi como moneda internacional supone un apoyo para la divisa china”.
En el caso de la renta variable, Defend y Syzdykov reconoce que pese a que las valoraciones son más atractivas, se mantienen conservadores. “Necesitamos una mayor claridad sobre la evolución de la crisis, pero los inversores deberían ser conscientes de que cualquier desescalada geopolítica podría desencadenar una fuerte recuperación de los activos de riesgo. Nos inclinamos por las áreas en las que nos preocupa menos el deterioro de los beneficios por el aumento de los precios o que podrían beneficiarse directamente de la subida de los precios del petróleo y las materias primas (mercados de América Latina, EAU)”, explican.